-Jhacob-

Era un buen día, ver a Maia celosa me ponía de buenas. Me levanto de mi cama por el sonido de la alarma del despertador.

Me saco la polera, el pantalón y me meto a la ducha.

***

-Jhacob quiero que vengas aqui hijo -Dice mi padre desde la cocina

-Ya voy - Grito bajando las escaleras

Me encamino mas rapido hacia la cocina, entro y veo a mi padre con unos papeles entre las manos. Lo miro raro ya que me abraza de la nada.

-Sabes que te quiero mucho, que nunca te abandonaré, que siempre estaré para ti apesar de la distancia. Las cosas a veces no salen como uno quiere que sean. La vida ests llena de retos, de obstáculos que hay que saber manejarlo con paciencia y calma para poder triunfar. En este caso para volcer a estar juntos... - Lo interrumpo

-Al grano padre - Suspira

-Tu madre ganó la custodia hijo - Los ojos se abren como platos y me alejo un poco apoyándome de la pared

-¿Que dijiste? - Lo miro confundido

-Tendras que viajar con tu madre a Londres, mañana comenzarán los tramites de traslado de escuela -Me pasa los papeles - Tu madre te mandó esta carta.

La recibí y me subí de inmediato a mi habitación, entré y tranque la puerta con llave. Tiré todo lo que se encontraba en la mesa de estar. Las lágrimas salían por si solas.

Si, soy hombre y estoy llorando. A veces los hombres lloran tampoco es qué seamos de hierro para no llorar.

Iba a dejar a mis amigos, a mi infancia, a mi família y a Maia.