Capitulo 60

Todos pueden irse. Tan rápido, sin impedimentos.

Todos podemos desaparecer y solo unos cuantos lo sabrían, entro a casa con pesadez esperando que Heather aún no llegue, la soledad suele ser mi punto de apoyo para pensar. El silencio abunda en la casa, los únicos sonidos de ella son mis pisadas y ropa cayendo dentro de la pequeña maleta de viaje, en los últimos años únicamente he asistido a mas funerales que cualquier otro evento, mi lengua pide a gritos un poco de agua por lo que bajo corriendo las escaleras, me resbalo por un mal paso y caigo sentado. Sinceramente con eso ya no me quiero ni levantar, mis pies duelen, mi cadera duele, mi maldito trasero duele y solo puedo pensar en que podría estar en cama, con medicamentos exagerados siendo transcritos por un loco que piensa que mi trastorno no tiene cura, en lugar de estar aquí haciendo video diarios, con mi hermano menor desaparecido y una amiga loca por un hombre que sé que la lastimara.

--¿hola? ¿Estás bien?— Escucho a Heather enfrente de mí.

--Si, solo un poco sorprendido—no quiero preocuparla ante las noticas tan repentinas. – Murió la abuela de Jessie hoy. Iré al funeral para acompañarla. —

--¿quieres que vaya?—se sienta a mi lado, su voz suena como si fuera un niño pequeño, siempre tan protectora

--No, descuida.... solo tengo que empacar un poco de ropa para el viaje—

--¿Hasta dónde será el funeral?—

--En una ciudad vecina creo—me levanto con la pesadez, mi espalda inmediatamente deja crujir cada hueso de mi columna y mi trasero me detesta por moverme, prefiero evitar algún gesto de dolor sobre todo cuando he pasado cosas peores— ¿estarás bien sola?--

--Nunca está sola—Exclamo Cassandra de la nada—¿Cómo va lo de Patrick?-

--No lo he vuelto a escuchar desde aquella ocasión, ningún cambio. Nada—es extraño hablar con quienes no existen para los demás—Señoritas, no tardo, iré a empacar—

Subí las escaleras nuevamente, evitando volver a caer. No quiero que nadie me detenga de ir a acompañar a Jessie en su duelo, cierro la maleta sin esfuerzos para dejarme caer en cama, todo duele, puede que esté siendo un exagerado pero hace tiempo que no me ocurría algo así. Si pudiera pensar claramente en todo esto, diría que me siento en una especie de etapa donde no sé qué hacer y donde no tengo ni idea por donde iniciar a hacer un poco de limpieza en mi vida, tampoco me siento mejor acostado: el tiempo no deja de correr, tomo el regalo de Shaun con melancolía, me mantendrá abrigado, el color negro no está tanto en mi armario pero sé que hizo lo posible porque me gustara la chaqueta y voy hacia la puerta principal

--Hermanita ya me voy—grito al pie de las escaleras. No me gusta despedirme

--¿Tan rápido?—la loca de Heather salto las escaleras de dos en dos. Aunque lo haga seguido, sé que un día me dará más que un susto

--Tengo que ir esta noche por Jessie, para después llegar en la mañana, te llamare para saber cómo está todo por aquí—murmuro con pesadez colocándome la chaqueta

--Bien, espero que todo mejore pronto... ¿Llevas tu medicamento?—fue lo primero que guarde.

--Si ya las guarde... a y Heather cierra con seguro mientras estoy fuera—

--¿por qué debería?—no preguntes, solo hazlo

--Los asesinatos van en aumento, ni siquiera quiero hablar de esto... pero la abuela de Jessie. Rose la asesinaron. Así que no hay de que mencionar esto, solo haz lo que te he dicho—musito con molestia, quiero protegerla pero si ella sigue siendo tan necia como siempre, no puedo hacerlo. Me dio un abrazo sorpresa al cual respondo con nervios, el aire exterior fue un poco de ayuda. Extraño mi auto, tenía un lazo especial y que se dañara de la nada es bastante raro. Aunque la carretera me ayuda a pensar, también me ocasiona bastante sueño y el cansancio de la tarde no es una buena combinación. Al llegar lo primero que es ver a varias personas en la sala de estar conviviendo con desgana a lo cual la única que me recibe con una pequeña sonrisa es Jessie.

Me presenta como su amigo bastante cercano y lo entiendo.

Tampoco me hubiera gustado que alguien llegara presentando a su nueva pareja en el funeral de mis padres. Hablo un poco con quien parece ser su tío, es bastante relajado. Poco a poco la noche cae como si fuera piedra, mi cuerpo flanquea por el cansancio pero no hay suficiente espacio en la casa como para tener un buen sueño, incluso los sillones esta ocupados y yo quiero ayudar en lugar de ser una carga por lo que voy al auto y duermo en los asientos de atrás, aunque los broches de seguridad son estorbosos y se encajan en mi piel no pierdo el tiempo, y cierro mis ojos, la oscuridad me abraza como si dependiera de ella, lo cual no esta tan lejos de la realidad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top