- Dile a los demás que he salido a dar una vuelta, ya les contaré todo cuando vuelva.

Me cojo una chaqueta y un gorro y me voy de casa dando un portazo. Necesito despejarme. Voy andando por las ajetreadas calles de Madrid sin rumbo-

Es curioso esto de ir por la calle y que la gente no me reconozca, incluso he visto una chica que estaba en el concierto de anoche. Sin darme cuenta mis pies me llevan hasta el portal de Andrea.

Llamo a su telefonillo y, como siempre, abre sin ni siquiera preguntar quién es. Subo hasta la quinta plata y llamo a la puerta B. Me abre todavía en pijama.

- Perdona, ¿nos conocemos? –Me pregunta el abrir la puerta.

- Soy Carlos.

- Encantada, soy Andrea. –Me da dos besos. – Si no te importa que te lo pregunte, ¿Carlos no es nombre de chico?

- Soy Carlos Marco, tu mejor amigo.

Me mira como si estuviera loco. Yo también tacharía de loco a alguien si me cuentan esto.

- A ver, no me vas a creer pero te juro que soy Carlos. –Se cruza de brazos. No parece que me crea mucho.– Si no me crees, sé que tienes un tatuaje de las reliquias de la muerte en el brazo igual que yo. –Levanto la manga de mi camiseta mostrándole mi tatuaje.

Me mira y parece que me cree un poco más. Se echa a un lado como dejándome entrar. Cierra la puerta tras de ella y me indica que me siente en el sofá.

- A ver, explícame de que conoces a Carlos y que extraña broma es esta. –Sigue sin creerme.

- Andrea, de verdad que soy yo. No sé qué ha pasado que esta mañana me he despertado así. Si no me crees, pregúntame algo que solo yo sepa.

- Si de verdad eres Carlos, dime con quien perdiste la virginidad.

- Fue contigo, teníamos diecisiete, nos pasamos bebiendo y desde entonces somos mejores amigos.

- Te odio. –Me dice riéndose y pegándome en el brazo.

Vale, esta chica se ha vuelto loca o algo.

- ¿Qué te pasa ahora?

- Que hasta siendo una tía vas a ligar más que yo, no es justo.

- Espera, ¿me crees?

- Te creo, prometimos no contar nada de la noche que nos conocimos. ¿Saben los chicos lo de tu "cambio"?

Me dejo caer sobre el respaldo del sofá.

- Solo lo sabéis Dani y tú.

Se levanta del sofá y tira de mi mano para hacer que yo también me levante.

- Entonces hay que ponerte guapa.

Me lleva hasta la habitación y abre su armario. Me tira uno vaqueros oscuros y un jersey blanco que cojo al vuelo. Abre un cajo bajo del armario y me lanza también un sujetador.

- Estoy acostumbrado a quitar sujetadores, no a que me los tiren a la cara.

- Es para que te lo pongas. Sabes ponerlos, ¿no? –Me pregunta riéndose.

- No soy tonto, ¿sabías?

- Lo pareces. –Me saca la lengua y sale de la habitación.– Voy a ducharme, cuando vuelva te quiero ver vestido con lo que te he dado.

Cierro la puerta y me quito la camiseta. Andrea es muy cabezota y sé que cuando se propone algo, lo cumple.

Me pongo el sujetador y me miro en el espejo que tiene Andrea en la puerta de su armario. La verdad es que estoy bastante bien, he salido ganando con el "cambio".

Me pongo el jersey y me cambio mis vaqueros por los que me ha dado y miro el resultado en el espejo. Nadie sería capaz de reconocerme ahora mismo.

Me tiro encima de la cama esperando a que Andrea vuelva. Un rato después entra en la habitación ya vestida.

- ¿Qué tal? –Le pregunto levantándome de la cama.

Me mira torciendo en gesto.

- No me gusta –Me da un vestido y unas medias negras. –, ponte esto.

Vuelvo a casa y entro con mis llaves y están todos jugando al FIFA, un derbi Dani y Álvaro contra Blas y David, aunque Álvaro sea de Barça.

Dejo mi chaqueta en la percha detrás de la puerta y entro en el salón. Todos parecen ignorarme y me tumbo en el sofá hasta que se quieran dar cuenta de que he llegado.

Juego al Candy Crush en mi móvil y estoy a punto de pasarme un nivel cuando alguien me quita el móvil de la mano.

- Oye, estaba a un movimiento de ganar.

Levanto la mirada y cuatro pares de ojos están mirándome. Dani es el que parece más tranquilo.

- Ya tarde –Me dice Blas en tono borde–, ¿quién eres y que haces aquí?

- Tampoco hace falta enfadarse, tranquilidad. –Digo incorporándome para dejar de estar tumbado y sentarme en el sofá.

- Explícanos ya quien eres y nos tranquilizaremos. –Esta vez quien habla es Álvaro.

Miro a Dani en busca de ayuda para explicarles esto. No sé ni por dónde empezar.

- A ver –Empiezo a decir–, esto es raro pero tenéis que creerme. Soy Carlos, es mismo Carlos que está en Auryn con vosotros. Esta mañana me desperté y era un chica, no me preguntéis como.

Blas, Álvaro y David se miran entre ellos y...

Hola, hola. ¿Cómo creéis que reaccionaron los chicos? ¿Creerán a Carlos o pensará que se le ha ido la pinza? ¿Por qué todos emparejais a Carlos con Dani?

Vota

Comenta

EAT COOKIES