SKYLER.

Parpadeo cuando el auto se detiene, miro por la ventana y observo la casa de Anson, este aprieta su agarre en mi pierna, lo miro, su profunda mirada me mira unos segundos, trago un poco nerviosa por su mirada.

-Tu hermano se molestara- Murmuro recordando al adolescente rebelde y sus gestos de desagrado cada vez que estoy en su casa.

Anson frunce su ceño y mira hacia el frente, lo miro con atencion.

-Siempre esta molesto- Se limita a responder, elevo mi ceja y muerdo mi labio inferior reprimiendo decir lo que pienso.

Sonrío levemente ante sus palabras, recuerdo a mi hermana, esa niña sonriente que a pasear de sufrir muestra una gran sonrisa, aprieto mis puños ante la idea de que mi padre la dañe con todo este espectáculo que ha montado.

Mi sonrisa se borra poco a poco, el nudo se encuentra en mi garganta nuevamente, Anson toma mi mano y da leves caricias.

Miro por la ventana y respiro profundo de manera temblorosa.

-Creo que va a llover fuerte, deberíamos entrar- Murmura al notar que pequeñas gotas comienzan a mojar el cristal.

Anson baja de la camioneta y rodea el auto para abrir la puerta, tomo su mano y bajo con cuidado, el entrelaza nuestras manos y me guía hasta la puerta principal.

Miro nuestras manos entrelazadas, lo cálida que es y me pregunto, cuanto tiempo durare en destruirlo.

Sé que ocurrirá, sé que lo arruinare, es lo que siempre hago, es mi naturaleza.

Aprieto mis labios sintiéndome triste, vacía, como siempre sucede al caer la noche, ese sentimiento de soledad que me invade, que a pesar de tener todo no tengo nada.

Anson abre la puerta, coloca su brazo en mi cintura, se inclina y besa mi frente con suavidad, lo único que hago es mirarlo a los ojos, suspiro y entro.

Una vez adentro siento esa sensación de calidez, Anson cierra la puerta a mis espaldas.

-Ve a la habitación y toma una de mis camisas, estarás mas cómoda, preparare algo de tomar- Dice con voz ronca, muerdo el interior de mi mejilla y asiento.

Anson me mira unos segundos, su expresión es neutra como siempre, pero esta vez sé que me está estudiando, él sabe cómo me siento y es algo que no sé cómo hace.

Sin esperar más doy la vuelta y me dirijo a la habitación de Anson, subo los escalones con lentitud, la noticia de mi padre se repite en mi mente, detengo mis pasos y me apoyo en la pared, cierro mis ojos y me es imposible no soltar algunas lágrimas.

Llevo mi mano a mis labios y reprimo los sollozos, mi pecho duele, pienso en mi madre y el dolor es más fuerte.

Decido que ya no quiero sufrir en silencio, tomo mi vestido para evitar pisarlo y bajo con rapidez los escalones, camino con desesperación hasta la cocina, Anson deja la cafetera en la estufa y se voltea para mirarme.

Frunce su ceño al ver mi rostro, no espero nada y me acerco con rapidez hasta abrazarlo y ocultar mi rostro en su pecho, él se tensa y luego de unos segundos me abraza.

Da leves caricias en mi espalda, y guarda silencio, lloro de frustración de ira.

-Lo odio- Murmuro con voz ahogada –Voy a detener ese estúpido matrimonio, no sé como pero lo hare-

Gruño una vez más, Anson me levanta y me sienta en la encimera, me mantengo algunos minutos de esa manera mientras me desahogo, Anson simplemente me sostiene en sus brazos.

Luego de varios minutos las lágrimas paran, respiro con dificultad, me separo de su pecho y miro sus ojos, el me mira ese profundo gris que una vez me miraba con odio ahora lo hace con una luz de preocupación, acaricia mi mejilla y tensa su mandíbula.

-Deberías hablar con él- Sugiere lentamente, me es imposible no soltar una risa sin humor, es difícil cambiar, dejar de ser la chica arrogante y sarcástica de siempre.

-No se habla con William Baker, pensé que lo conocías los negocio es lo más importante para él, es evidente que no terminara con ese patético matrimonio solo porque se lo pida-Murmuro con amargura al pensar en mi padre.

Anson desliza sus manos hasta mi cintura, suspira y frunce su ceño.

-¿No dirás nada?- Pregunto suavemente al recordar en lo que hice con Amber, sé que a Anson no le gusta que me comporte de forma arrogante.

Llevo mis brazos a su cuello, el me mira sin entender mi pregunta, humedezco mis labios y ladeo mi cabeza.

-Por lo que le hice a Amber, eso probablemente arruinara la relación entre ambas-Digo suavemente, miro sus ojos, el eleva sus cejas.

-No me agradan ninguna de las dos- Es lo único que responde, sonrío, elevo mi rostro y le oy un beso rápido.

-Nunca había conocido a alguien como tú- Susurro, nuestros labios se rozan, el acaricia levemente mi cintura y me mira, eleva su ceja pero no dice nada –Tengo miedo...- Agrego con voz apagada.

Y es verdad, tengo miedo no de su apariencia de matón, no de eso porque sé que Anson es un chico bueno, tengo miedo a que se dé cuenta de que pierde el tiempo conmigo, de que cargo con mucho.

-¿De mí?- Pregunta con voz ronca, aprieto mis labios y niego.

-De perderte, de que abras los ojos y te des cuenta que no valgo, mi vida es patética Anson, lo viste esta noche y eso solo es el comienzo- Digo con dificultad, acaricio su cabello y lo miro –Todo lo que dijiste de mi es cierto, y dijiste que odiabas a esas chicas-

.Sé que no eres eso Skyler, eres una chica que protege a su familia y lo he visto, estas enfadada con tu padre por eso, él podría dañar a algunos que amas- Asegura, y se acerca más a mis labios –Me gustas Skyler, aunque seas traviesa, mimada y sarcástica la mayor parte del tiempo- Agrega, sonrío, el une sus labios con los míos.

Sigo sus movimientos, el beso se vuelve desesperado, deslice mis manos por su pecho, no necesitaba ver la camisa para poder ir abriendo los botones uno a uno, de pronto su gran mano tomo las mías, su rostro se separó del mío y me miro.

-Si sigues de esta manera no me detendré- Su voz era dura, y había advertencia en ella., lo cual me hizo temblar de excitación.

Sonrío de medio lado, muerdo mi labio inferior y me acerco más a su cuerpo, rosando mis pechos con su torno, elevo mi mirada y lo miro con fingida inocencia, el coloca su mano en mi muslo y aprieta mientras se inclina hasta llegar a mi oído.

-Dulce bebé, no juegues conmigo, no soy un niño soy un jodido hombre- Murmura con voz peligrosa contra mi oído.

Entre abro mis labios y jadeo, sonrío y humedezco mis labios.

-¿Qué pasa si no quiero que te detengas- Susurro con voz seductora.

Elevo mi mirada y busco la suya, sus ojos se oscurecen, él me toma de la cintura y me levanta, envuelvo mis piernas en su cintura y río con diversión.

-¿Qué tal si me demuestras todo lo que sabes?- Sugiero peligrosamente, roso mis labios con los suyos y el comienza caminar rumbo a su habitación.

-Te deseo Sky- Gruñe –No seré bueno contigo-

-No quiero que lo seas-

El me mira, sonríe de medio lado, muerdo mi labio inferior y miro sus labios, los latidos en mi pecho aumenta, deseosa por probar al chico frente a mí, se que se convertirá en mi nueva adicción, una adicción peligrosa. 

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Capítulo nuevo.

Voten para continuar amores.

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