EPILOGO.
Connor.
Detengo mi motocicleta en el estacionamiento del edificio, me quedo unos segundos inmóvil, disfrutando de los brazos de Ari envolviendo mi torso y su cabeza apoyada en mi espalda, sin embargo no dura mucho, ya que ella se separa.
Ella baja primero sin esperar que la ayude, bajo y dejo la motocicleta, suspiro y miro a Ari, ella cruza sus brazos, mordisquea su labio inferior, me mira dudosa y detesto la duda en su mirada, no quiero que la decisión de venir conmigo la haya tomado por la desesperación de huir de su madre.
Tomo su mano y camino hacia mi departamento, Ari camina a mi lado sin decir nada, el silencio me muestra que a pesar de estar cerca la lejanía entre ambos aún se encuentra.
Tú la creaste.
Susurra mi mente, aprieto mis labios, al estar frente a la puerta busco la llave en mu chaqueta, abro la puerta y hago el ademan para que Ari entre primero, ella me mira y entra en silencio.
Cierro la puerta a mis espaldas y la sigo, Ari mantiene sus brazos cruzados, no puedo negar que se ve hermosa con el vestido que lleva puesto, ella se encuentra hermosa para el día de la boda de su madre, boda a la cual no estará presente.
Ari recorre con su mirada el lujoso departamento, diferente al anterior que tenía y que ella ya conocía a la perfección.
-Este es tu nuevo hogar- Susurra.
Humedezco mis labios, doy un paso hacia ella y mi pecho duele cuando ella da un paso hacia atrás, frunzo mi ceño, llevo mi mano a mi cabello y lo despeino.
-¿Te arrepientes de haber venido conmigo?- Pregunto suavemente, el miedo de que diga que si me invade. Ella suspira, baja su mirada y niega luego de uno minutos de silencio.
-Es solo que... es extraño, estar contigo nuevamente- Susurra, se abraza a sí misma y evita mi mira, cierro mis ojos –Mi hermano dijo algo, y hasta ahora trate de no creerlo pero siempre estuvo la duda en mí, él dijo que alguien que ama no se aleja... y tú lo hiciste-
Sus palabras logran clavarse como afiladas dagas en mi pecho, me acerco a ella y sin esperar nada la abrazo, cierro mis ojos y disfruto de su conocido y dulce aroma.
-Soy un jodido hijo de puta- Murmuro entre dientes –No debí hacer lo que hice, nunca debí alejarme... pero pequeña, no lo volveré hacer, lo juro-
-En este tiempo, ¿estuviste con alguien más?- Pregunta suavemente con un toque de tristeza y miedo.
Mi cuerpo se tensa y frunzo mi ceño.
-¿Qué?, ¡por supuesto que no Ari!- Respondo incrédulo ante su pensamiento, cierro mis ojos y suspiro entendiendo.
Su cuerpo tenso lentamente se relaja, suspiro con alivio cuando corresponde a mi abrazo, su cabeza se apoya en mi pecho, y luego de tanto tiempo me siento completo nuevamente.
-¿No lo entiendes cierto?- Pregunto ante su miedo de que haya estado con otro persona, ella duda de mi amor hacia ella, duda de que la amo por haberme alejado.
Me separo un poco y tomo su rostro entre mis manos, miro sus hermosos ojos, la emoción me invade, ella está conmigo nuevamente.
-¿Aun me amas?- Pregunto suavemente, necesito escuchar la respuesta de sus labios, la miro ella frunce su ceño ligeramente, suaviza su mirada y coloca sus manos encima de las mías, dando una ligera caricias.
-Aun te amo- Susurra, sus profundos ojos me mira, la sinceridad y la ternura en ella, esa alma pura que me salvo, que me cambio y me ayudo a ser una mejor persona.
Recargo mi frente en la suya, doy suaves caricias a sus mejillas, cierro mis ojos y los abro sin separarme de ella.
-Pregúntame, pregunta si aún te amo- Susurro, ella me mira.
-Connor- Murmura dudosa, frunzo ligeramente mi ceño, roso sus labios sintiéndome deseoso por probarlos nuevamente.
-Por favor... pregúntame- Pido nuevamente, ella suspira, cierra sus ojos.
-¿Aun me amas?- Pregunta con voz temblorosa, me duele escuchar la duda en su pregunta, y quiero dejar claro lo que siento.
-Te amo, te amo más de lo que imaginas, te amo tanto que me volvería loco si no estás más junto a mí, no te dejare ir nuevamente Ari, quiero tenerte para siempre- Aseguro con voz ahogada.
Llevo mi mano a mi cuello y quito el collar que llevo desde hace tiempo atrás, los latidos de mi corazón se aceleran, saco el anillo que cuelga del collar y con manos temblorosas tomo las de Ari, sonrío con nerviosismo y las lágrimas se acumulan en mis ojos.
Ari abre sus ojos, entre abre sus labios y suelta un jadeo de sorpresa, las lágrimas se acumulan en sus ojos, su labio inferior tiembla levemente mientras me inclino de rodillas frente a ella.
-No puedo esperar más, ya espere mucho tiempo y lo odie- Comienzo a decir, las lágrimas en su hermoso rostro baja por sus mejillas, tomo un respiro y acaricio su mano izquierda –No quiero estar mejor de ti nuevamente, sé que aun somos jóvenes, sé que esto es precisado, pero estoy seguro de algo y es que encontré a la mujer que quiero que pase su vida junto a la mía, quiero despertar contigo cada mañana, quiero tenerte en los buenos y los malos momentos, quiero que seas tú la madre de mis hijos... quiero que seas mi todo por siempre... quiero que seas mi esposa, mi compañera de vida- Termino de decir sin poder evitar que algunas lágrimas se escapen de mis ojos.
Ari solloza, eleva su mano derecha libre y tapa su rostro, le toma unos segundos reponerse, quita la mano de su rostro, me mira y asiente.
-Quiero estar contigo por siempre Connor, quiero que seas mi todo por siempre- Afirma con voz temblorosa, sonrío ampliamente, controlo mis manos temblorosas y coloco el anillo en su dedo anular, me levanto y la abrazo nuevamente.
Cierro mis ojos, disfruto de su cercanía, disfruto de la calidez y ternura de mí ahora prometida, ella solloza contra mi pecho, me separo un poco y reparto besos por su rostro, una y otra vez, ella sonríe pero aun no logra controlar las lágrimas.
-Esto es precipitado, pero porque tardar lo que es inevitable- Digo sonriendo, ella me mira y sonríe mientras asiente, miro sus labios me inclino y los tomo, con necesidad.
-Te extrañe- Susurro contra sus labios mientras vuelvo a probarlos –Te extrañe tanto-
Tomo su delgada cintura, la elevo y ella envuelve sus piernas en mi torso, ella sonríe y cada parte de mi sistema tiembla ante lo hermosa que es, camino hasta el sofá cercano, me siento con ella en mi regazo, suspiro y acaricio su rostro.
-Te extrañe mucho más- Murmura, cierro mis ojos unos segundos y vuelvo a abrirlos encontrándome con su dulce mirada.
-Merecías que te propusiera matrimonio de una forma distinta... prometo que lo arreglare, lo hare de la forma correcta- Digo seguro, ella sonríe levemente, elevo mi mano y acaricio su cabello castaño suelto.
-Es perfecto si estas a mi lado- Pronuncia con suavidad, sonrío, me acerco a su rostro y beso con delicadeza sus labios, mis manos se deslizan de su cintura a sus piernas desnudas, su vestido se encuentra arrollado.
Ella rompe el beso, baja su mirada y guarda silencio unos segundos, frunzo mi ceño y la miro con confusión, su rostro paso de feliz ha afligido en segundos.
-¿Qué ocurre?- Pregunto, tomo con mi mano su barbilla y analizo su dulce mirada.
Ella mira a su alrededor observando el departamento, se remueve y mordisquea su labio inferior.
-Todo en este lugar se ve lujoso, estas teniendo éxito siendo boxeador profesional... tu vida ahora está aquí en New York... y yo-
-Mi vida está en donde tú estés, volveré a los Ángeles- Aviso sin dejar de mirarla, ella abre sus ojos sorprendida y niego, lo que me deja más confundido.
-No quiero que dejes esta gran oportunidad- Pronuncia angustiada, suspiro, sonrío levemente y niego.
-Tu padre hablo conmigo hace un tiempo, me pidió volver a su compañía... él quería que volviera por ti, pero yo rechace la oferta, hablare con el nuevamente- Explico con lentitud, ella eleva sus cejas.
-¿Mi padre hablo contigo, él quería que volvieras por mí?- Pregunta sin poder creerlo, sonrío y asiento.
-Creo que él cree en mi ahora, él sabe que he cambiado... gracias a ti- Afirmo, ella me mira un leve rubor aparece en sus mejillas, sonrío y beso su frente.
-Entonces, ¿volverás conmigo?- Pregunta sonriendo, suspiro y asiento.
-Lo hare- Aseguro, ella sonríe ampliamente, eleva su mano y mira el anillo de compromiso en su dedo, muerde su labio inferior y me mira.
-Estaremos juntos por siempre- Dice con sorpresa en su voz, asiento y elevo mi ceja.
-Así es amor, estas jodida, no puede deshacerte de mi ahora- Murmuro con gracias, ella sonríe, envuelve sus brazos en mi cuello y me abraza.
-No puedo creer que me propusieras matrimonio- Susurra con emoción, sonrío y cierro mis ojos.
-Serás la señora Smith- Digo sin poder dejar de sonreír, mi sonrisa se desvanece poco a poco –¿No te arrepientes de haber dicho que sí?- Pregunto en un susurro, con temor de que cambie de opinión.
Ella se aparta de mí, me mira y frunce su ceño viéndose adorable.
-Por supuesto que no, serás mío de todas las maneras posibles- Dice con seriedad pero sin poder evitar mostrar una amplia sonrisa a lo último.
-¡Maldición! Como te amo pequeña- Pronuncio para luego tomar ambos lados de su cara y plantar un beso en sus labios.
Cuando nos separamos ella se recarga en mi pecho nuevamente, y la paz que se forma es increíble, la tranquilidad de estar a su lado, de sentirla conmigo, de saber que estará conmigo por siempre me llena de tranquilidad.
-Connor y Ari Smith... suena perfecto- Susurra contra mi pecho, y mi corazón palpita con emoción, la jodida sonrisa en mi cara no puede desaparecer.
Luego de un silencio ella se separa y me mira curiosa, elevo mi ceja esperando su pregunta.
-¿Desde cuando tienes este anillo?- Pregunta, suspiro y la miro sonriendo -¿Desde cuándo Connor?- Pregunta nuevamente curiosa.
-Hace un tiempo, lo vi el día que compre el collar que te di- Ella abre sus ojos sorprendida –Lo vi y supe que era perfecto para ti, lo he guardado para este día, sé que no fue de la manera más romántica, pero... no te quiero dejar ir nunca más- Digo sinceramente, tomo su mano izquierda y dejo un beso encima del anillo en su dedo –Aquí es donde pertenece, y se ve tal y como lo imagina tantas veces en tu mano, es perfecto para ti-
Noto como lagrimas se acumulan en sus ojos frunzo mi ceño y niego.
-No amor, no quiero que llores- Digo, elevo mi mano y quito una pequeña lágrima.
-Es solo que no puedo evitarlo, te amo - Pronuncia con voz quebrada. Muerdo mi labio inferior.
-Yo te amo mucho más pequeña- Aseguro, suspiro y frunzo mi ceño –Ya quiero ver la reacción de tus padres y tu hermano- Digo divertido.
-Van alucinar- Dice sonriendo, asiento y niego.
-Espero que a la loca de tu madre no le dé un paro cardiaco- Ella suspira y asiente.
-Ella estará ocupada, cometiendo un gran error en su vida- Murmura con seriedad, guardo silencio y entre lazo mi mano con la suya.
-Lo único que importa en este momento es que serás mi esposa- Digo tratando de eliminar la tensión en su cuerpo, y funciona ya que ella sonríe y el sonrojo corre en sus mejillas.
-Y tu serás mi esposo- Pronuncia, ríe y baja su mirada –No puedo creer que lo serás, esto es perfecto-
-Lo sé, no sé qué he hecho para que la vida me recompense de esta manera-Murmuro más que agradecido por tener a la persona que amo junto a mí.
Ella muerde su labio inferior, se inclina y rosa mis labios.
-¿Qué tal si celebramos?- Pronuncia con voz seductora, sonrío ampliamente.
-Me parece una excelente idea, muero por hacer el amor con mi prometida- Susurro, tomo su cintura y me levanto con ella, dirigiéndome a mi habitación –He esperado tanto este momento- Digo con diversión, ella mira mis labios y sonríe asintiendo.
Soy el jodido hombre con más suerte en el mundo.
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Este es el epílogo amores, pero aún no termina, quedan los capítulos extras, así que hasta pronto ♥️
Denle mucho amor🖤
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