Michael Andersen

Dejo todo preparado para mi salida con Jessie; no sé si debería comentarle todo lo sucedido pero a estas alturas todo es público.

La pequeña Heather duerme plácidamente como si hubiera caído en coma; es decir con una pierna fuera de la cama y con la frazada casi del otro lado de la cama ¿Cómo duerme esta mujer sin romperse algún hueso? Eso es aún un misterio para mí.

Coloco una nota sobre mi almohada, sé que saldrá con los Everyman así que no encontré otra manera de decirle que no iré, me siento tan presionado por esos tres en sus planes absurdos. Además; extraño a Jessie. La plaza local cercana a mi casa me trae bastantes recuerdos cuando solía estar de visita y tenía que volver al psiquiatra. Todos los nervios vuelven en cuanto veo a la pelinegra aparecer a unos metros de donde estoy sentado.

--Mike, cuanto tiempo-dice cuando nota que no he respondido, pero siendo sinceros, mi cuerpo no responde.

--ho-hola Jess-apenas murmuro, mi cara arde mandando toda mi serenidad por un tubo.

--Quiero que seas honesto conmigo... hable con los chicos; sobre ti... me dijeron acerca de un canal tuyo. Necesito que me hables de todo, sin excepciones Mike-musito con la calma encerrando mil y un demonios, ¿Qué le dijeron exactamente? Pero no quiero serle un maldito mentiroso, que ella decida con quien está tratando y si se aleja... no tendré ningún problema, ni la obligare a ver el lado bueno ¿pero realmente lo hay? No pasa mucho para que inicie a hablarle sobre cada maldito problema, su rostro esta tan calmado y sin expresión de odio que me temo la respuesta final ante todo este desastre. La miro al finalizar, sus ojos se llenan de lágrimas no puede hablar aunque lo intenta, por lo que la abrazo con miedo. No sé cuánto tiempo pasa, pues el sol se oculta, las personas se van mirándonos con odio y desprecio como si hubiera cometido un crimen.

Pero, tienen razón, la herí y eso es algo que no puedo negarlo.

--Te llevaré a casa-murmuro al verla un poco más calmada.

--No vine en auto-respondió con apenas fuerzas, ambos nos caminamos del vuelta a mi auto sin decir nada más, poco a poco veo luces y patrullas policiacas en carretera diciendo que no se puede pasar. Aparco cerca para poder investigar qué es lo ocurrido, a lo que unos dos metros veo un accidente vial, pérdida total, y los cuerpos de los hombres destrozados manchando toda la acera, un oficial me alerta de un engaño en las avenidas para provocar ese tipo de desastres no puedo hablar más a causa de las náuseas todo es tan crudo que incluso Jessie no puede creer lo que vemos. Volvemos al auto respirando rápido, el aire acondicionado nos quita la esencia a muerte y así conduzco a casa de Heather.

--Será mejor que te quedes la noche aquí, mañana te llevare a casa-musito con melancolía, todo se volvió tan incómodo que no sé qué más decir. -Dormirás en mi cuarto, yo dormiré en el de Heather-

--Mike ¿Por qué lo haces?-exclama mientras avanza hacia mí, sus brazos envuelven mi cuello, su respiración está en mi yugular mandando mi concentración al diablo

--¿hacer que?-apenas logro conectar esas simples dos frases

--Ser tan fuerte. Todo lo que te sucede y usualmente te lo guardas para ti... y no volverás a hacer-la miro con confusión, su tacto es tan cálido dejándome sin más cohesión... la beso y todo el mundo cae sobre mis hombros, dejando sin dudas algo más que salidas para conversar... sus labios son tan suaves y sin darnos cuenta estamos sobre el sillón.

¿Pero y si llega Heather?

--Espera un momento-murmuro en cuanto encuentro las palabras adecuadas, subo a mi habitación con un poco de temor, que diga que si...

Heather# ¿sí?

Mike# Necesito un favor

Heather# Hola también, dime que ocurre

Mike# ¿Podrías dejarme la casa sola esta noche?

Heather# ¿Y dónde me quedare?

Mike# En mi casa. Por favor, solo será esta vez

Heather# Bien... pero no hagas...

Sé que suena egoísta pero sé que es entendible ante esta situación o eso quiero convencerme, tomo mi medicamento sin necesidad de tomar agua, no quiero que esta noche la arruine Patrick, justamente solamente tengo un preservativo ¿Cuándo lo conseguí? ¿Sera mío en primer lugar? Vuelvo a la sala y ella sonríe con timidez, sabe el paso que estamos por dar y me preocupa no cuidarla. Un bebé sería un problema pequeño al lado de alguna enfermedad que tenga por culpa de la zorra de Haley tengo que revisarme ¡¡deja de pensar en eso idiota!! me acerco con delicadeza a lo que ella me corresponde con ternura, siento sus brazos sencillamente rodearme, nuestros pies son torpes para llegar a mi cuarto el cual solo en ese lugar somos libres de estar sin la molesta ropa que tanto anhelo estar libre, poco a poco dejamos toda pena ante el contacto de nuestros cuerpos, puedo sentir sus latidos frenéticos ante cada acto, puedo escuchar su respiración entre cortada, puedo escuchar nuestros acto siendo consumido a plenitud... hasta que nuestros cuerpos piden un descanso... del cual somos interrumpidos por la luz del sol entrando.

--Buenos días-escucho decir a la mujer más bella de la casa, solo puedo abrazarla un poco más fuerte y besar su frente, el reloj de mi celular marca las dos de la tarde, cosa que mi cuerpo responde con un gruñido.

--arriba dormilona, vamos a desayunar-murmuro ante su lindo rostro confundido, limpio el desastre que hay entre ropa por el suelo mío y cosas que debía lavar antes, la lavadora sin duda me odiara.

--¿quieres que ordene algo?-exclamo al verla con mi playera sentada en la barra de la cocina . Ella se niega y se levanta para sacar algunos ingredientes, harina,huevos y fresas del congelador. Poco a poco el desayuno implica ser bastante sencillo, huevo frito y fruta para levantar el azúcar, en lo que ella se toma su tiempo en la ducha, al ver que es bastante tedioso el limpiar todo el desastre de harina que hicimos mientras jugamos solo me queda claro que nunca es buena idea jugar con ella.

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