28

-¡Ali! -grita Noah, emocionado-. ¡Ha venido Papá Noel!

-¿Ah, sí? -pregunto, aún medio dormida.

Me incorporo sobre la cama y miro a mi móvil, viendo que son las ocho de la mañana. Así que los días de escuela Noah no se levanta de ninguna manera, y ahora se levanta solo.

-Es muy temprano -le digo, frotándome los ojos.

Pelo ha venido Papá Noel! ¡Y se ha comido las galletas que pushimos pada él!

Me levanto de la cama con un suspiro y salimos al comedor, donde se encuentra el árbol de Navidad lleno de regalos. Noah chilla y corre hacia ellos, emocionado, tirándose en el suelo jutno a ellos.

-¿Los pedo abrir? -me pregunta.

-Claro -sonrío, y me siento en el sofá a su lado.

Así que Noah va abriendo sus regalos, y yo casi me quedo sorda de todas las veces que chilla de emoción al abrir un regalo y ver lo que hay dentro. Recibe regalos de mi parte, de la de Louis y Nate -que lo enviaron hace unos días-, de mi padre, de Frank y Deena, Ángela y Johan, e incluso de Alex, que le ha regalado varios coches de juguete pequeños "para que deje de tener accidentes con coches grandes".

Mila Ali! -me dice, tendiéndome un paquete envuelto en papel azul-. Este es pada ti, pone tu nombre.

-Oh, para mí también hay -sonrío mirándole, aunque yo ya sabía que este regalo es de Louis y Nate, lo enviaron junto con el de Noah pero quise esperarme a hoy para abrirlo.

Abro el regalo bajo la atenta mirada de Noah, y me encuentro con un álbum de fotos. Lo abro, hojeándolo, encuentro muchísimas fotos de Louis, Nate y yo de pequeños que ni sabía que existían. Sonrío al verlas, aunque no fueran recuerdos demasiado felices yo siempre me sentí bien con mis hermanos, ellos eran como mis guardianes frente a mis padres y a los niños que se metían conmigo en la escuela por ser "rara".

-¿Eres tú? -me pregunta Noah, señalando una foto donde salimos los tres hermanos. Yo tendría unos seis años, y Louis y Nate doce.

-Sí, y esos dos son Louis y Nate -le explico.

-Pelo eras muy pequeña, ¿polque ahora eres ashí?

-Porque he crecido.

-¿Y yo también seré ashí?

-Sí.

-¿Tendré el pelo asul? -pregunta, emocionado.

-Bueno, si quieres sí, pero no serás igual que yo -contesto, riendo.

-¡Wiiii! Tendré el pelo asul -exclama con una gran sonrisa.

Le preparo al pequeño una taza de chocolate deshecho con nata por encima y unos croissants mientras él empieza a montar el barco de Playmobil que le han regalado Louis y Nate.

Mila Ali! Es un pilata -me dice, enseñándome uno de los muñequitos-. Y también hay una chica pilata, y un pelito.

Me río y le ayudo a montar el barco mientras desayunamos. Al terminar, juego con él, y luego estrenamos la pizarra que le han regalado Frank y Deena -para que deje de pintarme las paredes-.

Hacia las diez, suena el timbre, y cuando abro me encuentro un paquete en la puerta, con un sobre encima.

Cojo el sobre, con el ceño fruncido. ¿Qué mierda es esto? Lo único que hay escrito es "Alice Smeed", y no hay remitente ni nada, así que abro la carta.

"Querida Alice,

Sé que hace mucho que no nos vemos, pero quiero que sepas que nunca dejé de pensar en vosotros. Feliz Navidad, nos vemos pronto.

Tu madre, Sarah."

Mi respiración se atasca y casi puedo sentir la sangre hirviendo en mis venas. Arrugo la carta hasta que queda reducida a una bola y la tiro por el rellano, enfadada. Cojo el paquete y lo llevo hasta mi habitación, tirándolo de cualquier manera sin ni siquiera abrirlo. No quiero saber lo que hay dentro, pero tampoco quiero tirarlo.

¿Qué cöño se ha creído esta mujer? ¿Y esa mierda de "nos vemos pronto" qué es? Jodida Sarah, no podía seguir desaparecida, que estaba muy bien, no, tenía que volver para joderme. Sabía que estaba en Londres de vuelta, pero tenía la esperanza de que no intentara venir a verme, aunque por otro lado algo dentro de mí quería que sí lo hiciera. Joder, ni siquiera me entiendo a mí misma.

-Ali, ¿estás enfadada? -me pregunta Noah, disfrazado de dragón.

La verdad es que no puedo seguir enfadada cuando se me presenta Noah usando el disfraz de dragón que Ángela y Johan le han regalado, es demasiado tierno.

-No, estoy bien -sonrío, y él me imita justo antes de volver a ir corriendo al salón.

Entonces vuelve a sonar el timbre y noto cómo los nervios se van apoderando de mí. Tengo miedo de que sea Sarah, pero a la vez me da curiosidad. Me estoy debatiendo entre si abrir o no cuando Noah se me adelanta y abre la puerta.

-¡Hola Li! -exclama, saludando al tatuado.

-Hola Noah -contesta él-. Te queda genial el disfraz, ¿te lo ha traído Papá Noel?

Shi! -asiente el pequeño.

-Noah, te he dicho mil veces que no abras la puerta tú solo -le digo, saliendo de mi habitación.

-Pelo es Liam -contesta.

-Ya, pero podría ser alguien malo.

-¿Como la señola de la tienda de jubetes? -pregunta, asustado.

-Ajá, como esa señora -asiento, y Liam ríe.

-Hola a ti también, Alice -me dice.

-Hola -sonrío.

-Bueno, si ya habéis desayunado y todo, tengo una sorpresa -dice.

— o —

Liam levanta la máquina de mi piel, terminando de dibujar la N en mi espalda, detrás de la NLA, completando las iniciales de todos mis hermanos más la mía.

-Listo -sonríe Liam-. Ahora le haré una foto y se la enviaré a Alex, solo por joder.

-Así que seguíais en esa competición de a ver quién me hacía tatuajes... -ruedo los ojos.

-Bueno, de momento vamos dos a cero -contesta, encogiéndose de hombros.

-¿Te duele? -me pregunta Noah.

-Escuece un poquito, pero se me pasará -sonrío.

-¿Pol qué tienes un tataje de una N?

-Es una N de Noah -contesto, y él abre la boca en una expresión de sorpresa.

-¿Es mi nombre? -pregunta con una gran sonrisa.

-Sí -asiento, sin poder evitar sonreír también.

-¿Y yo me halé una A?

-No, tú aún no puedes hacerte tatuajes.

-Ju... -suspira, haciendo un puchero. Ah no, esta vez no le va a funcionar. Ni en broma, vamos.

-¡Hola! -se oye la voz de Jim en el recibidor del estudio.

Penpei! -grita Noah, y sale corriendo hacia la entrada.

Al parecer "sensei" tampoco le gustaba al pequeño, así que le ha cambiado el apodo a su manera. Noah y Jim ya se conocen de las veces que Noah se quedó por el estudio cuando yo estaba aprendiendo con Liam, y se llevan muy bien.

-¡Hey, hola campeón! -le saluda Jim, y poco después entra en la sala donde estamos Liam y yo con el pequeño en brazos.

-Ali se ha hecho un tataje -le explica Noah a Jim-. Es una N de Noah.

-Oh, eso es genial -sonríe el sensei-. Hola Alice, Liam.

-Hola Jim, ¿qué haces por aquí? Es Navidad -le pregunto después de que Liam le salude con un distraído "hey" mientras limpia la máquina.

-Tenía que pasarme a revisar unas cosas, no estaré demasiado rato -dice-. Voy a la sala dos, ¿vienes, pequeño?

Shi! -asiente Noah, y se van a la sala del lado.

-Bueno, en realidad la sorpresa no era el tatuaje -dice Liam de repente.

-Ah, ¿no? -le pregunto, levantando una ceja-. ¿Y cuál era la sorpresa?

-Hoy vas a hacer tu primer tatuaje -contesta-. Y me lo vas a hacer a mí.

-¿Qué? -pregunto, incrédula.

-Lo que oyes, ve preparando la máquina -sonríe.

-Estás loco, ¿de verdad confías tanto en mí?

-Lo hago -asiente-. Eres mucho más buena en esto de lo que crees, Alice.

Liam me enseña el tatuaje que quiere de entre los diseños que hice hace un tiempo, y elige uno de mandala -según él, esos se me dan genial-. Preparo todo mientras él se quita la camiseta y dibujo con el rotulador azul donde él quiere el tatuaje, justo debajo de su ombligo. Es un tatuaje pequeño pero eso no quita mis nervios, es la primera vez que lo hago y encima se lo hago a él.

-No estés nerviosa -me dice, notando mis nervios en mis gestos-. Vas a hacerlo genial.

Asiento con la cabeza y cojo la máquina ya preparada para empezar a tatuar bajo la atenta mirada de Liam. Consigo concentrarme bien y seguir perfectamente las líneas que he trazado antes con el rotulador. A la hora, el tatuaje ya está terminado y me sorprendo al ver que no le encuentro ningún fallo, me ha quedado bien.

-¿Lo ves? Ha quedado perfecto, no tienes por qué ser así de insegura en este aspecto, es como que tienes un talento nato para los tatuajes.

Sonrío tímidamente y Liam acaricia mi cabello antes de inclinarse y besarme, algo que llevaba todo el día esperando. Sus labios se amoldan perfectamente a los míos y se mueven en sincronía, entonces él tienta mi labio inferior con su lengua y abro la boca, dejándole acceso. Acaricio su nuca con mis manos mientras las manos de Liam siguen en mi cabello, en la parte posterior de mi cabeza. Su lengua acaricia la mía, llenándome de su adictivo sabor, y es entonces cuando se oye un gritito de emoción y el sonido de la puerta abriéndose, haciendo que rompamos el beso al instante.

-Ali, ¡yo también tengo tatajes! -exclama Noah, entrando en la sala seguido de Jim.

-¿Qué mierda? -pregunto, pero entonces veo que los brazos de Noah están dibujados con el rotulador azul que se usa antes de tatuar y suspiro aliviada.

Palablota! -grita, y luego se señala la muñeca-. Mila, también me he tatado una A.

Una gran sonrisa se instala en mi cara al ver la A en la muñeca de Noah, y él va enseñándome los "tatuajes" que Jim le ha hecho, orgulloso.

De verdad que no sé qué haría sin este niño en mi vida.

________
Holahoooolla

Os recuerdo que Jim era el propietario del estudio, jefe de Liam y Alex.

POR FIN TENGO VACACIONES *llora de emoción y luego recuerda que se va a pasar las vacaciones estudiando y llora de verdad*

Intentaré escribir más uejeje, los que leen SYA6 esperad un capítulo pronto.

Hasta pronto!
Claire

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