118

Era una vez un ciempiés que andaba afuera de su casa, y en eso una gallina se lo quería comer, y corre desesperado a la puerta de su casa, y le grita a su mamá:

- ¡Mamá, mamá ábreme la puerta porque la gallina me quiere comer!.

Y la mamá responde:

- Ahorita voy hijito, nomás déjame ponerme los zapatos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top