El clima seguía siendo el mismo de toda la semana, frío nublado y algo húmedo, no había indicios de que el sol estubiera con ánimo para salir, la gente que pasaba lucía algo callada y con prisas, como si les preocupara que otra lluvia los sorprendieran, al cabo de un tiempo en las calles pálidas de la ciudad caminaban dos chicas con amplia calma, una preocupada por el momento próximo que se avecinaba. Habían echo un acuerdo de visitar a su amigo que estaba en el hospital y de paso pedir disculpas.

Sango: Esta bien Kagome... Inuyasha a de saber de por medio que tú más que nadie no querías que eso sucediera *Dijo mientas se ponía en sima un suéter azul marino*

Kagome: Lo se y es verdad pero... no dejo de preguntarme que hubiera pasado si tan solo yo hubiera ignorado el echo de que Inuyasha y Kikyo se vieron

Sango: No lo sabrás, ni tu ni yo... Las cosas ocurren en un instante y no puedes cargar con esa culpa siempre

Kagome: Sango... Si le traigo un obsequio a Inuyasha, ¿crees que así logré perdonarme?

Sango: Un obsequio como cual?... ¿Que tienes en mente?

Kagome: Ayer... De regreso a mi casa, vi un collar negro de perlas en cuanto lo observé no puede evitar pensar en Inuyasha...

Sango: Si estaría bien ¿Porque no? vallamos por el

Se dirigieron a dicha tienda, de echo muy acogedora al entrar un golpe a madera húmeda las recibió, se trataba de un local donde se vendían cosas artesanales de todo tipo, desde pinturas hasta collares. El que vio Kagome un día anterior seguia intacto en el mismo lugar, lo diviso desde la entrada y estaba dispuesta a entrar directo por el pero la figura de una mujer de cabello negro largo lacio la detuvo.

Se trataba de Kikyo, al parecer estaba de paso no llevaba nada entre las manos por lo cual indicaba que no había comprado nada, de echo su rostro parecía acobardado. Antes de salir de la tienda y toparse con ella se encontraba delante del mismo collar pero algo, una inquietud no dejo que lo tomara así que dió la vuelta y salió.

Kagome por un segundo pensó ¿que es lo que haría Kikyo en un lugar como ese? no había señales de que sus gustos o placeres se encontrarán ahí, al fin no le prestó importancia y salió de la tienda con el regalo en manos.

Kagome: Se verá estupendo con el Inuyasha, ¿no crees Sango?

Sango: Si, estoy segura de eso, además me asegure de comprale uno a Miroku... Haber si le gusta

Kagome: Ese joven... Sango dime una cosa, ¿estás enamorada de él?

Sango: Que? No,  cómo puedes llegar a creer eso Kagome... Miroku y yo solo somos amigos

Kagome: Es que... Eh notado la manera en como te trata, es muy dulce y tierno contigo...

Sango de inmediato se sonrojo, se quedó sin palabras no supo que responder y es que talves su amiga tenía razón, pudiera llegar a caber la posibilidad de sentirse atraída por aquel chico, pero algo en su interior se negaba a aceptar lo, talvez por el echo de que Miroku siempre era  igual de coqueto con todas las chicas, no quería ser tratada como ellas.

Miro el collar y de inmediato supo que no quería entregárselo, los nervios de las escenas que pasaban por su mente de las diferentes formas para darle el collar la hicieron sentir en un ambiente ostil y de ansiedad, ahora que su amiga lo notaba, entonces talvez los demás también lo hacían, no se iba a permitir sentirse de esa manera, no antes de encontrar la manera ideal para regalarselo.

Sango: Está bien *Suspiro* talvez si me atrae un poco, pero ¿Exactamente qué es lo que les gusta a los chicos? ¿En qué piensan todo el tiempo?

Kagome: Veamos... Si tanto te interesa *Miro al cielo pensando* ¿Porque no averiguas más cosas sobre él? Y así entonces cuando quieras hablar con Miroku sabrás que decir con exactitud

Sango: Que estupenda idea Kagome... solo quiero estar a su lado *Mencionó haciendo en gesto de calma*

De nuevo la seguridad en ambas chicas volvió, cada una tenía ya planeado que decir y que hacer en cuanto vieran a su amado. A unos cuantos minutos quedaba el hospital, antes de entrar Kagome oculto el collar detrás de su espalda como sorpresa para hacer sentir mejor a su amigo, se dirigió a su habitación y tocó dos voces tenuememte.

Kagome: ¿Inuyasha? *Pregunto, tocaría por tercera vez para que su compañero le diera permiso pero unas voces hicieron que se interesará en el tema de conversación*

"No digas tonterías Inuyasha, puedo venir sin problemas no tienes porque preocuparte"

Inuyasha: ¿Estás segura? Quiero decir, no me sentiría mejor si por mi culpa tuvieras contratiempos con tu trabajo

"Descuida, lo tengo cubierto... Talvez mi jefe sea duro, pero comprende que debo venir a cuidarte, el lo sabe"

Inuyasha: Con respecto a lo que sucedió hace unos días... Quiero que sepas que el beso fue muy enserio... Kikyo, no es como tú piensas, yo no te bese por estar aquí incapacitado ni porque sintieras lastima por mi... El momento surgió y yo...

Kagome al escuchar tales palabras, dió un paso atrás sosteniendo su boca para no jadear ni hablar.

Kikyo: No eh dejado de pensar en eso, siendo sincera... No puedo dejar que tú te engañes Inuyasha, se que tus intenciones no eran esas... Y solo lo hiciste por qué sentiste que debías, más no que querías

Inuyasha: Kikyo...

Kikyo: Un beso entre amigos... Eso fue, y seremos siéndolo ¿verdad?

Inuyasha: Claro

Sango se enteró de la situación, ya estaban allí y no iba a quedarse parada frente a la puerta un minuto mas, el plan ya estaba echo y conociendo a su amiga después de escucharlos a ambos era seguro que huiria de ese lugar. Toco dos veces con golpes fuertes y secos para después entrar.

Sango: Hola Inuyasha *Dijo tomando de la mano de Kagome*

Inuyasha: Kagome *Dijo al instante al tiempo que se sentaba*

Kikyo se puso de pie.

Kagome: Inuyasha... Vine para ver cómo estabas y también, quería darte este obsequio que traje *Respondió Apenada estirando sus manos, dejando ver el collar de perlas negras*

Kikyo al mirarlo sintió un gran peso en su corazón, se trataba del mismo collar que había ella sostenido en manos, le perteneció durante un buen tiempo, era suyo, tenía planeado algún día regalarselo asi que esperando el momento perfecto para hacerlo lo guardo, sin embargo, la falta de valentía hizo que abandonará ese plan, le pareció absurdo, insipido darle a él que era una persona muy especial algo tan insignificante como eso. Para no torturarse más, camino a su trabajo lo vendió a un local de antigüedades, a un precio ridículo, cuando quiso de nuevo recuperarlo la falta de ganas la invadió, así que salió del lugar nuevamente para jamás volver por el collar.

Inuyasha: Gracias Kagome... En verdad aprecio este gesto tuyo *Menciono tomando el collar y colocándolo*

Kagome: Inu-yasha... No solo vine por eso, Yo... *Miro de re ojo a Kikyo* quería disculparme, por todo

Inuyasha: De que hablas Kagome?... No tienes porque disculparte

Kikyo quien ya estaba sumamente incomoda y algo celosa tomo su bolso y sin mirar a nadie camino hacia la puerta.

Kikyo: Inuyasha, vendré más tarde para ver cómo sigues... Recordé que tengo algo que hacer

Indicó, para después abandonar la habítacion.

Bajo las escaleras con la vista borrosa y deprisa, los tacones que llevaban hicieron que bajará un escalón mal y se torció el tobillo, pero el orgullo estaba más lastimado.

Hola, hola, bueno tenía algo de prisa por publicar este capítulo principalmente porque me lo han estado pidiendo mucho y la otra cosa es que quiera publicarlo antes de mi cumpleaños :3 asi es felicitenme xd voy a estar actualizado y mejorando también la redacción de varias obras, quisiera agradecerles por seguir conmigo a pesar de haber dejado de escribir durante mucho tiempo. Gracias por todo su apoyo que me dan, se siento muy bonito cuando ustedes me inspiran a seguir escribiendo con sus comentarios y opiniones, se les quiere mucho UwU ♥♥♥