*Capitulo 63*

Apenas me despierto por tanto ruido en la casa, Jessie también apenas despierta conmigo algo confundida. Creo que tengo que volver a Trenton por mis cosas e iniciar aquí...

--Mike, ¿puedo pedirte un favor?—dice Jessie con un rubor intenso

--Sabes que si—

--¿Puedes prestarme tu auto? Mi abuelo se llevó el mío y necesito llegar a la tienda lo antes posible, te dejare en tu casa en cuanto vuelva—sus ojos me dejan con mucha tranquilidad, sé que el auto es una posesión valiosa, sentimentalmente hablando.

--No te preocupes, me iré con los chicos así adelanto mi equipaje. Tomate tu tiempo—exclamo entregándole las llaves, me da un beso como si dependiera su vida de ello, subo con los chicos al auto de no sé quién, pero al menos es un viaje tranquilo.

¿Cómo le digo a Heather que me mudo? Es algo que pasaría, pero no de la noche a la mañana, sé que estará bien en Trenton, esta con los chicos, pero... ¿y si una noche entran a casa? ¿Se sabe defender? ¿Y si se enferma? Se lo exagerado que llego a ser, pero en nuestra situación, hasta el mínimo detalle cuenta

--Nos veremos en mi casa—dice Jeff al lado de mí, no quiero ir con ellos, aunque así puedo mantener segura a Heather debo iniciar con mi mudanza, cosa que sería solo guardar ropa y una que otra pertenencia de mi antiguo hogar.

--Lo siento, estaré con Jessie, pero si hay algo que sea muy grave, llamen a casa de Jessie y contestare —murmullo con cansancio, cosa que Jeff me dio una palmada en mi espalda, veo que llegamos a casa de mi amiga,

--Solo tengo que terminar de enviar el trabajo de hoy y los veré esta noche allá—dijo Heather con entusiasmo ¿Cómo alguien puede estar tan alegre después no dormir bien?

--Entonces los veo después—exclamo antes de bajar del auto, aunque el viaje fue corto mis piernas dicen lo contrario, pronto abro la puerta, hasta que noto que ella sigue en el auto. Solo quiero pensar bien en las palabras no quiero sentirme mal por tan decisión tan repentina, pero no queda mucho, debo tomar mis propias decisiones, lo que me haga sentir bien, lo que me haga salir de mi zona de confort, abro la puerta dejándola así, tengo aun algo de hambre, cuando menos lo espero la castaña está entrando a casa y la sigo por inercia, la cocina no me deja buenas noticias, pues veo que tiene una ligera capa de polvo y un poco de basura de comida rápida.

--¿Qué quieres desayunar?—dice Heather abriendo la puerta del refrigerador, donde notablemente solo tiene bebidas energizantes.

--Lo que sea... oye... Heather... Jessie me dijo que...si me mudaba con ella—prefiero que sea rápido a una larga tortura

--Suena fantástico—parece realmente emocionada

--Si... a lo que voy es que... encontré también empleo más estable hace unos días, me presento mañana... así que...—aunque quiero, no puedo cerrar más mi boca

--Mike, no necesitas decirme el resto, ¿cuánto te mudas?—no me toma con tanta sorpresa, cuando realmente no digo las cosas como deben de ser.

--Empiezo a empacar hoy, pero también quiero que me ayudes a grabar el último video del canal—

--¿acabo el tratamiento?--

--Eso creo yo, Patrick se fue gracias al medicamento que jamás dejare otra vez, le daré el video al doctor y... con eso cerraré ese capítulo para iniciar otro—

--¿quieres hacer el video o ir a desayunar antes?—

--desayunar—solo tengo hambre Heather, aunque creo que no noto mi desdicha la noche anterior.

--Perfecto, entonces vamos por hamburguesas, yo invito—anuncia con tanta alegría que no puedo decir ni una palabra, sube al siguiente piso dejándome en shock, no debería de pensar más en lo que dicen los demás pero es imposible no hacerlo cuando no es algo raro en mí, todos debemos de ser mejores y tomar la vida con riendas fuertes. Aunque no puedo sacarme de la cabeza que es posible que sea la última noche viviendo con mi mejor amiga.

En el establecimiento tampoco puedo dejar de pensarlo, por lo que solo disfruto el momento, cosa que cuando quiero encender música para dar más ambiente es cuando uno de los empleados no saca del lugar con la excusa de ser "ruidosos" no puede molestarse, después de todo; solo estábamos nosotros y un sujeto que parecía divertido solo por observarnos, aun así preferimos no arruinarnos el día, compramos más comida rápida y regresamos a casa, mientras ella sacaba las cosas, solo fui por la cámara, aun tenía batería por lo que sería suficiente para el último mensaje.

Mi amiga me vio con un poco de ¿lastima? No se describir eso, ella nunca me vio así. Cuando vi la luz de encendido, todo se puso en blanco.

--Este, espero que sea el último video, a pesar de todo lo anterior vivido y las pérdidas que hubo ahora está todo normal, Shaun está lejos, no sé cuándo volverá pero espero que donde se encuentre este bien, esta... esta pulsera me la dio una chica que dijo que me ayudaría cada vez que la viera... no importa cuanto haya pasado a todas las personas que me ayudaron saben que pueden contar conmigo al igual que yo con ellas, esto... creo que es el adiós para este canal—

Heather me dio la cámara, aunque mi rostro sonríe involuntariamente, el peso en mi pecho sigue siendo el mismo, siento la calidez del abrazo de Heather pero no puedo devolver el gesto por alguna razón, siento mis pies tan pesados que solo quiero recostarme y dormir pero no tengo tiempo para eso, por lo que busco mis maletas y empiezo a doblar la ropa que tengo, cosa que no es tanta, quizás debería comprar más, después de todo debo de cambiar de clima un poco. No creo que atender un lugar con público le parezca que el vendedor es un hombre descuidado.

"siempre pulcro, siempre Mike" las palabras de mi madre retumban en mi cabeza cuando de niño me arreglaba el cabello.

Dejo cada prenda en la maleta, de forma que no tenga que usar la otra que será para algunas cosas de mi casa.

No quisiera ir pero tengo cosas que tengo que arreglar incluso contando a mi médico.

--Iré... a la quinta prueba, regreso tarde te quiero hermanito adiós—dice la chica castaña con un poco de duda.

--Eso sonó como una despedida preparándose para morir, mejor digamos hasta luego—me levanto de la cama con un poco de nauseas, el miedo de saber si vive o muere está presente pero no puedo asegurar nada hasta que ella llegue aquí, por el momento solo puedo tener buenos deseos que solo dejan mi conciencia peor—Vuelve a salvo hermanita—

--Lo haré, y mantén las puertas cerradas—

--bien, te quiero ve y gana esas pruebas—es lo único que puedo decir ante un misterioso juego por un enfermo, ante tantas preguntas solo puedo llegar a la conclusión directa de que ella solo está siendo manipulada, y que está involucrada de una manera que no pensaba... ¿tendrá que ver la muerte de Stormy? ¿Y si ella mato a Jessalyn? Incluso antes de que los conociera.

Con cada pregunta repitiéndose solo me da dolor de cabeza, ella no puede mentirme.

Bueno todo el mundo miente pero no es que sea buena en ello.

Tomo las maletas para dejarlas en la sala, estoy seguro que será más sencillo dejarlas ahí que en el closet, siento que sería como un paso atrás, cosa que no quiero y me obligo a ir a aquella casa llena de recuerdos, los autobuses no son de gran importancia a excepción que casi mata a un chico por ir viendo su celular, esas pantallas hipnotizadoras cobran vidas de personas con poca fuerza de voluntad para guardar el móvil.

Rio por la ironía del caso, eso le pasa mucho a Vincent.

Las cosas no siempre estarán a nuestra suerte, uso la llave oxidada de la casa, no hay nada y eso rompe todo pensamiento pasado durante el trayecto, el aire huele a humedad, polvo y suciedad provocada probablemente a los platos en el fregadero con comida que quedaron aquella noche. Confirmo lo último mencionado al solo mirar rápidamente en la cocina puñados de moscas y una que otra cucaracha están sobre estas, no sé si vomitar o empezar a correr.

El valor es algo que muchas veces sale de situaciones horribles y ese no es mi caso, más bien me enfoco en que haría Patrick.

Que sería matarlas, cosa que tomo la escoba y eso empiezo a hacer, el crujido de sus cuerpos me deja con escalofríos pero me aseguro de matar a todas las que puedo antes de lavar los inmundos paquetes de comida rápida, dentro de esta parecía que no habían sido ni tocados solo por el pasar del tiempo, con moho mientras se pudría. Con un área limpia dejo la pequeña ventana abierta, logrando sacar todo el olor, mi playera tenía restos de agua y cloro con ese aroma impregnado, me quito esa prenda cuando me doy cuenta que una cucaracha camina sobre mi pecho con calma solo pensé en darle un manotazo pegándola a mi piel, me limpio un poco con la camisa mejor tirarla que volver con esa sensación. Camino a mi vieja habitación y me recuesto sobre la cama, el polvo me hace estornudar pero es lo de menos, esa sensación absorbente de cansancio se vuelve una plaga y mejor me dedico a juntar las cosas que irán conmigo en el viaje, con un paso tembloroso camino al cuarto de Shaun; las dos camas aún siguen en su mismo lugar, rebusco entre sus cosas dejando a la luz un par de tenis y una chaqueta amarilla que no encontraba, entre tanta ropa de Shaun que deje sobre su cama una melodía se hace notar.

La caja musical de mi madre.

No puedo moverme, tengo la sensación de que es como si quisiera que la encontrara, la pregunta es ¿para qué?, simplemente espero a que vuelva ese silencio y la guardo en la mesa de noche de Shaun, tomo una pequeña tarjeta parece de negocios.

--Stan Frederick, casos paranormales—musito en voz baja, debo decir que me empiezo a reír, ¿casos paranormales? no se supone que existe ya la mierda de cazadores de fantasmas en un pésimo programa. Y pensar que los novatos pueden hacer algo, YouTube se está convirtiendo en un nuevo medio, tan masivo como un virus.... Virus... mis pastillas.

Me relajo al tomarlas y sentarme mirando la tarjeta, quizás sea buena idea buscar información del tal Stan, no descarto la idea de que sea un poco de ayuda pero tampoco me asegura que sea algo seguro. Tan pronto como veo la noche hace presencia en tal lugar, se siente la oscuridad de tanto dolor, escucho pasos del lugar. Debo salir de aquí.

O hacer la idea más estúpida de todas.

Tomo la cámara con poca batería, los pasos se detienen pero la luz se va en toda la casa, abro las cortinas, creo que en toda la calle ha sido lo mismo, siento que no es un simple apagón. Bajo las escaleras con cuidado de ser empujado lo cual no ocurre, pero llego a la puerta con un poco de suerte. De la nada un agarre me hace volver a la casa, escucho el cristal de la cámara romperse, al igual que una risa conocida, una maldita sombra con una mano acercándose.

--¿Qué esperas imbécil? ¡Corre!—escucho a Patrick gritar, como puedo recojo la bolsa con algunas cosas y la cámara, cruzo la puerta como un maldito rayo, sin olvidar cerrar con llave como puedo. Siento como vienen detrás de mí, son rápidos y no tengo lugar donde ocultarme, al menos para no llevar problemas.

De la nada esos pasos los esconde el sonido de un arma... no siento herida alguna pero no me detengo, no se quien sea, ni mucho menos su intención...

--¡¡Andersen!!—escucho a alguien que me deja helado y sin poder reaccionar

--no tengo tanto tiempo, por favor escúchame Michael—continua diciendo, me doy vuelta encontrándome con un Shaun con arma en mano

--¿Vas a dispararme?—pregunto

Lo hará—dice Patrick

--Acabo de matar a tus asesinos ¿y me preguntas eso?—dice con molestia

--Haces cosas muy raras Shaun. Y dispararme no me sorprendería...--

--¡QUE NO ESTOY AQUÍ PARA MATARTE IDIOTA! El juego, el maldito juego da misiones que debes cumplir, pero eso no significa que no te cuide—

--¿Por qué lo haces ahora? ¿Dónde estás quedándote? ¿Y Stormy? ¿Lo has visto? ¿Qué hay de Heather?—

--Mike, son demasiadas preguntas y creo solo puedo contestar un par antes de que sepan que fui yo quien está interfiriendo en el juego—dice con soltura. Solo se me ocurre una cosa. La tarjeta.

--¿tienes idea si puede ayudarnos un poco? Tampoco quiero dejarte a la deriva—mi hermano analiza la tarjeta con detenimiento.

--el chico Frederick, no perdemos nada si intentas... por el momento solo... vive tu vida, estaré en casa antes de lo que piensas... solo; ten más cuidado, aún tenemos demonios en esta ciudad y no hablo metafóricamente.me abraza con fuerza y sale corriendo como si fuera un delincuente, miro los cuerpos tirados en el pavimento, no me queda de otra más que dejarlos en el basurero. Cosa que no dudo en hacerlo rápido, no veo a los vecinos salir por el alboroto, mucho menos alguna señal de vida... hasta que noto que la mayoría de las casas tiene el típico cartel de "Se vende" los cambios en la avenida sí que se dieron... vuelvo a casa de Heather con un poco de miedo, evite tomar taxi por la paranoia y además me sentía mejor que el viento frio me diera en la cara.

Apenas y siento mi cuerpo por la caminata, subo al canal el video de despedida, recorto bien lo ocurrido en casa, solo quiero aparentar normalidad... toda esta jugada está martillando mi cabeza.

La dulce cama me recibe con tanta suavidad que no me molesto en cambiarme de ropa

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