Hola, soy Uzumaki Naruto, y esta es mi historia.
Pertenezco a la aldea de la hoja, soy un ninja, de hecho, el mejor de mi clase, todos me admiran por mis habilidades y la forma en que aprendo tan rápido, aparte de que mi padre, Namikase Minato, es el hokkage de la aldea, y con mas derecho tengo a ser admirado. Soy un chico muy alegre, y de vez en cuando me gusta hacer una que otra travesura, no siempre tengo que estar todo serio. Pertenezco al equipo 7,compuesto por: Uchiha Sasuke, mi mejor amigo, el que me apoya en mis locuras, además de que siempre esta a mi lado. Es un chico un poco frio, pero solo con las chicas, es que viven encima de el, aunque yo también soy popular entre ellas. Su clan, el clan uchiha, es uno de los clanes mas prestigiosos en toda la aldea, pues poseen el sharingan, una habilidad muy poderosa, y tambien esta Haruno Sakura, una chica un tanto, extraña, la verdad, no entiendo que tiene de especial, es una chica común y corriente. Lo único que hace es quejarse y decir, Sasuke-kun, Sasuke-kun, tch, no me cae muy bien, la verdad no entendia del amor y no me interesaba en lo absoluto, pero mi forma de pensar cambió, cuando, conocí a esa chica.

Una chica que esta al lado de mi clase, la verdad no me se su nombre, asi que la decidí llamar mi princesa. ¿Que me gusta de ella? Pues, todo, me encanta su pelo, azul oscuro, una azul, penetrante, sus ojos color blanco que me ignotizan cada vez que los veos me gusta todo, todo de ella me gusta. La conocí cuando apenas tenía 12 años, la vi de casualidad y desde que la vi, me enamoró, fua amor a primera vista, quería verla todos los días. Había veces que me escabullia del entrenamiento para ir a verla, la verdad es que kakashi-sensei no se enojaba, pues decía que aprendo rápido y de forma muy efectiva, aunque a veces si lo hacía. Cada vez que la veía, estaba al lado de dos chicos, uno que siempre llevaba un perrito, aún lo lleva, Kiba y otro muy misterioso, llamado Shino. Siempre me daban celos esos dos, pues ellos pueden estar al lado de mi princesa, y yo no. Nunca he querido saber el nombre de mi princesa, pues porque quiero atesorarlo hasta el día en que podamos reunirnos, conocernos, ¿Para que quiero saber su nombre sino lo puedo pronunciar? ¿Si no puedo llamarla y hablar con ella?  Prefiero esperar a ese día, que para mi sera inolvidable. Aunque la verdad, es que ya han pasado 4 años desde que me enamoré de ella y no he avanzado nada, soy... ¡Un perdedor!