#𝗤𝘂𝗲𝗲𝗻𝗰𝗮𝗿𝗱 - 𝖶𝗈𝗇𝗁𝗈
👑ƴᴏ sᴏƴ ʟᴀ ǫᴜᴇᴇɴᴄᴀʀᴅ👑
👑¿ᴛᴜ ǫᴜɪᴇʀᴇs sᴇʀ ʟᴀ ǫᴜᴇᴇɴᴄᴀʀᴅ?👑
¿Estás listo para estar dentro de un romance de película juvenil?
Pero...cada chico popular necesita un novio deportista, ¿no?
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Wonho - Solista
¡Que suerte! Aunque es momento de que subas al auto, tu padre te esta esperando
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Las vacaciones de verano habían finalizado, los días llenos de fiestas, tardes de películas, pijamadas y romances, para nada serios, se fueron junto a la diversión sin limitaciones.
El regreso a clases estaba a la vuelta de la esquina, no literalmente, la escuela estaba a varias calles de mi casa.
Sintiendo el aire recorrer todo mi rostro, el carro de mi padre avanzaba con rapidez por las calles, haciéndome recordar un poco de mi pasado en esta escuela.
Al entrar en la universidad, trataba de pasar desapercibido, tenía miedo de llamar la atención. Por suerte, el tiempo me hizo darme cuenta que siempre hay personas que me aceptan como realmente soy.
Antes de darme cuenta, gran parte de la escuela me reconocía y me quería, eso permitió que tuviera más confianza en mostrarme tal cual soy, vistiéndome y comportandome como quería.
Deje de llevar ropa oscura y básica a vestirme con prendas variadas de colores que realmente me gustaban.
Hoy no era la excepción, usaba un short verde bajo, un chaleco tejido del mismo color y debajo una camisa blanca formal de manga corta.
Y ustedes estarán pensando: ¿Qué tiene de relevante todo esto?
Pues realmente no lo sé, solo quería contarles como era mi outfit.
-Nos vemos a la salida, cuídate -dijo mi padre con una sonrisa cálida mientras me bajaba del carro.
-Esta bien, te quiero -Tomé mi mochila y me despedí con la mano.
Cuando el carro empezó a alejarse, me di la vuelta, caminando hacia la entrada del gran edificio escolar.
De camino a la entrada, muchas personas empezaron a saludarme, no me consideraba alguien popular pero si era reconocido en la escuela, aunque creo que es lo mismo.
Gran parte de esas personas eran otros estudiantes que también había visto en algún momento en vacaciones, pero era agradable volver a verlos en el ambiente escolar.
Fue hasta que escuche unos tacones pisando con rapidez el suelo qué enfoque mi mirada en una única persona.
-¡T/N! ¡Cuánto tiempo! -Yuqi se acercó con rapidez, mostrando una gran sonrisa.
-¿De que hablas? La semana pasada fuimos de compras juntos -cuestioné con una ceja levantada.
-Eso no cuenta, me refería a vernos aquí, en la escuela -La chica me abrazo con felicidad, no pude evitar regresarle el abrazo al instante.
-¿Estás emocionada por el regreso a clases? -pregunté al verla tan entusiasmada, ambos empezamos a caminar hacia nuestros casilleros, por suerte para el guión, estaba uno a lado del otro.
-¡Claro! no puedo esperar a ver a todos de nuevo -admitió con una gran sonrisa, transmitía una vibra tan positiva que me alegraba el día.
Llegamos a nuestro casilleros y guardarmos algunas cosas para el nuevo semestre, irónicamente lo que menos añadimos eran útiles escolares.
Al cerrar ma puerta de mi casillero, di un leve brinco del susto al notar que alguien se encontraba ahí.
-¿Ya revisaron sus horarios? -Shuhua, otra de mis amigas mas cercanas, apareció repentinamente frente a mi. La chica se recargo en el casillero, revisando su celular. -Estoy harta de que me haya vuelto a tocar el mismo profesor de inglés, ese casi me reprueba el semestre pasado.
-Yo no lo he visto -Saco mi celular y entro en la página de la escuela, en la sección de horarios se encontraba una imagen nueva; mi horario de clases.
Todo se veía muy bien, ya habia trabajado con la mayoria de profesores, excepto por la materia de cálculo, donde desconocía al profesor.
-¿Conocen a este profesor? -pregunto mostrándoles mi celular, con un notable zoom en el nombre del profesor.
-Uyy no, ya valiste -Shuhua tenía una mueca de sorpresa y preocupación.
-¿Te toca a primera hora? No llegues tarde, ese profesor cierra la puerta al entrar, así que deberías estar en el salón desde tres minutos antes que comience la clase -Yuqi parecía conocer bien los hábitos del profesor de cálculo, claramente ya estuvo un o varios semestre con él.
-Tantos semestres salvándome de profesores así y me toca uno justo ahora -Guardo mi celular en mi bolsillo y me recargo en el casillero junto a Shuhua.
-No te preocupes, si sigues sus reglas y eres responsable, le caerás bien, te aseguro que le agradarás -Yuqi puso su mano en mi hombro en señal de apoyo.
-Eso espero...
...
-Excelente inicio de semestre T/N, pero me temo que no podrás entrar a esta clase, llegue a tiempo la proxima vez. -Con una sonrisa arrogante, el profesor de Calculo cerró la puerta.
Parpadeé varias veces antes de entender lo sucedido.
Maravilloso, sabía que no tenía que quedarme platicando con Shuhua y Yuqi sobre la fiesta de Soojin.
Me di la vuelta para dirigirme a otro lado, no pensaba quedarme ahí fuera toda la hora.
La imagen de un chico corriendo por el pasillo captó mi atención con rapidez, el chico se dirigia hacia mi, o más bien, a la puerta de la clase.
-Ni lo intentes, acaba de decirme que a la próxima lleguemos a tiempo -El chico se detuvo por completo al escucharme, después camino hacia mi con una leve sonrisa.
-Vaya... supongo que no era mentira lo que dicen de este profesor -dijo caminando hasta mi, mirando la puerta de la clase.
Se trataba de Wonho, el capitán actual del equipo de fútbol americano, era de los chicos más populares y atractivos de la escuela.
Me lo tope en varias de las fiestas que se dieron en vacaciones, y en cada una de ellas muchas chicas iban detrás de él.
Wonho siempre transmitía una vibra muy positiva, el chico solía sonreírme o saludarme en cada lugar que nos encontrábamos, con el tiempo comencé a hacer lo mismo.
-¿Te quedaste jugando fútbol americano más tiempo del que deberías? -bromeo al ver que se pone a mi lado.
-Que sea capitán del equipo no significa que lo único que haga sea jugar partidos -aclaró Wonho dándome un ligero golpe en el hombro.
-¿De verdad? Pensé que solo te dedicabas a eso -Vuelvo a bromear dándole una sonrisa amigable. -¿Entonces por qué llegaste tarde?
-Mi alarma no sonó y desperté tarde, ni siquiera pude secarme bien el cabello -aclaró el chico mientras agarraba un mechón de su cabello. Con curiosidad, me acerqué para tocar su cabello, afirmando lo que había dicho.
Wonho se sorprendió levemente al verme cerca suyo, pero rápidamente sonrió mientras me miraba.
Me separo un poco y saco mi celular para comprobar la hora, faltaban 54 minutos para la siguiente clase.
-Supongo que no tuviste tiempo de desayunar, ¿Quieres ir a la cafetería? -Ofrezco mientras lo observo, el chico mostró una sonrisa alegre qué rápidamente se convirtió en una expresión de pena.
-Me encantaría pero olvidé mi cartera, pero puedo acompañarte si gustas -aclaró el chico con una leve sonrisa nerviosa.
-No te preocupes, yo te compro algo de comer, vamos -comencé a caminar por el pasillo, a los segundos pude escuchar como Wonho seguía mi paso.
-No es necesario, estaré bien -respondió Wonho con rapidez, caminando un poco más rápido para llegar a mi lado.
-Claro que es necesario, recuerda que el desayuno es la comida más importante del día -no pensaba dejar al pobre de Wonho sin desayunar, mucho más sabiendo que el chico puede comerse 5 sopas instantáneas en una comida.
No pregunten como sé esa información.
-Pero- -interrumpiendo a Wonho, coloco mi dedo en su boca, haciendo qué se calle al instante.
-¿Estás rechazando la comida que quiero invitarte? -con una tristeza notablemente falsa, baje la mirada, intentando verme lastimado.
-No no no, ni empieces con tus cosas -Wonho agarró mi barbilla para levantar mi cabeza y verme directamente, el chico tenía una alegre sonrisa.
Quito rápidamente mi cabeza y cruzo mis brazos en señal de estar supuestamente indignado, continuando mi camino de esa manera.
Escuchaba como el chico me decía algunas cosas más, pero lo ignoraba por completo y seguía avanzando sin detenerme.
Fue hasta que el deportista me abrazo por detrás y me apretó levemente, cuando fue imposible seguir adelante.
-¿De verdad no piensas hacerme caso hasta que acepte tu comida? -preguntó Wonho poniendo su cabeza sobre mi hombro mientras mantenía el abrazo.
Sin responderle, gire mi cabeza al lado contrario y traté de escapar de su abrazo, queriendo sonreír pero manteniendo mi actuación seria.
Lastimosamente para mi pésima actuación, una gran sensación de cosquillas inundó mi cuerpo, provocando qué una leve risa saliera de mi boca.
-E-Espera... Basta -pido entre risas, tratando de agarrar sus manos para detenerlo.
Con una clara diversión en su cara, Wonho decidió soltarme.
-¿Seguirás ignorandome? -preguntó el chico con disfrute, esperando mi respuesta con ansias.
-Tu ganas, tu ganas -derrotado, baje la mirada con una sonrisa, la clara victoria de Wonho solo hizo que se pusiera más contento.
Después de unos segundos, el chico se me acerco poniendo una mano en mi hombro.
-Aceptaré tu invitación, solo permiteme que otro dia yo pague tu comida -Wonho me miraba con atención, esperando mi respuesta con una expresión cálida.
-Trato hecho, deportista -le di un pequeño empujón y comencé a caminar.
...
En pocos minutos llegamos a la cafetería, por suerte para nosotros, el lugar estaba casi vacío.
A punto depreguntarle a Wonho qué deseaba, el chico me dejó solo, con la excusa de apartar una mesa.
Había nueve mesas disponibles.
Le compre a Wonho un sándwich de pollo y un refresco de manzana, yo solo compré un café frío para mí.
Sentandome a su lado, le entregue su comida.
-Muchas gracias, me salvaste de estar hambriento todo el día -agradece Wonho con una sonrisa, ahora que lo noto, la sonrisa de este chico es muy linda.
-No podía permitirme dejar qué el deportista de la escuela estuviera hambriento, ¿De donde ibas a sacar energía para coquetear con todas las chicas que están detrás de ti? -Mostré una suave sonrisa, el chico se sorprendió por mi comentario pero rápidamente me siguió el juego.
-Ni te imaginas el difícil trabajo qué es ser tan atractivo, aveces las personas bonitas sufrimos más -Con un falso pesar, Wonho asintió con una cara triste.
Le doy un pequeño golpe en la cabeza al escucharlo, Wonho comenzó a reírse.
-Pero ya hablando seriamente, es difícil tener chicas que están detrás de ti la mayor parte del día... muchas de ellas ni siquiera me interesan... -Wonho sonaba sincero y hasta un poco preocupado de admitir aquello.
-¿Y por qué no les dices algo?
-No quiero verme grosero... -Su voz sonaba baja, como sintiendo culpa.
-¿Por qué sería grosero? No querer tenerlas cerca no es algo grosero, si ellas no entienden eso ya es su problema -respondo mientras tomo un poco de café.
-He pensado en decirles pero realmente no quiero que me vean como alguien malo -Wonho se notaba algo desanimado, este tema debe ser uno difícil de tratar para él.
-No tiene nada de malo eso, te prometo que lo mejor será dejar las cosas claras, de esa manera ellas no se ilusionan sin razón y tú puedes estar más cómodo -Wonho me miraba con atención, como si estuviera analizando la posibilidad de hacerlo.
El pelinegro se quedó callado durante varios segundos, como si no estuviera totalmente convencido al respecto.
-Mira... -Vuelvo a hablar, poniendo mis manos en la mesa. -Ese tipo de chicas que solo van detrás de ti sin dejarte en paz no valen la pena, si ellas realmente quisieran algo serio buscarían maneras más normales de conocerte, ¿Sientes qué ellas realmente quieren conocerte a fondo? -pregunto un poco directo, sabía que ese tipo de pregunta podía sonar grosera, pero Wonho no lo tomó de esa forma.
-... Siento que solo me ven como un chico guapo y nada más, suelen preguntarme cosas sobre mi pero no siento que lo hagan con el objetivo de conocerme, más bien parece que lo hacen para que yo me interese en ellas... es difícil de explicarlo... -Wonho se estaba abriendo conmigo sobre esta parte de su vida, conocer esto de él me hace sentirme más conectado con su persona.
-Lo mejor es alejarte de esa gente, yo una vez salí con un chico de ese tipo y no terminó nada bien... al menos daba buenos besos -digo sonriente, tratando de animar a Wonho.
Wonho no pudo evitar soltar una leve risa por mi repentino comentario, se veía más animado.
-Al menos sacaste algo bueno de ello -Wonho le dio una mordida a su sándwich, mirándome con tranquilidad.
-El punto es que ya eres popular, atractivo y deportista, eso suele ser un imán para muchas personas, pero no por ello debes dejar qué te sigan e invadan tu espacio personal -sabia que mi voz sonaba seria en este momento, pero me causa molestia el acoso qué sufría Wonho por parte de muchas chicas.
-Realmente eres muy bueno siendo directo y claro, ¿Es por eso que eres tan popular aquí? -pregunta con una leve sonrisa.
-Prefiero pensar que soy popular por mis encantos naturales -guiño el ojo con una sonrisa. Pude notar como Wonho tapo su boca y mejillas con su mano, no sabía si el chico se había puesto nervioso o quería reírse.
-Ya veo -contesto el chico con una leve risa, estaba claro que había sido una mezcla de ambas opciones.
Antes de que el chico pudiera darle otra mordida a su sándwich, un grupo de estudiantes llegó la cafetería haciendo un escándalo de risas y bromas.
Eran los chicos que eran parte del equipo de Fútbol americano, osea, amigos de Wonho.
Cuando notaron la presencia de Wonho, se dirigieron hacia nosotros con gran energía.
-¿Wonho? Amigo, ¿Qué haces aquí? -Uno de ellos, al cual le apodaban I.M, se acercó alegre, dándole unas palmadas en la espalda.
-Hola Wonho, Hola T/N, ¿Qué hacen aquí? ¿También se saltaron la primera clase? -preguntó otro de ellos, Joohoney, con una sonrisa amistosa.
Como cualquier persona en la escuela, ya conocía a todos los miembros del equipo de fútbol americano.
En mi experiencia personal, sé que no son chicos malos, solo aveces pueden llegar a molestar por la gran cantidad de energía qué mantienen.
-¿Están teniendo una cita? -Una simple pregunta provocó qué todos nos quedáramos callados por unos pocos segundos, que se sintieron eternos.
¿Ya vieron a lo que me refería?
Sin poder ocultar mi clara confusión por la repentina pregunta, hice un gesto de sorpresa y extrañeza a los chicos.
-¿Q-Que? No no no, no estamos teniendo una c-cita -Con una voz quebrada de los nervios, Wonho trató de demostrar lo contrario.
Solté un leve suspiro intentando ocultar mi sonrisa al escucharlo hablar, al menos hizo su mayor esfuerzo.
-O dios, lo sentimos, ya nos iremos -dijo uno de chicos, todos asintieron con la cabeza y comenzaron a alejarse para dejarnos solos.
-¡H-Hey! N-No es una cita -levantándose de su asiento, Wonho trató de dejar claras las cosas, pero fue ignorado por sus amigos, los cuales continuaron su camino fuera de la cafetería.
A punto correr para alcanzarlos, Wonho se detuvo un momento para verme.
-T-Tengo qué irme, gracias por la comida -dijo el chico mientras agarraba su sándwich y refresco con velocidad.
-No es nada, nos vemos -Me despedí con una sonrisa amigable, esperaba que el chico se fuera pero sé quedó quieto.
Wonho me miró de reojo por unos segundos, como dudando sobre algo, quería preguntarle al respecto pero se animó a hablar.
-Puedes... -Nervioso, se aclaró la garganta y volvió a hablar. -¿Podrías darme tu número de teléfono?
Wonho estaba notablemente tímido mientras me ofrecía su celular, incluso un ligero temblor era notable en sus manos.
A pesar de que me sorprendió su repentina petición, sonreí de ternura por su comportamiento.
Con cuidado, agarre su celular y escribí mi número, añadiendo mi contacto como: "T/N Queen"
-Gracias -Con un encanto especial, el pelinegro me mostró una última sonrisa al tomar el celular, agradeciendo y saliendo corriendo del lugar.
Me recargue en el respaldo de la silla, tomando un sorbo de mi café mientras pensaba en Wonho.
¿Siempre había sido tan lindo?
...
-¿Qué se supone que estas haciendo? -pregunté confundido al ver que Soyeon estaba agachada tratando de tocar las puntas de sus tennis.
-Me estoy estirando -Escuchando como la chica tronaba su espalda, la observé sin decir nada -deberías hacer lo mismo, no sabemos que nos pondrá a hacer el profesor de deportes.
-Tú sabes que no hacemos nada en esta clase -solté un leve bostezo de aburrimiento.
-Más bien, tu nunca haces nada, todos estamos dando piruetas y persiguendo una pelota mientras tú estás sentado en las gradas con el profesor -reclamó Soyeon cruzando sus brazos.
-Bueno, tener una plática con el profesor es igual de difícil que hacer un circuito -sonriente, hago una mueca de cansancio.
-¿De que hablas? Si siempre andan risa y risa -Soyeon no parecía molesta por ello, solamente que no entendía porqué yo tenía esos pequeños privilegios.
A punto de darle la contraria, unos aplausos resonaron en todo el gimnasio, llamando la atención de todos los presentes.
-Rápido, rápido chicos, dejen de estar charlando y vengan al centro -con una voz grave y fuerte, el profesor nos llamó a todo el grupo desde el centro de la cancha.
A nuestras calmas, todos nos acercamos con lentitud alrededor de él, haciendo un círculo para escucharlo con claridad.
-Bien, darán cinco vueltas a la cancha corriendo y una extra caminando, necesito que sus cuerpos entren en calor y movimiento para lo que haremos hoy.
Leves quejas y murmullos se escucharon mientras hacíamos una fila para comenzar a correr. Esta línea solo funcionaba los primeros segundos, porque al final todos corríamos a ritmos diferentes.
Segundos de comenzar a correr, sentí que alguien me empujó con su hombro para pasar.
Giré mi cabeza con rapidez para ver de quien se trataba, solo faltó ver su sonrisa para saber de quien se trataba.
-¡Más rápido T/N! No te quedes atrás -La voz de Wonho sonaba eufórica, pero en un volumen bajo para no llamar la atención.
Al notar que no pensaba ir mas rápido, apenas si podía mantener mi ritmo actual, Wonho redujo su velocidad para ir a mi ritmo.
Mientras corríamos juntos en silencio, me puse a pensar en cómo nuestra amistad se desarrollo en tan solo unas semanas.
Hablábamos diariamente, incluso haciendo llamadas algunas veces por las noches.
No solíamos estar juntos en la escuela, ya que normalmente me encontraba con mi grupo de amistades, mientras qué él solía estar con sus amigos o entrenando para sus partidos.
Aun así, teníamos una buena química en cualquiera momento, nuestras conversaciones siempre fluyen sin problemas y, en poco tiempo, creamos mucha confianza en el otro.
Seguía corriendo con tranquilidad hasta que de repente Wonho toma mi brazo y me detiene.
-¿En que piensas? Ya dimos cinco vueltas, solo nos queda caminar -dijo viéndome con curiosidad, dándome palmadas en el hombro.
-Lo siento, me distraje un poco -mostré una leve sonrisa con un poco de pena, caminando a su lado.
-¿Que crees que vayamos a hacer hoy? -Wonho caminaba con tranquilidad, manteniendo su mirada hacia adelante.
-Ni idea... Aunque tal vez nos ponga un juego, la ultima clase el profesor me pidio alguna sugerencia de juego -admito mientras acomodo mi cabello, usando un espejo mental para ordenarlo.
-¿Que sugerencia le diste?
...
Despues de jugar cinco rondas de quemados por 40 minutos, en donde realmente solo juegue durante 5 minutos porque me eliminaban rápido, regresamos a los vestidores para quitarnos el uniforme deportivo.
Por muy raro que podría sonar, ya me había acostumbrado a cambiarme frente a 15 chicos en los vestidores, así que era normal estar en ropa interior entre ellos.
Quitándome mi uniforme de la clase de deportes, quedé en boxers mientras agarraba mi ropa para ponermela.
Mientras me ponía una camisa blanca, observé como Wonho estaba a mi lado dándome la espalda.
Nunca lo había pensando hasta ahora, pero los vestidores es el único lugar donde he notado que a Wonho no le gusta hablar conmigo, probablemente le incomode la situación.
-Nos vemos -me despedí en voz alta al terminar de cambiarme, comenzando a salir del vestuario con tranquilidad.
-¡Espera! -agarrandome de la muñeca, una mano me jaló con rapidez para regresar al interior del vestidor
Al girar mi cabeza, observé qué se trataba de Joohoney, uno de los amigos y compañeros de equipo de Wonho.
El chico estaba sin camisa y solo tenia puesto sus pantalones negros.
-¿Que sucede? -pregunte confundido, más al notar que el chico todavía no terminaba de cambiarse.
-Es que... necesito tu ayuda, yo... ¿Puedes ayudarme a ponerme mi camisa? -preguntó nervioso, mostrándome su camisa roja
-¿Okay? -extrañado, tomo su camisa, haciéndole una señal con mis cejas para que levantará los brazos y ponerle la camisa.
El momento fue raro y, para mí, innecesario, ya que se trataba de una camisa bastante normal, no veía porqué el chico debía pedirme ayuda.
Terminando de ponerle la camisa, miré de reojo que Wonho salió de los vestidores con rapidez.
-Muchas gracias, me salvaste el día -Joohoney sonreía levemente, tocando su camisa con alegría.
-De nada, nos ve- -me di la vuelta para intentar volver a salir, pero otra voz ganó mi atención.
-Oye T/N, ¿Puedes ayudarme con esto? -una voz de fondo me detuvo, haciendo qué regresara para ayudarlo.
Para cuando pude dar un paso fuera de los vestidores sin qué nadie quisiera detenerme, ya habían pasado cinco minutos.
Fastidiado por lo sucedido, no podía pensar en algo que no fuera buscarle algun propósito a ello, que forma tan rara de querer molestarme
Pero bueno, saliendo de los vestidores caminé por varios minutos hacia mi casillero, quería guardar mi uniforme deportivo.
Caminando con rapidez, escuché como alguien mencionó mi nombre. No pude evitar soltar un suspiro de fastidio, pensando que era otra persona tratando de detenerme, pero al mirar de quien se trataba, me relaje.
-¡T/N ayúdame! Esta loca quiere confesarse de la peor forma -Shuhua se acercó con rapidez, dejando atrás a otra chica.
-No estoy loca, ¿Qué tiene de malo confesarte con una carta? -reclamó enojada la otra chica, Miyeon, mirándome con atención.
-¿Una carta? ¿Y por qué una carta? -cuestione confundido, continuando con mi camino hacia mi casillero.
-Creo que es un detalle bonito, es una manera sencilla de confesar mis sentimientos sin tener que decirle directamente... -Miyeon se notaba un poco nerviosa al decirlo, seguramente solo pensarlo le causaba miedo.
-Pero le digo que ni al caso una carta, que mejor le mande un mensaje de texto o algo así -explica Shuhua, caminando a nuestro lado.
-Si quieres mejor que haga un tiktok -bromeo con una sonrisa.
-Deja de bromear, ¿De verdad es tan malo hacer una carta? -Un poco asustada, Miyeon me observaba con preocupación.
-Para ser sincero, las cartas son cosas que ya nadie hace, ¿Quien pensaria en hacer una carta para confesarse? -pregunto extrañado, abriendo la puerta de mi casillero.
Cómo si fuera una señal del destino de que estuviera equivocado, un bonito sobre de carta cayó al suelo con lentitud.
-Okay, eso fue conveniente -dice Shuhua sorprendida, observando el sobre en el suelo.
Tomé el sobre y lo miré durante varios segundos, tratando de imaginar que podría contener en el interior.
La única pista era algo escrito con plumón negro:
Para: T/N ❤️
-No puede ser, me ganaron la idea -se quejo Miyeon recargando su cabeza en el casillero, derrotada por la vida.
-No seas dramática, solo es una carta, dudo que sea de amor -ruedo los ojos mientras abro el sobre y saco la hoja de su interior.
El color de la hoja era un lindo rosa pastel, decorada con varios corazones, de diferentes tamaños y tonos de rosa, colocados en el margen de la carta.
-Dios mío, ¿En serio sigues pensando que no es una carta de amor? -pregunta Shuhua con una sonrisa burlona, la cuál se intensificó al ver mi rostro.
Estaba en total shock por este detalle, quedándome atontado por unos segundos. No fue hasta que reaccione, que decidí guardarla de nuevo en el sobre.
-¿¡Que haces!? ¿No la vas a leer? -Miyeon me observaba con atención, casi indignada.
-Chismosa, me la dieron a mi, no a ti -digo sonriendo y guardando el sobre entre mis libros de mi mochila.
-Eso te pasa por no invitarnos a ver la película de Nxde en el cine -Shuhua sonreía malvadamente, seguramente estaba feliz de vengarse por fin.
-¿Cómo que no los invité? Les mandé mensaje por correo -Tras ese comentario, Shuhua y yo nos miramos extrañados.
-¿Quién mierda usa correo para invitar a alguien al cine? -pregunté confundido.
-¿Se acuerdan que en la fiesta de Soojin se cayó mi celular a la piscina? Dejó de funcionar y no me compraron otro hasta hace una semana.
Shuhua revisó el correo de su celular y, efectivamente, había enviado la invitación por correo.
-¿Por qué tu cuenta se llama Lindurita3000? -pregunta Shuhua, juzgando a Miyeon con la mirada.
-Es la cuenta de mi prima menor, se me olvidó mi contraseña y le pedí su tablet -Miyeon se veía avergonzada, no pudimos evitar reirnos de lo sucedido.
Shuhua y yo nos reíamos sin control hasta que la campana escolar sonó, teniendo que despedirnos entre risas para evitar llegar tarde a nuestras clases.
La puerta de mi salón la puerta ya estaba cerrada, con miedo que volvieran a dejarme afuera como el primer día, abrí la puerta lentamente.
Para mí sorpresa, el profesor no estaba dentro aún, solamente todos estaban hablando entre ellos.
Comencé a caminar hacia mi asiento y noté que Wonho me observaba con atención, pero cuando notó qué lo miré, el chico me saludo con una sonrisa.
Le devolví la sonrisa y me dirigí a mi asiento con tranquilidad, donde una mirada me seguía con intensidad, ya sabiendo de quien se trataba.
-No te hagas ilusiones, solo fue una sonrisa amistosa -digo con rapidez, tratando de evitar lo inevitable.
-Se nota que le gustas, ¿Acaso no viste como te miraba? Sus pupilas se hicieron mas grandes al verte sonreírle -Minnie explicaba con emoción, moviendo sus manos de manera eufórica.
-Estas loca, te dije que dejaras de leer tus libros gays, esas cosas te están lavando el cerebro -Minnie abrió la boca, ofendida por mi comentario.
Sin darme cuenta, habia provocado un huracan interminable; Minnie hablando de libros juveniles.
Minnie procedió a darme una larga plática de porqué leer libros sobre chicos que se dan como cajón que no cierra es literatura pura.
La chica seguía hablando y hablando, saqué mi celular para comenzar a revisar instagram.
-¿Me estás escuchando? -preguntó Minnie de repente, tapando la pantalla de mi celular.
-Si, gays -quite su mano y continúe viendo redes sociales, mientras Minnie seguía con su discurso sobre la literatura LGBT+
...
-Te recomiendo mucho ese libro, "Allergy" es de los mejores libros LGBT+ que han salido en el año -varios minutos más tarde, Minnie y yo continuábamos hablando sobre cosas gays, ahora sí conversando de verdad.
-¿Es el mismo que publicaste en tus historias hace semanas?
-Exacto, ese mismo, de hecho puedo mandarte una lista de lo libros que- ¿Ya pasaron quince minutos? -Ambos notamos como la mayoría de los alumnos empezaron a salir del lugar.
Minnie sacó su celular y confirmo lo dicho. En nuestra escuela, si un profesor tarda quince minutos en llegar, se les da permiso a los alumnos de retirarse sin problemas.
-Asi es, pasamos quince minutos hablando de literatura gay -digo recostando mi cabeza en mi mesa, desgastado por la importante plática que tuvimos.
-Bueno, iré a caminar por la escuela, ¿Vienes? -pregunta Minnie sonriente.
-Me quedaré aquí un rato, pero gracias, nos vemos después -me despido sonriendo, viendo como Minnie salía del salón.
Con un poco de flojera, busqué en mi mochila algún dulce que me regresara mi energía, tocando la carta que había guardado hace rato.
Pensándolo durante varios segundos, observé al salón para ver quienes se encontraban aún dentro.
Solo quedaban cinco personas en el salón, y Wonho tampoco de encontraba ahí, así que... no creo que sea mal momento para leerla.
Abrí cuidadosamente el sobre, fingiendo qué aún no había visto nada, y comencé a leer la carta en mi mente.
🩷
T/N, hola, ¿Cómo estás? Sé que todo esto es extraño, pero ya no creo durar más sin confesarte lo que lleva guardado en mi corazón desde hace unas semanas, o incluso más tiempo.
Siento algo por ti, traté de engañarme a mi mismo pero era inevitable controlarme cuando estoy contigo, tu sola presencia me hace sentir una calidez muy especial.
Desde hace meses has llamado mi atención, pero sé me dificultaba acercarme a ti.
Quería invitarte a vernos en dos días en la azotea, a la hora de salida, te llevaré un regalo si decides ir.
Es muy cobarde de mi parte confesarte mis sentimientos de manera anónima, y si decides no ir tampoco hay problema, es tu decisión.
Pero realmente me gustaría que me dieras una oportunidad, espero verte ahí.
Con mucho cariño, 🏉
🩷
Aún analizando lo que acababa de leer, volví a mirar la carta de nuevo, desde el primer hasta el último párrafo.
No sabia que pensar al respecto, era extraño, ¿Por qué una carta me estaba haciendo sentir tan nervioso y emocionado a la vez?
Este tipo de cosas siempre se me habían hecho ridículamente sentimentales, pero ahora entendía cuál era la magia de recibir cartas.
Pero... ¿Quién me la habría dado?
Obviamente se trataba de alguien del equipo de fútbol americano, desde que me acerqué a Wonho empecé a llevarme mejor con ellos.
El problema es que no tengo ni una idea de quien podría ser, desde el principio supuse que todos eran heterosexuales, así que ni siquiera noté que alguno podría estar interesado en mi.
De todas formas, no paso mucho tiempo con ellos, con el único que hablo diariamente es Wonho...
¿Wonho? No, no tendría sentido qué fuera él, Wonho no suele ser tan detallista, aparte de que no me lo imagino haciendo y decorando la carta, es imposible que sea él.
Observé su asiento vacío por unos segundos, no era él, obviamente no puede ser Wonho.
...
Dos días después, ya habían pasado veinte minutos desde que las clases terminaron, pero yo apenas estaba comenzando a subir las escaleras hacia la azotea.
Estaba enojado y fastidiado, mi equipo tardó 20 minutos en organizarse para hacer una exposición.
Lo peor es que lo único que decidimos fue el color de la cartulina, porqué si el tema hubiera sido libre, ni siquiera eso se habría logrado decidir.
Fuera de lo romántico qué es el hecho de confesarte en una azotea, el subir cuatro pisos no es lo más divertido del mundo.
Especialmente en este momento donde ya me encontraba harto del día, pero trataba de mantenerme relajado, no es culpa del chico lo sucedido con mis compañeros.
Pero después de varios pasos más, ahí me encontraba, soltando leves respiraciones nerviosas antes de abrir la puerta.
Un leve crujido y una fuerte luz solar me indico qué no había paso atrás, pasé la puerta y comencé a caminar.
Sentado en el suelo, un chico se levantó rápidamente con torpeza, acercándose con una gran sonrisa; con la sonrisa más bella qué he visto.
-Viniste...
Con una gran sonrisa, Wonho se me acercaba con un pequeño ramo de flores en la mano. El chico me observaba con atención, una mezcla de emoción y nervios estaba en su rostro.
-Pensé que no ibas a venir... -admitió Wonho con una sonrisa triste, emocionado de saber que si había decidido ir.
-Lo siento mucho, sucedió algo... pero en ningún momento pensé dejarte plantado... Gracias por esperarme -dije levantando mi mirada y sonriendo levemente, sonrojado.
Wonho pareció sorprendido al escucharme decir aquello, pero rápidamente su expresión cambió a una de alegría.
-¿Te esperabas qué fuera yo? -curioso, Wonho trataba de mirarme a los ojos, algo que apenas noté que me ponía muy nervioso, pero me agradaba.
-Pues... lo pensé pero lo dudaba, ¿Hiciste la carta tu solo? -pregunté con una leve risa, seguía sin creerme mucho qué Wonho me hiciera una carta.
-La hice yo desde cero... ¿De casualidad no quieres 98 hojas rosas? La papelería no vendía hojas individuales y tuve que comprar un paquete completo -admitió con una leve sonrisa nerviosa.
No pude evitar reír por su comentario, era tan tierno qué lo único que pasaba por mi mente era la suerte de que alguien como él estuviera interesado en mi.
Un poco nervioso, di un paso más y tomé el ramo de flores, notaba como mi mano temblaba ligeramente... mierda, ¿Por qué estoy tan nervioso?
Al agarrar el ramo pude observar una gran sonrisa de alegría en el chico, parecía aliviado de que las haya tomado.
-¿T-Te gustan? Traté de comprar las más bonitas para ti... -admitió rascándose la nuca, estaba igual de nervioso qué yo.
-Me encantan -dije con sinceridad, sonriendo levemente.
Los ojos de Wonho mostraron un leve brillo y decidió dar un paso al frente, dejándonos muy cerca.
-Bueno... te pedí que vinieras aquí porqué... -Wonho soltó un suspiro nervioso y dio otro paso para agarrar mi mano libre, mirándome a los ojos. -¿Quieres ser mi novio?
Sentí como mi cara se quedó congelada.
¿Qué?
Odio esto de Wonho, ha sido el único capaz de ponerme en un nivel de nerviosismo qué ni siquiera yo conocía.
Wonho me miraba con angustia y preocupación, pero al mismo tiempo se le notaba decidido, esperando mi respuesta a su pregunta.
Sin siquiera saber que estaba por decir, deje qué mi boca hablara por si sola, dejando de lado mi cerebro y permitiendo qué mi propia voz interna expresara lo que deseaba
-¿Y que beneficios tengo de ser tu novio? -pregunté de manera seria.
Wonho se quedó perplejo por varios segundos, procesando mis palabras conmocionado. -¿Beneficios?
-Si, ¿Qué beneficios tengo al aceptar ser tu novio? -pregunté mirándolo con atención, con una leve sonrisa amigable.
-Pues... ya sabes, ser novios... querernos libremente, salir juntos a lugares... besarnos -Wonho estaba notable confundido y nervioso, sin saber muy bien como debía responder.
-¿Y puedo tener alguna demostración? -pregunté con una sonrisa, podía sentir que mis mejillas estaban calientes, posiblemente de mi propio atrevimiento.
-Puedes tener lo que desees de mi -Dando el ultimo paso para terminar con nuestra distancia, Wonho puso sus manos en mi rostro y me beso con cariño.
Tarde en reaccionar, pero fue inevitable corresponder el beso y permitir qué continuara por unos segundos más.
No sabría explicar si fue la sensación del momento, que se tratara de la persona que me gustaba o simplemente Wonho era un gran besador, pero no tenía dudas que fue el mejor beso qué he recibido.
Sus suaves labios se movían con dulzura, queriendo qué ambos disfrutaranos al máximo de este momento, pero al mismo tiempo teniendo el control total de mi.
Ni siquiera noté cuando beso terminó, solo sentí que mis ojos se abrieron lentamente, mostrando ante mis ojos al joven deportista qué tanto me gustaba.
-Me encantaría ser tu novio -respondí con una gran sonrisa.
El chico me abrazó con fuerza, me apretaba un poco pero podía soportar su emoción, de todas formas, yo estaba internamente igual de entusiasmado.
...
-¿Q-Que haces? -pregunté confundido y sonrojado, al sentir como Wonho levantaba mi suéter.
-Préstame tu suéter un momento, me gusta mucho -pidió Wonho, levantando mi suéter hasta quitarlo de mi cuerpo.
El suéter era rosado y suave, pero también muy cómodo, especialmente en estos días con mucho sol pero con abundante aire.
Antes de ponérselo, Wonho acerco el suéter a su nariz, oliendo su olor.
-Deja de olerlo, me pones nervioso -admito con un sonrojo de pena, tratando de quitarle mi prenda.
-¿Por qué te da vergüenza? Me gusta oler tu perfume, aparte... no es que sea la primera vez que huelo tu aroma de cerca -contestó con una gran sonrisa coqueta.
Sin poder evitarlo, tape mi rostro con mi mano, ocultando sin éxito mi gran sonrojo de vergüenza.
Unas cálidas manos se posicionaron en mi cadera y me acercaron a él, sintiendo como unos pequeños besos en mi cuello comenzaban a hacerme cosquillas.
-Hey- No no -dije entre risas mientras intentaba alejarme, pero fracasando en el intento.
-Déjese querer -Wonho se mostraba sonriente y divertido por la situación, le encantaba ser empalagoso.
Cuando por fin pude alejarlo de mi cuello, me di cuenta que había cometido un gran error, porque ahora el pequeño monstruo amoroso tenía como objetivo mi rostro.
Después de varios besos en los cachetes y otros pequeños besos de pico, Wonho pareció estar satisfecho de nuestra muestra de amor diaria.
Mientras yo me encontraba sentado en una banca, pensando que haré para soportar a esta maquina de amor todo el día, el chico se puso mi suéter, sonriendo al verse a si mismo en la cámara.
-Wow, ¿Por qué me veo tan bien con tu ropa? Si pierdes este suéter, no fui yo -Sonriente y maravillado, Wonho se admiraba a si mismo con alegría a través de la pantalla.
-No te preocupes, creo que tengo 5 sudaderas tuyas en mi casa -dije con una leve sonrisa, viéndolo con atención.
-Bueno, entonces este lindo suéter será mi pequeña venganza -Wonho comenzó a tomarse fotos, haciendo diferentes gestos y poses, supongo que de alguien habrá aprendido a posar para las fotos.
De repente, Wonho jaló mi brazo y me puso a su lado, obligandome a salir en sus fotografías.
Aprovechando el momento, agarre su rostro y lo besé, sintiendo como el chico tomó una pequeña foto para después bajar la cámara para central toda su atención a mi.
Antes de poder evitarlo, Wonho ya me tenia a su merced en los besos, mordiendo de vez en cuando mi labio inferior.
-Te amo... -La voz relajada y amorosa de Wonho sonó en un pequeño espacio donde nuestros labios tomaban un descanso.
-Lo sé -respondí con una sonrisa, mostrando una pequeña burla.
-No tienes que decir eso, tienes que decir "Yo más" -explicó Wonho con rapidez, mostrando un pequeño puchero por no responder lo que deseaba.
-¿De verdad quieres que sea tan cursi? -cuestioné con una leve sonrisa.
-Si, ya lo eres cuando estamos en la ca-
-Callate -interrumpí con un fuerte sonrojo en mis mejillas, poniendo mi mano en su boca para que no dijera más.
Bajando mi mano con tranquilidad, y con una sonrisa malvada, Wonho solo dijo...
-Entonces dime que me amas
Rodé los ojos y solté un fuerte suspiro, tomando unos segundos para decirlo.
-...Te amo -Sentía que mis mejillas estaban rojas y no podía mirarlo a los ojos, siempre terminaba siendo sumiso a sus peticiones.
-Lo sé -contestó Wonho con una sonrisa burlona, agarrando mi rostro para volverme a besar.
Inspirado en Queencard de G(i)-dle
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