Capitulo IV

— Ella es mi novia, ¡exijo una explicación!—

— ¿Eh? ¿Su novia?—

— K-kiba-kun, ¿que estas haciendo? te explico luego— Hinata estaba muy roja, empezó a jugar con sus dedos, parecía irreal, todo, ¿Acabo de comprometerme con una chica que está enamorado de otro?

—¿Ah? No, quiero que me expliques ahora, ¿¡Como es eso de que te vas a casar con este tipo?!  ¿Acaso...me lo estabas ocultando?  ¿Ya no me quieres?— El sonaba muy enojado, entiendo, la chica que le gusta esta...

Yo no sabía que hacer, estaba frizado ante lo que escuché, sabía que este chico me daba mala espina.

— C-claro...que s-si Kiba-kun, pero dejame explicarte, ¿si?—

— Tch, esta bien— Empezó a caminar.

— N-naruto-kun, disculpa todo esto, pero...¿Puedo ir?—

— Ah, s-si, tienes que resolverlo, ¿no?— Rasqué mi nuca.

Asintió. — K-kiba-kun, espera— Desapareció de mi vista.

Lo único que pasaba por mi mente, era tristeza, nunca me acerqué a ella, nunca traté de transmitirle mis sentimientos, y ahora que todo esto esta pasando, lo del matrimonio, resulta que...¿Mis oportunidades con ellas ya no son posibles?  ¿Me casaré con una chica que no esta enamorada de mi y que encima de todo, está enamorada de otro?

Luego de un rato, apareció Hinata.

—Y ¿Dónde esta el chico?— Me puse de pie.

— B-bueno,luego de lo que le dije...salió corriendo...—

—Hinata yo lo siento...—

— N-no, no te preocupes, no tienes la culpa, es que, lo que pasa es...—

Empezaron a brotar lágrimas por esos bonitos ojos, esos ojos que tanto me enloquecen, pero que en esos momentos me estaban rompiendo el alma. Ella empezó a llorar, y yo sin poder hacer nada. Estaba fustrado, y por impulso, la abracé.

— Hinata...hablaré con mi padre, no...puedes casarte conmigo, tienes a alguien especial y...no te lo pueden arrebatar— Ella se acurrucó en mi pecho.

Tenía ganas de hacer cualquier cosa para que esa linda niña que tanto amo, dejara de llorar, incluso, rendirme, aunque no la conozco, aunque no se nada de ella, quería defenderla, porque, ella se volvió en la única cosa en este mundo que quiero proteger, no quiero que sufra, la amo mucho, y si su felicidad no es a mi lado, con el dolor de mi alma, la que tengo que dejar ir.

— Pero papá...y la aldea...—

— No te preocupes por eso, es lo de menos, dattebayo—

—Lo siento, naruto-kun—

Sentí un dolor en el pecho.

— N-no te preocupes, yo apenas te conozco, no tienes que disculparte—

— Pero...¿y ahora que haremos?—

— B-bueno...¿hablar con papá?  Es...lo único que se puede hacer— Se apartó dejandome a la vista sus ojos llenos de lagrimas. me sentia horrible.

Me dolía mucho el pecho, no sabía que hacer, toda esa felicidad que sentí se había desaparecido.

— ¿Y si no está de acuerdo?—

La veía desesperada, ella no quería comprometerse con un chico como yo, ella quería estar al lado del chico que en realidad ama.

Estabamos tratando de resolver todo este lío cuando fuímos interrumpidos, por Sakura.

— ¡¡NARUTO!! ¡TE HE ESTADO BUSCANDO!—

— S-sakura-chan?—

—KAKASHI-SENSEI ESTA PREGUNTADO POR TI, Y TUVE QUE VENIRTE A BUSCAR, ¿¡Y TE ENCUENTRO CON UNA CHICA?! — Se acercó con un aura negro.

—E-estas equivocada— Empecé a caminar alejandome de ella.

—SHANARO— Y...me golpeó. Odio...eso de Sakura.

—¿Mmm? ¿Hinata?  ¿Que haces aquí con naruto?— Preguntó luego de sacudirse las manos al dejarme casi muerto.

— S-sakura-chan, l-lo que pasa es...— Empezó a jugar de nuevo con sus dedos.

Una sonrisa se apoderó de la cara de Sakura.

— Mmm,será que...—

— ¡¡S-sakura-chan!! ¿Q-que insinúas?—

¿Eh? No sabia que Sakura y Hinata eran tan cercanas, pero al parecer si lo son.

— ¿Eh? ¿De que hablan, dattebayo?— Pregunté mientras me levantaba aun adolorido.

— Fu, fu, es un s-e-c-r-e-t-o...Naruto, tenemos que irnos, aunque no quiera, Sensei nos espera, y Hinata, iré a tu casa a hablar contigo mas tarde— guiñó. Hinata se sonrojó.

— N-nos vemos, hinata,dattebayo— Me despedi aun confundido.

— S-si—

— ¿ A que te referías, Sakura-chan?—

— Te lo dije, secreto—

Luego de eso, no volví a ver a Hinata en todo el resto del día. Al final del entrenamiento, sasuke y yo decidimos ir a comer un poco de ramen.

 — Ohh, bienvenido Naruto, Sasuke— Saludó Teuchi con una sonrisa.

— ¡Quiero un gran plato de ramen, dattebayo!— Exclamé energico mientras tomaba asiento al igual que Sasuke.


—(rie) enseguida ¿ Y tu Sasuke?—

— Quiero uno mediano—

— Si—

—¿Y?—

—¿ Y que, dattebayo?—

—¿Para qué tu padre te quería ver?—

Me puse un poco tímido. Sasuke es un buen amigo y se preocupa por mi, por eso no sólo lo veo como un amigo, sino como un hermano de diferentes madres.

— B-bueno, papá me explicó varias cosas que están sucediendo en la aldea y... me dijo que tengo que casarme con una chica, para ayudar a la aldea, dattebayo—

—¿Una chica? Mmm, ¿Con quien te casarás?—

— B-bueno...con H-Hyuga Hinata—

La cara de Sasuke, cuando dije quien era, estaba muy  sorprendido.—

— ¿¡Hyuga hinata?!  Pero, sabías que ella es...—

— Si, lo se—

— Viejo, cuanta suerte tienes, eres la persona más afortunada que he visto— Sonrió.

— Si...—


—¿? Y ¿por qué la carota? ¿no estas feliz?—

—Pues...si, pero—


—¿Pero?—

—Esa...chica, tiene novio—

—¿Eh?... ¿EH?! ¿C-como que tiene novio?— Sasuke casi se cae de la silla, literalmente.

— S-si, se llama Kiba—

— Oh... retiro lo dicho, eres el chico con menos suerte del mundo... ¿Y que haras?—

— No lo se, papá me dijo que me casaré con ella, pero ella...estoy muy destrozado, dattebayo— Bajé la mirada.

— Mmm...si que hay problemas, pero... me imagino que si fueron ordenes del hokkage, no se puede hacer nada, ella tendrá que casarse contigo—

Es cierto lo que dice Sasuke, pero dudo que Hinata se vaya a casar conmigo, no después de lo que pasó.

Luego de terminar de platicar con Sasuke, me diriji a casa.

—¿Y ahora que haré, kurama?—


—MMM, NO TENGO IDEA—

—(suspirar) (entra)  ya llegue, dattebayo—

— Oh, Naruto, bienvenido, dattebane— Sonrió mientras llevaba unos platos en la mano. — ¿Papá ya hablo contigo?—

—Si...— Empecó a quitarme las sandalias.

—¿Y...te dijo lo de la mudanza?—

— ¿Eh? ¿Mudanza?— Miré a mi madre extraño.

— Si, tendrás que empezar a vivir con ella...y papá dijo que mañana te mudaras a una casa a empezar a vivir juntos...¿Enserio no te lo dijo?—

—¿¡Que?!  ¡El no me dijo nada!—

—Que raro, el me dijo que te lo diría—

No lo podía creer...¡¿Ella empezará a vivir conmigo!?



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top