🫀: ¿Cuantas cartas te escribiré? No lo sé, pero de lo que estoy segura, es que me está costando mucho olvidarte. Siento que es más la idea, la posibilidad, la idealización que hice de ti. Jamás olvidaré cuando me dabas la mano, a escondidas y cuando tenías que irte, lo último que quedaba entrelazado eran nuestros meñiques, el mío trataba de sostén el tuyo con fuerza para que no te fueras. Me siento así ahora. En mis sueños me rechazas, en la vida real me rechazas, en mis sueños no quieres verme. No te encuentro aunque te busque con desesperación.

Recuerdo aquel día como si fuera hoy, abrí la puerta y vi tus ojos, con esa camisa verde. Sé que no te guste a la primera.

Sentí hermoso cuando te vi por primera vez. No lo olvidaré, es un recuerdo preciado, al igual que todo lo que me contabas. Lo recuerdo con tanta claridad como si apenas hubieran pasado minutos. Te gustaría aventarte del paracaídas, quieres conocer Brasil y aprender portugués, quieres conocer el mundo, sufriste un susto muy fuerte mientras estabas con tus hermanas. Me encantaba verte platicar cada una de ellas. Tú me encantabas, me encantas...lastima que no es mutuo. Soy un fastidio para ti y eso me duele, no sé porque, pues hice todo para que te quedarás, lo prometo.

Tanta cartas que te he escrito esta es la más real, la más revuelta. Extraño esos besos de tequila, extraño esas noches junto a ti, extraño tu piel iluminada con las luces de colores, tus labios...tu cuello, me encantaba besarlo y lo disfrutaba tanto que me esforzaba por consentirlo.

🧠: Lastima que siempre fuiste menos, siempre fuiste un por si acaso.

Estoy enferma, quisiera mínimo besarte en mis sueños por última vez, pero no puedo. Me inclino ante ti, para que me regales un último beso.

Recuerdo ese, ya es tarde...¿qué quisiste decir? Me vuelve loca toda la situación.

Maldita sea, quiero que el sentimiento se desvanezca. Te quiero conmigo, y disfrutar al máximo ese momento.

...

🫀 Aún año que escribí esta carta y puedo decir. Con la felicidad del mundo puedo decir que lo hice. No te mentiré, hay veces que si llegas estar en mi mente, pero ya no eres indispensable. Olvide todo lo que alguna vez me confiaste, olvide detalles que sólo al leerlos recordé.

Eso me hizo sentir bien y siempre es un proceso que debes de aprender