-¡Te vas de casa!

-¡¿Qué?!

T/n estaba confundida a más no poder. Estaba tranquilamente comiendo con sus padres ese día, que era fin de semana y no trabajaban, y de la nada su padre le había dicho eso.

-Pues eso t/n-continuó la madre.

-Mamá, papá, ¿Que estáis diciendo? ¿A que os referís con que me voy de casa?

Su padre sacó de debajo de la mesa un sobre marrón, un sobre que casi no se podía cerrar y la hija podía ver lo que había dentro.

-Eso... ¿Eso es dinero? ¡Hay un montón!-ella no sabía a dónde mirar. Su padre le entregó el sobre.

-Para ti hija mía-dijo la madre.

A t/n se le cayó el tenedor al plato. Cogió el sobre y lo miró, luego a sus padres y luego de vuelta al sobre.

-No puedo aceptarlo-dejó el sobre encima de la mesa, sin quererlo dió un golpe-¿Por qué hacéis esto? Ni siquiera es mi cumpleaños ni navidad, a demás, esto es una cantidad desorbitada de dinero.

-Es para que te consigas una casa para vivir con Grusha, prueba también a conseguir un trabajo en un sitio que no sea nuestra tienda, solo pido que dejes el nido-habló su padre con tranquilidad y con una sonrisa en el rostro.

-Papá, solo tengo dieciocho años.

-A esa edad yo ya tenía esta casa con tu madre-miró con amor a su esposa y ella le devolvió la tierna mirada.

-Pero...

-Nada de peros, si no aceptas el dinero te vas de casa igualmente pero sin un duro.

-Oh...-bajó la vista a su plato y removió su comida-Debo hablarlo con Grusha...

-Habladlo rápido-espetó fríamente el padre.

Terminaron de comer en un ambiente Bastante incómodo. T/n fue a su cuarto con el sobre de dinero y lo contó billete a billete. No eran precisamente billetes pequeños, eran de los grandes. En total sería suficiente como para pagar una casa o dos. La chica no entendía la razón de sus padres para echarla de casa, bien podían haber usado todo ese dinero para otras cosas pero habían decidido dárselo a ella para que se fuera a vivir con su novio.

Tomó su teléfono y marcó el número de Grusha, estuvo esperando un rato a que atendiese la llamada.

-¿Si?-se oyó decir a Grusha-Ah hola t/n, amor. ¿Cómo estás?

-Hola Grusha, yo bien pero hay un tema del que tenemos que hablar.

-¿Quieres que nos veamos para hablarlo?

-Si, estaría bien...-la chica suspiró.

-Vale, ¿nos vemos en la plaza?-interrogó él.

-¿Te parece mejor si nos vemos en el bar de siempre? Si no te parece molestia claro...

-Oh, por supuesto que no molestas. Vamos allí y hablamos el tema ese que tanto te inquieta-t/n no podía saberlo pero estaba segura que cuando Grusha dijo eso estaba sonriendo.

-Vale... Bueno voy a colgar y nos vemos allí.

-Nos vemos luego t/n.

Ella colgó la llamada y se preparó. No se arregló mucho porque era para contarle que la estaban echando de casa. Houndour llegó por al puerta con la lengua fuera.

-Hola Hound, ¿Tu has oído a papá y a mamá?-le preguntó acariciándolo en el lomo cuando estuvo suficientemente cerca. El pokémon hizo un ruido y asintió-No los entiendo, ¿Tendrán algún problema conmigo? ¿He hecho algo malo? Yo creo que he sido buena hija...

Hound le lamió la mano a su entrenadora, tratando de consolarla.

T/n tomó sus cosas y salió de la casa acompañada de su pokémon. Cuando atravesaba la casa para salir sus padres la miraban de reojo.

Tras un pequeño rato caminando llegó a la plaza y vió a Grusha sentado en una de las mesas de un bar comiendo una bolsa de patatas fritas y un refresco. Ella se acercó y se sentó frente a él.

-Hola...

-¿Por qué estás tan desanimada?-le acercó las patatas, ofreciéndole, pero ella con un gesto negó.

-Eh... Es complicado...

-¿No irás a cortar conmigo?-preguntó él ligeramente preocupado.

-No es eso, es algo de mis padres-trató de calmarlo y si dió resultado porque el chico soltó un poco de aire.

-Menos mal... Que no digo que sea bueno porque parece que hay algo que te preocupa y te inquieta pero no te preocupes, saldremos de esta los dos-le sonrió amablemente y ella le devolvió la sonrisa solo que con menos énfasis.

-Gracias. Bueno a lo que venía, mis padres me quieren echar de casa y que me vaya a vivir contigo, me han dado un montón de dinero y no se qué hacer. No se si es que he hecho algo malo y están enfadados conmigo, o si nunca me quisieron, o quizá... No se, no los entiendo yo...-una lágrima asomaba en su ojo. T/n se la limpió-Perdón, ya me estoy agobiando...

-Amor no te disculpes, es normal que te agobies. Solo tenemos dieciocho años, somos jóvenes y aún nos queda mucho por vivir. Yo también tengo unos ahorros... No entiendo yo tampoco por qué tus padres quieren echarte de casa pero creo que se puede hacer.

-¿Nos iremos a vivir juntos, tan pronto? ¿Y si la cosa no funciona? Entre nosotros digo...

-Yo estoy seguro de que todo irá bien-trató de calmarla tomándola de la mano.

Ella lo miró a los ojos y luego desvío de nuevo la vista.

-Está bien, te creo-le dió una media sonrisa.

-Ahora hay que ver dónde viviremos. ¿En esta ciudad o en otra?-cuestionó Grusha.

-A mi me gustaría vivir aquí... Tengo mi trabajo a unas calles de distancia-miró en dirección a donde estaba su tienda.

-Entoces busquemos una casa que alquilar aquí cerca.

-Pero Grusha, tu trabajo está muy lejos de aquí...

-No te preocupes por eso, me las apañaré. Si tu quieres vivir por aquí pues aquí viviremos.

-¿Estás seguro?

-¿Yo? ¡Claro que sí t/n!-terminó de beber su refresco, se levantó y le dió un beso en la mejilla a su novia-¿Quieres que vayamos a algún sitio a distraernos?

-Tengo ganas de ir a los recreativos...

-¡Pues vamos allí!-la tomó de la mano y los dos fueron a echar la tarde.

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Gente, se que visteis cada dos por tres que publicaba el capítulo 32, pero es que Wattpad lo despublicaba a cada rato.

Parece que se ha arreglado así que subo este capitulo de prueba a ver si me deja publicar sin más problemas.

Gracias por tu atención y no olvides dar estrellita (⁠◠⁠‿⁠・⁠)⁠-⁠☆