Como imaginaba, las manos de Samuel eran frias y le provocaban escalofrios cada vez que tocaba su espalda.

—¿Nunca te curaste esto?—Le escucho preguntar, y de manera avergonzada nego.

—Y-yo no tenia tiempo—Susurro, sintiendo otro escalofrio recorrer su cuerpo cuando Samuel volvio a tocar su piel, con la crema que decia ayudaria a que las marcas disminuyeran su color.

—No tenias tiempo...—Le escucho repetir— Yo tampoco tenia mucho...—Murmuro por lo bajo el ojivioleta — Supongo que por eso quedaron tan mal...—.

—A-ah! ¡No c-creo que..e-este!—La verdad se le era imposible hablar, tener a Samuel enfrente lo hacia ponerse de nervios, y parecia volverse tartamudo cada vez que lo veia— No se ven mal—Susurro, avergonzado de si mismo.

—Fue hace tiempo...—Susurro Samuel—Ahora son mas pequeñas...y las tuyas, conforme pase el tiempo, deberian desaparecer almenos un poco—Agrego.

—Gracias—Dijo Ruben, mirando por encima de su hombro a Samuel, que tenia la mirada perdida mientras seguia con su trabajo.

Samuel se sentia extraño, mirando las heridas de Ruben, y pasando la llema de los dedos por ellas, se llenaba de un sentimiento de odio.

Le parecia que a aquella piel palida con pecas por todas partes no merevia tener esas marcas, le dolia pensar como se las habia hecho.

Y sobre todo, le dolia que al ver las marcas no podia evitar pensar en si mismo, recordando los golpes, palabras y...

—Agh—Una imagen le vino a la cabeza, obligandolo a levantarse de su lugar y dejar el tratamiento a las heridas de Ruben.

Sintio una arcada, y su cuerpo temblo levemente, sintio un sentimiento de asco recorrer todo su cuerpo.

"Tienes unos lindos ojos amatista"

—Samuel?—.

Otra arcada, ese sentimiento de repudio volvio a si mismo, y quizo desaparecer, poder olvidarse de aquello lo mas rapido que pudiera.

Dejar de sentirse profanado cada vez que um recuerdo de esa epoca llegaba a su mente.

"Son dulces~"

—Samuel—Sintio como Ruben le tocaba el hombro, con la mano temblando.

Pero no podia responderle, se sentia congelado y los recuerdos le atacan sin piedad, dejandole de paso las nauseas que se provocaba el mismo.

"Me pregunto... ¿Se veran igual mientras suplicas mas?"

Porfin sus piernas le fallaron y callo de rodillas al suelo, con los ojos lagrimiantes y una sensacion horrible.

El frio volvio, y esta vez parecia dispuesto a dejarse congelar sin objecion.

—Samuel! Dime algo—Ruben se agacho frente a el, con preocupacion y miedo, sus ojos se encontraron con los de Samuel y este sintio algo horrible.

—No los mires—Murmuro, cerrando los ojos mientras lagrimas saladas se le escapaban.

—Samu—Escucho que le llamaba, y aun asqueado de si mismo se tapo los ojos con miedo.

—No...—Murmuro, queriendo dejar de llorar, dejar de pensar, si era posible, no queria existir.

Sintio las calidas manos del menor retirar las suyas con cuidado.

—Samuel...mirame—Susurro el ojiverde, y Samuel abrio los ojos levemente, no queriendo preocupar mas al menor con cosas como aquellas.

Se encontro con el castaño sonriendole calidamente.

—Me gustan tus ojos, son muy bonitos—Le murmuro.

"Me gustan tus ojos, hermanito"

Las lagrimas terminaron por ganarle en ese momento.

¿Porque con Ruben se sentia tan libre? ¿Porque con el si podia llorar?
¿Porque el frio se alejaba cuando el estaba cerca?
¿Porque Ruben le sacaba sonrisas?

¿Porque con Ruben, podia olvidarse de todo y sentir que todo estaba bien?

Ruben le hacia recordar a cuando podia sonreir, haciendole coronas de flores a su hermana pequeña que le regalaba pequeñas sonrisas.

Y Samuel, hacia que Ruben se sintiera protegido, desde el primer momento, lo hacia sentir cuidado y procurado, aun con sus miradas frias y palabras directas, sentia que podia confiar plenamente en que lo cuidaria.

La gente piensa que un alma gemela es alguien con la que encajas perfectamente.

Pero se equivocan, un alma gemela, es un espejo.

Es la persona que te saca todo lo reprimido, que te hace volver la mirada a ti mismo y soltar, mejorar, cambiar.

Un alma gemela, es seguramente lo mas importante que puedas encontrar en la vida, porque llega tirando todo abajo.

Y te despierta de un golpe, gritandote "no estas solo" y mostrandote el mundo de una nueva manera.

Todo mutoamente.

Un alma gemela, es una sola alma viviendo en dos cuerpos.