ARI. 

Escucho mi odiosa alarma sonar a dúo con los gritos de mi madre desde la planta baja de nuestra casa, cierro mis ojos con fuerza no quiero levantarme, esas son las consecuencias de acostarme a las dos de la madrugada por hablar con Kelsey mi mejor amiga, por medio de video llamada, la quiero demasiado pero es capaz de hablar por cinco horas seguidas sin parar. 

Sin embargo la extraño ya que nos separamos cuando mis padres se divorciaron y mi madre obtuvo mi custodia debido a que soy menor de edad, y de esa forma deje atrás lo que una vez fue felicidad en mi vida.

Suspiro y abro lentamente mis ojos, decido dejar atrás mi pereza y me levanto de mi cama para buscar en mi closet ropa cómoda que ponerme, luego de veinte minutos de una relajante ducha me preparo mentalmente para escuchar los regaños de mi madre, como de costumbre. 

Cuando bajo las escaleras voy revisando algunos mensajes y notificaciones, pero levanto la mirada cuando escucho a mi madre frustrada discutiendo con alguien por el móvil, lo paso por alto y me dirijo a la cocina.

-¡Ari!- grita entrando a la cocina y por poco me ahogo con el cereal, trago con dificultad y la miro

– Quiero que me esperes en cinco minutos en el auto, tienes una sesión de fotos en treinta minutos, ¡te dije que te levantaras temprano!-  Exclama con enfado, aprieto mis labios y me centro en mi cereal. 

Ella me mira con severidad y luego se retira de la cocina, trato de comer lo que puedo del cereal antes de que mi madre grite de nuevo, lo dejo en el lavadero y me dirijo a mi habitación,  rápidamente voy al baño, me cepillo los dientes, corro al espejo y me hago una cólera alta, tomo mi bolso, introduzco mi móvil y no pueden faltar los auriculares, suspiro y camino hasta el auto.

..... 

Estoy tan sumida en los recuerdos de cuando era niña que doy un salto cuando mi madre entra al auto y cierra la puerta con fuerza.

-Quiero que te comporte con educación hoy en la noche- Dice, dando marcha al auto para salir del estacionamiento.

-¿Porque?- Pregunto tratando de desenredar mis auriculares para escuchar música, sin ellos no sobreviviría en un auto con mi madre. 

-Hoy vamos a cenar con Mathew- Respnde con seriedad, cuando escucho el nombre del nlvio de mi madre un nudo de forma en mi vientre. 

-No quiero ir, además tengo mucha tarea para mañana- Murmuro con suavidad. 

-Ari, no quiero discutir, me duele la cabeza, no estoy para tus niñeras, te quiero lista antes de las siete- Exige sin mirarme mientras aprieta el volante con sus manos.

-Pero...-Intento protestar. 

-¡Basta!- Grita interrumpiendome, mi cuerpo se tensa, me mira unos segundos, aprieto mis labios y opto por colocarme los auriculares y dejar que la música me tranquilice.

Luego de treinta minutos de viaje en la que ninguna dijo ni un palabra llegamos a la agencia, caminamos con prisa, al llegar al salón Marcos nos recibe, es un señor de treinta y dos años, lo aprecio mucho, es un buen hombre que varias veces me ha ayudado con las exigencias de mi madre, además es el manager de varias modelos entre ellas yo.

-Samanta, Ari llegan a tiempo, ¿como están?-Nos saluda Marcos a mi madre y a mi con su habitual sonrisa.

-Marcos, estamos bien, Ari ve a maquillaje- Demanda mi madre,  me limito a asentir, le regalo una sonrisa a Marcos y me dirijo a maquillaje saludando a algunas modelos que he conocido y me he llevado bien.

El modelaje siempre me gusto, pero últimamente no me sentía bien con lo que hacía. Simplemente quería regresar el tiempo a cuando todo estaba bien o al menos cuando mis padres aparentaban que todo estaba bien y yo era feliz con mi hermano.

Sonrío con tristeza recordando a Sean, él es mayor que yo y  es muy guapo o bueno al menos eso dice Kelsey todo el tiempo, solo lo veo las pocas veces que viajo a casa de mi padre en Los Ángeles, los extraño mucho.

-Ari, es tu turno- Dice el fotógrafo, salgo de mis pensamientos, con cansancio asiento y me acerco. 

***

Suspiro triste, me encuentro en mi cama acostada, pensando en la estúpida cena de esta noche, justo cuando son las seis de la tarde me levanto y me comienzo a preparar.

 Una vez lista bajo y me encuentro a mi madre en la sala, se ve hermosa, ya que lo es, me da una sonrisa cuando me ve con uno de los vestidos de los cuales ella me regalo, yo trato de devolverle la sonrisa pero no me sale, entonces nos dirigimos al auto y a lo largo del camino solo miro por la ventana preguntándome cual será el momento en el que me corresponda ser feliz.

-Ari, sé que Mathew no te agrada pero quiero que por lo menos finjas y sonrías- dice, mientras caminamos hacia el lujoso restaurante que tanto odio, siempre me trae a sus cenas aburridas llenas de lujos y personas hipócritas.

-Como están las chicas más bellas de esta tierra- Dice Mathew con voz socarrona viendo a mi madre desde abajo hacia arriba con una mirada perversa.

Su mirada se posa en mí mientras abraza a mi madre, me mira detenidamente y sonrie de medio lado, de igual forma sin que mi madre se dé cuenta, arrugo mi nariz y aparto mi mirada. 

-Estamos bien cariño- Responde mi madre mientras lo besa, me limito a observar a una familia en una de las mesas, desearía tener algo como eso.

-Me alegro, bien, vamos a la mesa- Propone elevando sus cejas. 

Caminamos hasta la mesa la cual queda al lado de una ventana grande con vista a la ciudad, mejor, así podre distraerme.

-Cuéntame Ari, ¿como va tu carrera de modelo? - Pregunta Mathew apoyándose sobre sus codos en la mesa mirándome, mi madre me mira y eleva sus cejas en forma de advertencia.

-Bien- respondo secamente, error, al instante siento como me pisan el pie y recuerdo sus palabras antes de entrar al restaurante, entonces continuo-Es cansado por el estudio, pero estoy tratando de organízame- Contesto y dirijo mi mirada para donde mi madre, ahora está sonriéndome satisfecha.

-Entonces fue buena idea decirle a tu madre que recibieras clases particulares- Me da una sonrisa, muerdo el interior de mi mejilla y me remuevo incomoda en el asiento.

Miro por la ventana y parpadeo triste, quería seguir en el instituto como todos, pero no, ahora la poca libertad que tenía la he perdido.

-Buenas noches, ¿que desean ordenar? - Me saca de los pensamientos un joven que toma nuestro pedio, del cual Mathew se encarga.

...... 

El transcurso de la cena iba tranquilamente mi madre y Mathew hablando de sus respectivos negocios, él es director de una importante empresa de autos y mi madre es decoradora de interiores, mientras me centraba en observaba la ciudad en silencio, pero mi tranquilidad termino cuando mi madre hablo.

-Ari, esta cena es para darte una noticia importante- Me tenso de inmediato y lo primero que pienso es "que no esté embarazada por favor" y luego "que no se case con Mathew por favor" y por ultimo esperanzada pienso "será que me va enviar con mi padre".

-Ari, tu sabes que amo a tu madre- Explica Mathew  tomando la mano de mi madre y besándola, no le creo a sus palabras, mi estomago se revuelve y es cuando pierdo mis esperanzas.

-Ari, eres una chica grande y espero que entiendas, Mathew va a vivir con nosotras- Cuando escucho a mi madre hablar me quedo en shock, veo sus labios moverse y seguir hablando pero no logro comprender nada.

-¿Ari?- Mi madre me llama la atención, parpadeo y fijo mi vista en mi madre cuando logro salir del shock

-Yo, tengo que ir al baño- Susurro con voz temblorosa, 

Sin perder tiempo me levanto, camini con pasos torpes hacia el baño, cuando entro agredezco que no hay nadie,  me veo en el espejo y me lavo el rostro para ver reaccionar mejor.

- No puedo creer que esto este pasando, tengo que volver con papá- Murmuro, salgo del baño y cuando vuelvo a la mesa llamo la atención de los dos, Mathew con una sonrisa perversa como siempre me observa y mi madre con una mirada seria.

-Pasado mañana, llevara sus cosas, yo llegare tarde del trabajo, así que tú puedes ayudarle a instalarse- En lugar de una sugerecia se que es una orden, entre abro mis labios, solo puedo ver la confianza que le brinda a ese hombre para que me deje sola con él.

***

Cuando llegamos a casa cada una va a su habitación, me siento en mi cama y miro a la nada, escucho mi móvil sonar, lo busco y lo tomo, leo en la pantalla el nombre Kelsey, así que con rapidez le contesto.

-Hi bitch- Me dice con su típico tono feliz. 

Ella siempre es alegre y burlista, pero solo yo sé todo lo que ha sufrido por el bastardo de su padre que la abandono a ella y a su madre, sin embargo su madre es una mujer maravillosa y joven que se encargó de que salieran juntas adelante y ahora están más que bien y me alegra.

-Hola kels- Digo con voz triste sin poder evitarlo.

-Nena, que te pasa, te escucho triste que hizo la bruja de tu madre ahora- Distingo su tono enojado.

-Mathew va a vivir en esta casa- Le suelto sin pensarlo.

-¡Que!, No puede ser Ri- Protesta con disgusto. 

Sonrió cuando me dice "Ri" desde pequeña ella, mi padre y mi hermano me dicen así.

-Si, voy hacer todo lo posible por regresar- Mi madre pidió mi custodia porque sabía que mi carrera como modelo le iba a dejar buenas ganancias por eso ella me trajo a New York con ella y no a mi hermano.

-Ri, me gustaría mucho que volvieras, de verdad lo deseo- Su voz muestra mucha ilusión, tanto que me hace sonreír, pero pronto borro mi sonrisa.

-Sabes que lo he intentado y es prácticamente imposible, no me quiere a mi, quiere el dinero que le genero- Cuando digo eso se me forma un nudo en la garganta y mis ojos se ponen vidriosos por las lágrimas.

-Demonio, tendré que secuestrarte para sacar tu trasero de ese horrible lugar y traerte a Los Ángeles- Gruñe con voz divertida, haciendome reír y dejar de lado la tristeza, es por eso que la amo, no soporta que este triste, ella es como una hermana para mí.

Luego de hablar con Kelsey, me doy una ducha me pongo mi piyama y duermo deseando encontrar un verdadero motivo por el cual mi vida tenga sentido.

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Hola!! conozcan a Ari ❤