Capítulo 59

                                     CONNOR.


La estrecho contra mis brazos sintiendo que no es real, sintiendo que es una jodida broma el que todo esté en calma ahora, cierro mis ojos con fuerza, su rostro pálido y sus labios ensangrentados pasan por mi mente como un maldito recuerdo, la ira y la imponencia me destrozan por dentro.

Todo fue mi culpa, la chica que amo casi muere y no pude hacer nada para evitarlo, ella podría haber dejado este mundo por mi culpa, una chica tan dulce como ella estuvo expuesta a la muerte y todo por mi maldito egoísmo.

Muchos me advirtieron y no los escuche. El tenerla ahora junto a mi es más de lo que merezco.

No me arrepiento de haberla conocido, ella cambio mi estúpida forma de pensar, ella me rescato de la soledad y la oscuridad, por mucho tiempo sentí ira, resentimiento y odio, y me dolía vivir de esa forma aunque no lo demostrara.

Ari eleva su rostro, sus ojos rojizos me miran con ilusión, sonrío levemente, el molesto dolor en mi cabeza aún permanece pero no deseo preocuparla más, noto que perdió peso, sus facciones en su rostro se marcan un poco y me odio por saber que fue a causa mía.

-No puedo creer que estés bien- Murmura con voz temblorosa –Estas de vuelta, junto a mí- Agrega esta vez llevando su delicada mano a sus labios evitando un sollozo.

Trago con dificultad y asiento, humedezco mis labios secos, y tomo su mano entrelazándola con la mía, su mano pequeña y delicada hace un contraste perfecto con la mía.

-Tenía que hacerlo, tenía que volver y saber que estabas bien. No me hubiera perdonado si tu...-

-Estoy bien, no tienes que preocuparte por eso- Interrumpe con ternura en su voz, el malestar en mi pecho aumenta, y me es imposible mirarla a los ojos.

-Ni si quiera puedo perdonarme por lo que sucedió, no pude protegerte- Murmuro con tristeza, Ari niega y acaricia mi rostro.

-Si lo hiciste, llegaste a ese lugar por mí y no me dejaste, estuviste a mi lado y si ese hubiera sido mi último momento, me hubiera ido feliz, porque estabas a mi lado- Frunzo mi ceño y aprieto mis manos en puños ignorando el dolor punzante de la aguja en mi mano.

El escuchar sus palabras e imaginar que ella no estuviera conmigo causa un gran dolor.

-Pero eso ya no importa, porque estamos bien, y porque estamos juntos- Añade con una sonrisa, trago con dificultad, observo sus profundos ojos azules llenos de su inocencia, empujo mis dolorosos pensamientos y acaricio su mejilla con suavidad.

...

Dos días más habían pasado, Ari salía del hospital y podía volver a su casa eso me hacía feliz, saber que se encontraba bien me hacía inmensamente feliz.

Doy un bostezo, no de podido dormir sin un sedante, las pesadillas han evitado mi sana recuperación por lo tanto los doctores creen que es mejor se me mantienen sedado algunas horas. Las pesadillas no son simples sueños, son recuerdos y algunos de ellos se distorsionan mostrándome mis miedos, el ver a Ari morir se ha vuelto frecuente.

Observo como la puerta se abre, espero ver a Ari o mi madre, incluso a Lennox o Alex, pero la persona que cruza la puerta me deja completamente estático. Frunzo mi ceño y me reincorporo en la cama con dificultad, me siento y observo atentamente a la madre de Ari mirarme.

Su mirada muestra disgusto y con un pequeño gesto de molestia me recorre lentamente, un sentimiento de advertencia me hace mantener en silencio esperando por algo de parte de ella.

Sé que no debo tener un buen aspecto, los golpes en mi rostro y el vendaje en mi cabeza no es algo agradable de observar pero eso no me intimida ante ella. Sé cómo ha tratado a Ari y su presencia me molesta tanto o más de lo que a ella parece molestarle la mía.

-No puedo creer que mi hija arriesgara su vida por alguien como tú- Escupe entre dientes.

El ruido de sus tacones se escucha cuando se acerca lentamente hasta quedar a un lado de mi cama, observo como el vuelve sus manos en puños y me mira con desprecio.

-Tienes idea de lo que su imagen ha sido dañada, haz visto la herida en su espalda, eso dejara una cicatriz, los golpes en sus mejillas y el de su labio son horribles, le tomara tiempo recuperarse y tener actividades en la agencia- Dice con indignación, elevo mi ceja al escucharla.

Todo muestra una cosa en ella, su simple interés por el físico de su hija, Ari es una chica hermosa y su madre lo sabe, por años ha estado aprovechando la belleza de ella y ganando dinero de esta. El recordar el rostro triste de Ari al confesarme que su madre solo le gusta el dinero que le genera hace que la molestia me haga repudiar a la mujer frente a mi.

-Por un momento pensé que estaba preocupada por la salud de Ari, pero veo que lo único que le preocupa es que el dinero no llegue a sus manos- Murmuro con burla, tratando de ocultar la ira que siento hacia su descuido.

Nunca poder entender como esta mujer no puede apreciar el cariño de una chica tan dulce y sincera como Ari, simplemente muestra su horrible forma de ser.

Una bofetada en la mejilla me hace desviar mi rostro, aprieto mis labios y respiro con dificultad, trato de controlarme y no hacer alguna estupidez. Un fuerte mareo me aturde por un momento, pero sus palabras hacen que centre mi atención en ella.

-Como te atreves a hablarme de esa forma tan insolente, no puedo creer que mi hija este con una basura como tú, todo su futuro está en peligro por tu culpa, ¿tienes idea de lo que le espera a ella si esas horribles cicatrices quedan?, nadie la querrá, el modelaje es lo que ella siempre deseó, cualquier agencia está dispuesta a aceptarla pero tu estas arruinando todo - Dice entre dientes con molestia –No solo estas arruinando su apariencia y su salud, estas arruinando su futuro- Agrega cruzando sus brazos.

Me mantengo mirándola en silencio intentando controlar mi ira, aprieto mis manos y tenso mi mandíbula.

-La cuide por mucho tiempo, no le permití relacionarse con nadie por esta razón, y ahora resulta que un delincuente está destrozando todo lo que hice- Termina con voz fuerte, lleva una mano a su pecho y respira de forma agitada.

Clavo mis ojos en ella, mi cuerpo se tensa pero mantengo la calma, intento mantener mi mente despejada, una sonrisa sin humor se forma en mi rostro y ladeo mi cabeza evaluándola.

­-No estoy jugando con Ari. Sé que alguien como usted nunca lo entenderá porque creo firmemente que nunca ha amado a alguien, pero le aseguro que Ari es todo para mí, siento lo que ocurrió, de verdad desearía borrar todo lo que sucedió porque me está haciendo pedazos- Me atrevo a decir con seriedad, ella eleva su barbilla de forma altanera –Amo a Ari, de eso estoy completamente seguro, daría todo por ella-

-Entonces aléjate- Interrumpe, una sonrisa fría se forma en su rostro, cruza sus brazos y se acerca sin borrar su expresión arrogante – ¿Crees que no sé quién eres?- Pregunta lentamente, mi cuerpo se tensa y me mantengo en silencio –Eres un delincuente, una basura dispuesta a corromper a mi hija, no eres más que una piedra en su camino- Tenso mi mandíbula, respiro con dificultad sintiendo la ira comenzando a apoderarse de mi sistema.

-Es mejor que salgas- Murmuro con dificultad. Su sonrisa fría se amplia y eleva su fina ceja.

-Tienes antecedentes, boxeador ilegal, no tomas en serio la ley, problemas de ira, ni tus padres te aceptan en su casa. Cometí un grave error en dejar a Ari estar contigo tanto tiempo, tú mismo viste las consecuencia...dime, ¿Por cuánto tiempo más va estar segura?, contigo está en peligro-

Aprieto mis labios y aparto mi mirada, cierro mis ojos y un nudo enfermo se forma en mi estómago.

Por cuento tiempo va estar segura a mi lado.

-No dejaría que algo le suceda de nuevo- Murmuro suavemente, maldigo en mi interior al escuchar mi voz quebrada.

-No me hagas obligarte a alejarte de ella, esto es absurdo, aun es menor de edad, esto es ilegal, estarás tras las rejas con una llamada mía diciendo que tú la acosas o has abusado de ella- Elevo mi mirada de inmediato hacia ella, sus ojos calculadores me miran y una sonrisa satisfecha se apodera de su rostro.

-No puedes alejarme de ella- Aseguro aturdido, mi pulso aumenta y esta vez el miedo de no ver a Ari se instala de forma dolorosa en mi pecho –Sin ella yo...-

-Hare lo que tenga que hacer, ella está en peligro contigo, cuantos enemigos más tienes, además, no tienes nada que ofrecerle en un futuro, dime ¿acaso piensas seguir en esas peleas ilegales?, ¿esperas que ella te visite tras las rejas?- Pregunta con burla y arrogancia.

Parpadeo mirándola unos segundos, bajo mi mirada hasta la intravenosa en mi mano y pienso en sus palabras, Ari nunca tuvo que haber pasado por todo esto, el peligro de morir, el dolor y la angustia.

-Eres inteligente, si la amas aléjate- Murmura la madre de Ari por última vez, escucho sus pasos alejarse y luego de unos segundos la puerta cerrarse.

Los minutos pasan y continuo con mi mirada perdida, imágenes de Ari muriendo pasan por mi mente, cierro mis ojos, mi labio inferior comienza a temblar, es cuestión de segundos para no poder más y romper a llorar.

Es imposible pensar en una vida sin ella.

...

Una semana ha pasado, los días transcurren con lentitud, Ari me visita todos los días. Observo el reloj en la pared Ari no tarda en llegar, siempre llega antes de la cena, la comida de hospital es horrible así que ella se asegura de que coma todo.

Los doctores se sorprenden por mi rápida recuperación, incluso uno de ellos aseguro que mañana sería mi salida, sin embargo tomarían la decisión dentro de algunas horas.

El sonido de la puerta llama mi atención, Ari entra con una gran sonrisa, sonrío observándola con un poco de tristeza, se encuentra hermosa, me pregunto si dentro de algunos años será aún más hermosa.

Si la amas aléjate.

Las palabras de su madre se repiten en mi memoria todos los días, noto como ella camina hasta sentarse en la orilla de la cama, se inclina y besa de manera dulce mis labios.

-No podía esperar para verte- Susurra suavemente, sonríe pero su sonrisa se borra lentamente al no recibir respuesta.

Noto la preocupación en sus ojos, aclaro mi garganta y simulo una sonrisa, elevo mi mano acariciado su suave mejilla. Memorizando cada parte de su rostro.

-Yo también te extrañe- Susurro sinceramente, el brillo vuelve a su mirada y sus mejillas se ruborizan levemente.

-He estado poniéndome al día en el instituto, debo de estudiar mucho, pronto hare los exámenes finales me siento un poco atrasada por haber estado en el hospital, pero con la ayuda de Kelsey, Lennox, los podre pasar- Hace una mueca y suspira.

Mi sonrisa se vuelve tensa, ella no debería estar en esta situación, se merece una vida tranquila, no estar en el hospital mientras sus amigos están en el instituto.

-¿Que sucede?- Pregunta haciéndome reaccionar, parpadeo un par de veces y niego.

-Es solo que observo lo hermosa que eres- Murmuro con calma.

Ari se remueve y me mira insegura, sus lindos ojos me miran con curiosidad y baja su mirada, muerde su labio inferior y noto como frunce ligeramente el ceño.

-Sé que hay algo mas- Susurra con timidez y preocupación.

Elevo mis manos y tomo sus delgados brazos para acercarla a mi pecho, la abrazo y cierro mis ojos sin responder a su duda, inhalo su dulce aroma como si fuera la ultima vez, y procuro sentir el calor de su cuerpo.

...

Elevo mi ceja al observar la pequeña tarjeta que Carl me extiende, la incomodidad en su rostro y la vergüenza son una mescla que me hace dudar al tomarla.

-¿Qué es esto?- Pregunto dudoso. Carl me observa, pasa una mano por su cabello y suspira con derrota.

-¿Conoces esa compañía?- Pregunta con voz cansada. Bajo mi mirada hasta la tarjeta y leo con detenimiento, frunzo mi ceño al ver de qué compañía se trata.

-Sé que esta es la mejor compañía de Boxeo en Brookly New York- Digo aun sin comprender, Carl eleva sus cejas y asiente.

-Antes de la pelea con Brad, en la pelea de muestra que tuviste, estuvieron algunos cazas talentos de esa agencia. Notaron tu talento y hablaron conmigo, no les importa los antecedentes ellos arreglaran eso- Explica con un poco de emoción, sin embargo para mi es distinto.

Sabía que debía alejarme de Ari, pero no que estaría tan lejos de ella.

-Desde hace cuánto esta esa oferta- Pregunto con voz seria, Carl desvanece su sonrisa y ahora parece avergonzado.

-Desde la noche de esa pelea. No quiera dejarte ir, aún faltaba la pelea con Brad y te necesitaba, sabía que eso nos daría mucho dinero, pero luego de lo que ocurrió, me siento terriblemente mal por no haberlo evitado- Su voz se escuchaba sincera.

Observo nuevamente la tarjeta y la sostengo de manera firme en mi mano.

-Voy a pensarlo- Digo después de varios minutos, Carl suspira y asiente.

-Lo siento Connor, fui un bastardo, eres como mi hijo y me porte como un egoísta- Murmura preocupado, aprieto mis labios y asiento levemente.

-Si me hubieras dicho antes no lo habría aceptadode todos modos... ahora todo es distinto- Murmuro con seriedad tratando deocultar la profunda tristeza que me ha hecho compañía los últimos días.    

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Nuevo capitulo

Voten para continuar mis amores.

Gracias por todo el apoyo, ya estamos llegando en los últimos capítulos, estamos a tan solo dos o tres de  un bello y conmovedor final.

INSTAGRAM: Keithkatt96

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