There's no time to say how much I need you
- A ver, besar, besa bien pero no sé. -Mi compañero de banda solo me mira y sonríe.- ¿Qué pasa?
- Nada, nada. ¿Estás seguro de que no sabes si te ha gustado?
- Es raro, ¿vale? A mí no me gustan los chicos.
- Hagamos una prueba. -Le miro levantando las cejas en señal duda.- Cierra los ojos, piensa en algún beso que te hayas dado con una chica y luego piensa en el beso con Blas. ¿Cuál te ha gustado más?
Hago lo que me dice Álvaro y rápidamente tengo la respuesta. El mejor beso fue el de...
El sonido de unos pasos a nuestras espaldas me sobresalta. Hoy entre unos y otros quieren que me dé un infarto o algo. Me giro y veo allí a Blas. Nuestras miradas se rehúyen.
- Bueno, yo aquí casi que sobro. -Dicen Álvaro entre risas. Yo hoy lo mato. O tal vez le afeite mientras está dormido, eso le dolerá más.
Blas se sienta donde antes estaba Alv y simplemente me mira. Yo intento ignorar su contemplación hacia mí aunque es tan difícil como ignorar que te estás quemando cuando tocas una llama.
- Carlos. -Me llama haciendo que le mire. Mirada se dirige a sus pies, no tengo valor de que mi ojos choquen con los suyos.- Mírame a los ojos. -Me levanta la barbilla.
Sus ojos están acuosos y se muerde el labio.
- Carlos, me gustas. -Lo dice en un susurro, casi no puedo escucharle.
- ¿Que yo qué? Eres consciente de que en un tiempo yo volveré a ser el Carlos de antes, ¿no?
- ¿Y? Estoy enamorado de ti. Del Carlos que siempre has sido, del chico que se levanta las dos de la mañana para hacerse un colacao y comer chocolate, del chico que siempre usa gorros y sombreros, del chico con una sonrisa preciosa y unos ojos irreales, del chico que ama la música de Katy Perry, del chico friki de Harry Potter, del chico que piensa que el amor no está hecho para él pero que yo creo que está hecho para ti y para mí.
- Blas, yo... Yo no te veo como algo más que un buen amigo, además no me gustan los chicos.
- ¿Has estados alguna vez con un chico? -Pregunta sonriendo de lado. No sé qué pretende con esa pregunta.
- No. -Miento.
- ¿Cómo vas a saber si te gustan o no si nunca lo has intentado?
- Porque lo sé, Blas, y no hay nada más que hablar.
- Está bien. -Me da un beso en la mejilla y se va.
Yo me quedo un rato más aquí, analizando las palabras de Blas. Está enamorado de mí. A pesar de todo, es mi amigo y no quiero que lo pase mal por mi culpa, no quiero ser como él.
¿Y quién es él? Él es la única persona de la que creí haberme enamorado. En su momento pensaba que le quería pero con el tiempo me di cuenta de que solo era encaprichamiento por mi parte y ganas de tomarme el pelo por la suya.
Se llevó mi primer beso de verdad, pero yo me quedé con los buenos recuerdos y las sonrisas escondidas que nos dedicábamos.
Sonrío recordándole.
Apenas me doy cuenta del paso del tiempo y cuando miro la hora es ya la una y cuarto. Llevo aquí más de una hora.
Me levanto del suelo y vuelvo a entrar en el recinto del concierto. El sonido de risas me lleva hasta nuestro camerino. Entro si llamar y veo allí al resto de Auryn, Mía y Andrea. Me mejor amiga está hablando animadamente con Álvaro, Blas y Dani mientras Mía y David están apartados del resto tonteando.
Me siento en el sofá y apoyo mi mejilla sobre la mano. Miro a todos sin decir nada. Blas sin querer ha abierto heridas que tardaron años en cicatrizar.
Todos proponen salir a cenar y después tomar unas copas pero yo decido irme a casa con la excusa de que estoy cansado.
Entro en casa y me tiro encima de la cama tal y como estoy. No me apetece hacer nada, sólo comer helado y ver la televisión.
Cuando he hecho acopio de fuerzas para ello, me levanto de la cama y voy hasta la cocina. Cojo un tarro de helado de chocolate del congelador y una cuchara del cajón de los cubiertos.
Me sobresalto al oír a alguien abrir la puerta. Adiós mi plan de pasarme la noche solo. Dejo el enorme bote encima de la mesa baja que hay en el salón y me pongo en pie para ver quién es.
En la puerta está Blas.
- Hola. -Saluda en voz muy baja y mirando al suelo.
- Hola. Pensé que estarías con el resto.
- No me apetecía salir.
Voy hacía el salón. Enciendo la televisión y lo dejo en el canal en el que está sin prestar atención a cuál es. Me quito los zapatos y me tiro en el sofá.
Un rato después viene Blas con el pijama puesto y los ojos rojos e hinchados por haber llorado.
Dejo el helado en la mesita y me levanto para abrazarle.
- Carlos, -Dice con voz rota.- voy a dejar Auryn.
Hola, hola, Lunatic@s. Blas quiere dejar Auryn, ¿os imaginais los motivos?
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