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Anime/manga: SERVAMP -サーヴァンプ-

(Sāvanpu).

Creador: Strike Tanaka

Pareja: Sleepy Ash [Kuro] x Mahiru Shirota. [Kuromahi/Kurohiru]

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Luego del pequeño "inconveniente" con el original regalo por parte de sus hermanos, y hacer mil maniobras para ocultar aquello sin resultar demaciado sospechoso o predecible, Ash se encontraba en una nueva problemática. Ahora mismo él estaba batallando con su mirada en silencio intentando no pestañar siquiera para tener un toque más amenazante. Se negaba a perder aquella mini guerra que había formado con el castaño y, justo como él, Shirota estaba negado a ceder.

— Yo tengo que dormir bien, soy un adolescente —. Argumentó fijando su mirada en el mayor con ambos puños sobre las mesa.

— Yo dormí en el sofá ayer —. Refutó con rapidez ganándose un puchero por parte del menor.
Había solo una almohada en toda la bendita casa, y no pensaban compartirla.

— El que llega primero gana —. Exclamó con una sonrisa dirigiéndose rápidamente hacia las escaleras sabiendo perfectamente la pereza característica que poseía el peliceleste .

— No es justo —. Kuro frunció el ceño subiendo perezosamente cada escalón lanzando maldiciones por lo bajo. Se quedó unos segundos en el marco de puerta contemplando el pequeño bulto entre las sabanas aferrado fuertemente a la almohada. Cerró la puerta con lentitud, sin hacer ruido alguno y moviéndose con sigilo por el cuarto hasta llegar al lado de la cama ; una vez llegó allí lo destapó rápidamente llevándose la almohada consigo.

— ¡Hey! —. Mahiru infló sus mejillas con el ceño fruncido intentando alcanzar el objeto deseado arrodillado en la cama. Ash, al ver esto, alzó ambos brazos imposibilitándolo completamente. Shirota tomó de la camisa al contrario tirándolo a la cama junto a él para poder ganar esa nueva pelea.

— Tramposo —. Susurró entre dientes con su rostro entre los suaves alcolchados. El doncel rió de manera juguetona como respuesta parándose animadamente para no ser atrapado por el peliceleste. Le sirvió de poco, ya que a Ash no le resultó muy difícil recostar al más bajo para poder poseer la almohada nuevamente.
Siguieron forcejeando y dando vueltas en la cama por la tan adorada almohada hasta que ambos quedaron exhaustos . Con la respiración acelerada, ambos decidieron llegar a un acuerdo compartiendo el cojín a duras penas.

— Quiero el lado frío —. Pidió jadeante tirando sus castaños cabellos hacia atrás y lanzando un largo suspiro.

— Esta bien, pero bájate —. Las mejillas de Mahiru adquirieron un tono carmín al darse cuenta en la posición en la que habían quedado ; él estaba sentado en su regazo mientras era sostenido por la cintura, la remera holgada que le había prestado el mayor se encontraba totalmente desacomodada y el lado derecho del borde de la misma se encontraba a la altura de la mano de Kuro, en su cintura, dejando ver despreocupadamente una parte de su ropa interior. Se dejó caer presurosamente al lado de su acompañante tapándose con las sábanas y cubriéndose el rostro con amabas manos totalmente avergonzado ganándose una mirada confusa por parte del contrario quien, al no percibir otro movimiento por parte del chico, se acomodó tranquilamente dando un último suspiro para cerrar sus ojos.

Notó a Mahiru removerse varias veces a su lado, pero prefirió ignorarlo pensando que era la incomodidad de dormir junto a alguien. No creía ser el único al que le resultaba nuevo sentir la presencia de alguien junto a él en la cama y notar como las respiraciones de ambos se mezclaban.
Estaba a punto de dormirse, pero un pequeño sonido le hizo abrir uno de sus ojos con desgano.

— ¿De qué te ríes? —. Susurró con la voz algo ronca pero con piscas de curiosidad dando un largo bostezo.

— Tus cabellos me hacen cosquillas —. Mahiru cubrió su nariz con la punta de sus dedos lanzando pequeñas y delicadas risas con sus ojos cerrados. Abrió sus ojitos color miel para encontrase con dos grandes orbes carmín que lo observaban con gracia - ¿y tú de que te ríes? -. Preguntó sin poder parar de reír.

— No lo sé —. Contestó él con una leve sonrisa plasmada en su rostro . Compartieron un par de risillas arropándose de manera inconciente dejando sus cuerpos juntos.
Shirota dió un pequeño bostezo refugiándose del frío en los brazos contrarios, los cuales lo recibieron de manera perezosa rodeando su cuerpo con delicadeza.
Apoyó su mejilla sobre la cabeza del castaño dejándose embriagar por aquel dulce aroma que desprendía el contrario y, aún con los ojos cerrados, susurró un "buenas noches".

Despertó ante la insistente y molesta vibración de su celular. El aparato reposaba en el pequeño mueble de madera de pino junto a su cama, vibrando ruidosamente. Bufó con fuerza intentando alcanzar el objeto sin incomodar o aplastar al castaño que se encontraba en sus brazos . Una vez con el celular en sus manos, admiró con una mueca de clara molestia de que se trataba ; era un mensaje del menor de sus hermanos.

Hey, el imbécil de Lawless no me deja dormir con la misma estúpida pregunta, ¿usaste el regalo?


Ash comenzaba a plantearse seriamente en que clase de cosas extrañas andaba el pelinegro,puesto que esta era la quinta vez que cambiaba de celular y de alguna forma misteriosa el menor siempre lograba obtener su número. Eso sin mencionar que logró saber la dirección de su casa antes de que siquiera él se mudara.

Claro que no, ahora deja de molestar y duérmete

Que tierno, ¡están durmiendo abrazados!


Su cuerpo se tensó completamente, estaba comenzando a incomodarse. Se sentó en la cama releyendo un par de veces el mensaje para saber si no había sido una mala jugada de su mente y, como si pudieran leer sus pensamientos, otro mensaje llegó.

Cámara frontal, onii-chan

Tsubaki , espantas, voy a bloquearte

Podría usar otro celular

Kuro frunció el ceño apagando el celular y colocándolo debajo de la almohada para intentar volver a dormirse, algo que nuevamente no fué posible gracias a otro mensaje por parte de su hermano.

Hay un festival la semana que viene, deberías ir

¿No puedes decirme eso en otro momento?

Nha

Ok, almenos intenta no decirlo como si hubieras puesto una bomba

No lo estoy diciendo, lo estoy escribiendo, idiota

Ya duérmete


Finalizó la conversación con ese último mensaje. Se recostó lentamente dejando su cuerpo descansar el el suave alcolchado contemplando la serenidad con la que dormía el castaño. Esbozando una sonrisa para luego quedar completamente dormido.

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