«V I E R N E S»



Legoshi aterriza bruscamente en el suelo y rápidamente se enrolla para girar hacia adelante, gruñéndole a Gouhin cuándo puede levantarse correctamente de nuevo. El lobo se repuso fácilmente y saltó desde atrás hacia la espalda del panda. Lanzándose del lado para atacar con su pata derecha y luego, impredeciblemente golpeó con su izquierda un uppercut (golpe de boxeo) Deslizando su pierna hacia abajo para intentar hacer tropezar al otro con él y aún así Gouhin esquivó fácilmente.

Legoshi dejó escapar un gruñido frustrado y corrió hacia adelante con sus colmillos al desnudo, listos para morder. Gouhin sonrió y ni siquiera trató de esquivar el ataque. En su lugar, se mantuvo firme 'casualmente' y puso sus brazos hacia adelante sólo en defensa. Legoshi lo alcanzó en poco tiempo; preparándose al mandar su fuerza hacia su mandíbula, pero justo cuando está a punto de morder, las imágenes y recuerdos de carne fresca pasan rápidamente por su mente cuál película y él cae hacia atrás, con la boca cerrada por el horror de saber el daño qué podía causar.

Gouhin resopla con frustración al ver su silueta temblando en el suelo y va a sentarse al sofá más cercano. Enciende un cigarrillo y fuma un poco esperando a qué el menor se calme. Pasan un minuto o dos (tal vez cinco, o diez. ¿Quién está contando?) y finalmente, el lobo gris va a sentarse junto a Gouhin. Su cabeza gacha y su mente hundida en la miseria mientras deja salir feromonas de miedo.

"¿No te lo dije, mocoso? Aún no estas preparado". Legoshi mueve las orejas mientras escucha y se encorva aún más; agachando sus orejas y cola al máximo, el herbívoro sacude la cabeza con molestia. '¡Sólo mira lo que hizo Yafya! Arruinó a un buen, justo y perfecto niño, eso es lo que hizo'. Todavía se estremece ante la idea de Legoshi creyendo que debía quitarse todos los colmillos sólo por haber nacido cómo un carnívoro grande.

"Te has vuelto aun más lento, dudas demasiado. Me estás viendo cómo un herbívoro en lugar de como un oponente" Soltó con rabia "Céntrate en la realidad mocoso, yo no soy uno de tus frágiles novios herbívoros qué necesitan protección. Podría matarte ahora mismo y no habría nada qué pudieras hacer".

El lobo miró hacia arriba y casi inmediatamente volvió a bajar la cabeza "Lo siento Gouhin-san... es sólo qué desde mi pelea con Yafya-san yo sólo... me asusto demasiado de qué pueda morder a mi oponente y... qué no pueda detenerme" Se sacude ante el pensamiento. No tenía estos problemas con otros carnívoros, su naturaleza no le pedía ir tras ellos y cazarlos para comerlos. Sus instintos sólo le decían ¡gana-gana-gana!.

 Pero pelear contra un herbívoro luego de Yafya-san, luego de qué el.... Bueno, es seguro decir qué Legoshi preferiría no tener qué morder a alguien de nuevo durante alguna confrontación (nunca más, nunca). Después de todo, es el estilo de pelea qué ha entrenado desde siempre con Gouhin-san. Pero el peso de lo qué hizo siempre lo llevaba a flaquear, incluso en situaciones peligrosas.

Gouhin se rie para sí y sacude la cabeza. "Honestamente, sentiría pena de cualquiera con el que pelearas ahora". Se tarda más de lo normal en aspirar el humo de su cigarro y luego lo sopla sobre la cara de su aprendiz. "Estás sobreestimando por mucho a los herbívoros. Y eso es un grave error, permíteme demostrarte de nuevo la fuerza de un herbívoro" Gouhin dejo su cigarrillo en el cenicero y se levantó. Agarrando al grisáceo por la espalda y arrastrándolo de nuevo a la sala de entrenamiento. Legoshi jadeó en confusión mientras el panda lo arrastraba y lo lanzaba al suelo. Gouhin tronó sus dedos y sonrió a su manera. "Luego de que acabe de barrer el piso contigo. Desearás haberme mordido cuándo tuviste la oportunidad".

Algo dentro del panda se activó y Legoshi sólo observó cómo sus músculos se flexionaron y parecía crecer dos veces más en tamaño. Más tarde qué temprano, el canino se dio cuenta de qué Gouhin realmente se estaba conteniendo cuándo peleó con él anteriormente. 

. . . 

Por toda la siguiente hora, Gouhin lo tiró y arrastró por todos y cada uno de los rincones de la habitación. Golpeó su nariz, pateó su estómago y lo tomó de la cola para arrastrarlo por todo el lugar. El lobo estaba sangrando y enrollado sobre si para intentar qué todo doliera menos.

No había sentido tal dolor y desesperación por ganar desde su pelea con Riz. Y realmente no tenía el tiempo ni las ganas de pensar en la ironía de qué ambos eran osos, y a pesar de las diferencias en su biología básica, ambos son imponentes peleadores natos por naturaleza. Esquivó por poco una patada mortal dirigida a la cabeza, y obligó a sus extremidades a funcionar para poder ponerse de ponerse de pie, apoyándose casi en su totalidad en la pared.

"¿Qué tal eso? mocoso ¿recuerdas el sentimiento ahora? ¿la desesperación por salir vivo de ésta?" Gouhin preguntó mientras golpeaba una y otra vez los ya hinchados ojos del canino. "¿Sientes la desesperación por vivir?" Él gruñe antes de poner su rodilla sobre la espalda de Legoshi y agacharse. El lobo lucha por mantener el aire dentro de sí, mientras siente la presión ejercida sobre su tórax aumentando. Gouhin no se detiene incluso cuando ya estaba básicamente recostando todo su peso sobre el otro.

Entra y sale de un rápido shock al darse cuenta de que 'Él realmente va a matarme', piensa mientras comienza a luchar con garras y puños para salir del agarre. Gouhin lo gira con una patada y presiona de nuevo, sin darle oportunidad de tomar aire; ahora usando toda su fuerza "Has sido cegado por el dulce y suave tacto de tus amantes herbívoros, qué pareces haber olvidado..." de repente siente una gran pata alrededor de su garganta, apretando con furia; cortando su flujo de aire. "En tus nobles actos de intentar protegernos; has olvidado... qué hemos vivido perfectamente bien sin la protección de un carnívoro" Legoshi se revolvió y tosió por intentar respirar, clavando sus filosas garras en la mano qué lo estaba ahorcando con desesperación.

"Así qué aprecio tu preocupación por morder o arañar a un pobre herbívoro. Pero confía en mí cuándo te digo que, nosotros los herbívoros no somos tan débiles cómo para irnos abajo con las pocas mordidas o arañazos qué nos darías. Incluso sí nos comes vivos, vamos a pelear hasta agotar nuestro último aliento". Gouhin repentinamente soltó su agarre sobre su yugular y Legoshi aspiró bruscamente una bocanada de aire con la misma desesperación de cuándo había sido atrapado. "La próxima vez qué subestimes a un herbívoro será el día de tu muerte, Legoshi" el mencionado sólo pudo subir su mirada hacia el otro, lagrimas bajando por toda su demacrada cara.

'¿Es eso lo que él ha estado haciendo? ¿Subestimando herbívoros bajo el disfraz de protegerlos? ¿Entregó sus colmillos cómo ruta de escape para no pelear con un herbívoro? Incluso cuándo Yafya dijo que sus golpes eran débiles y suaves. ¿Realmente veía a todos los herbívoros cómo criaturas débiles? ¿Era ésa la fuente de su fetiche?...' Legoshi se encontraba sumergido entre todos sus pensamientos, sintiendo el peso de todo lo qué Gouhin le había dicho cayendo sobre sus hombros. Gimió de dolor cuándo el panda golpeó su cabeza para hacerlo reaccionar. "¿Por qué estás deprimido ahora? Deja de pensar tanto en ello, estás infestando toda la habitación con tu aroma". El mayor suspiró y lo levantó sin rastro de esfuerzo en su rostro, echando a Legoshi sobre su hombro. El lobo gimió con cada movimiento y jadeó cuándo Gouhin lo botó en el sofá.

"Mira mocoso, tus intenciones son buenas y eso puede decírtelo cualquiera. Es sólo qué tienes la extraña idea metida en la cabeza de qué cada herbívoro qué conoces es una bendición, y una frágil flor qué necesitas proteger. No todos los herbívoros son buenos Legoshi, ya te has cruzado con algunos; Yafya, por ejemplo. Está desquiciado de principio a fin. Él también te habría vencido cómo estás ahora, conteniéndote y dudando acerca de tus habilidades. Un día pelearás a muerte con un herbívoro, y ése día tendrás qué respetarte a ti y a tú oponente, peleando con todo lo qué tienes" Gouhin pateó la pierna del lobo y este aulló en dolor. El panda levantó la ceja y se echó a reír al escucharlo. "Oh, ya duérmete mariquita, estarás bien para la hora de la cena".

Gouhin salió de la clínica para comprar más Bamboo en el mercado y también para darle a Legoshi algo más de tiempo para pensar en sus ideales.

Él solo suspiró y dio pequeños masajes sobre los (ahora) grandes moretones y torció los pies por el dolor. Meditó y consideró cada una de las palabras del médico. Trató de imaginarse a sí mismo en la situación de estar peleando con un herbívoro. 'Sí tuviera qué pelear contra un panda, ¿recordaría a Gouhin y fallaría? Y sí peleara con un conejo, ¿recordaría a Haru? ¿Recordaría también a Pina y Sebun-san? ¿Recordaría a Louis-senpai? ¿Recordaría a Tem?...'

Rodó contra el espaldar de la silla y resopló con confusión, '¿Realmente se detendría inconscientemente sólo por su amor por los herbívoros? ¿Era demasiado orgulloso el simplemente contenerse porque él es carnívoro y su oponente era herbívoro?' Toda su vida, todo lo que le enseñaron era cómo se debía contener con los herbívoros, cómo la fuerza de un carnívoro era aterradora y peligrosa, y debería restringirse frente a otros. 'Todos apoyaban el que los carnívoros se contuvieran a cada momento, pero olvidaron qué en el camino de la evolución, los herbívoros también se habían adaptado a todo.'

Algunos de ellos entrenaron hasta que pudieron dominar fácilmente a un carnívoro (cómo Gouhin), Algunos decidieron igualarse en cuánto a posición sexual (cómo Haru), Algunos los conquistaban con su encanto (cómo Pina), Algunos los sobrepasaban con su ingenio e inteligencia (cómo Louis-senpai), y otros, simplemente devuelven lo que se les da a cambio (cómo Sebun-san). 

No, definitivamente los herbívoros no necesitaban protección contra los carnívoros. Todo lo que ellos querían y necesitaban era respeto. Sólo una oportunidad de ser considerados iguales con los carnívoros. Legoshi sonrió con satisfacción al haber hallado su respuesta y rápidamente se durmió profundamente al haber aclarado su mente.

. . .

Cuando Gouhin regresó luego de unas pocas horas, lo que primero escucho fue el sonido de golpes amortiguados desde la sala de entrenamiento. Se asomó por la puerta y contuvo la risa. Legosi estaba abriéndose camino hacia el saco de boxeo frente a él, golpeando con rabia y fuerza en golpes bien ejercidos.

Pegada en la parte superior del saco de boxeo, había una foto de Yafya en todo su esplendor, recortada de la revista de entretenimiento que Gouhin tenía por ahí. "¿Así es como estás trabajando para luchar contra los herbívoros Legoshi?" Gouhin deseó poder tomar una foto de ese momento y enviársela al malnacido de Yafya. O tal vez enviarlo a la prensa, eso sería más entretenido. 'Lobo Gris local quiere vencer al sublime Beastar, pero necesita deshacerse de su fetiche herbívoro primero'.

Legosi volteó a ver a Gouhin sin estar realmente sorprendido y le dirigió una sonrisa salvaje. "No, pero pienso qué hallé una manera" De repente se lanzó hacia él y se perdió de los ojos de Gouhin al moverse rápidamente. El panda sonrió y le asestó el golpe con toda su fuerza. La verdadera y atrayente luz en los ojos de Legoshi había vuelto.

 Un brillo que nunca flaqueó cuando comenzaron intercambiaron golpes. Ahora finalmente se sentía como una pelea merecedora de su atención. Legoshi volvió a su demostrar aquella determinación permanente que solo aparecía cuándo tenía una convicción inquebrantable e inmóvil en lo que creía era correcto hacer.

Gouhin sonrió. Porque supo qué Legoshi siempre se levantaría del pozo a dónde la vida lo arrojara, sin importar cuál profundo fuera.


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NOTA:

Esto comenzó cuándo comencé a cuestionarme el por qué de la extraña obsesión de Legoshi por proteger a cada herbívoro qué conoce; y bueno, salió esto. (Θ)

Original: 1623 palabras

Traducción: 2046 palabras

Se me hace extraño el notar la diferencia de ideologías entre el capítulo anterior y éste, pero me alegra ver a Legoshi avanzando en su trauma. Esperemos y pueda desenvolverse a sí mismo en la pelea con Melón :O

Y... Aceptémoslo chicxs, Gouhin está re mamadisimo. 

Quinto capítulo terminado... aquí acaba el "maratón" El siguiente es de Louis y el Domingo es una sorpresa, pero es mi favorito. Desearía poder traducirlo ya... pero las clases virtuales dificultan todo, de todas maneras ¡espero qué les haya gustado el mini-maratón! 

Nos vemos, hasta la próximaaaaa

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