VEINTE

Yoongi POV

El día y parte de la noche se me hicieron eternos, no sabía si por las canciones que casi no terminó, o por la ansiedad de ver a Sora. TT me prometió que la vería tarde de la noche, ilusionado trabaje activamente en mis deberes para terminar a tiempo y poder ir a su encuentro..

Nuestro mánager estaba más aliviado cuando me vio, como dijo él "ser nuevamente Min Yoongi", Sora tiene ese efecto en mi, ella puede sacar al Yoongi de antes de debutar, pero que es más maduro ahora.

Le conté sobre el plan a la única persona que podía ayudarme a salir sin correr muchos riesgos, nuestro mánager. En un principio se negó y me dio un sermón gratis sobre la actual situación del grupo, yo mejor que nadie sabía los riesgos que estaba asumiendo, pero eran mas mis deseos de verla; sé que si me descubren todos los esfuerzos serán en vano, pero ¿quién puede detener a un corazón enamorado? Por fin comprendo el término de "locamente enamorado". Porque es así como me siento.

No soy del tipo de persona que juega sucio, que usa la manipulación a su favor, tratándose de algo tan importante para mi, eso no me importó. Use los alagos recibidos por los productores veteranos y de Bang PD, para mostrarle que si no lograba verla y hablar con ella nuevamente, aquel Min Yoongi llegaría a extinguirse para siempre. Y es que no era del todo una mentira, con el paso de los dias sentía como una parte de mi iba muriendo.

Tardo un poco, pero terminó accediendo, puso sus condiciones las cuales eran fáciles de atender, prácticamente las mismas de siempre, "No salir del recinto donde estemos", " no pagar con la tarjeta personalizada"; las mismas que nos dio cuando comenzamos a salir.

Como la idea era no ser descubiertos, se espero que cayera la noche, casi de madrugada era la cita. Recibí el mensaje de TT diciéndome que ya estaba todo listo y llame a Seong para que se apresurara, él respondió que ya podía bajar e ir por las escaleras de emergencia. Con sigilo salí de mi habitación, sólo escuche ronquidos y silbidos, dormían como bebés. Antes de salir les pedí disculpas como si me estuvieran escuchando. Cerré la puerta llevando la esperanza pegada a mi pecho. Era la última oportunidad que tenía y no la iba a desaprovechar.

Para que todo funcionara bien, tuvimos que usar dos camionetas que serían los distractores, las fans las seguirían y una vez pasará, yo saldría con Seong en un carro de vidrios polarizados. Cuando uno de los guarda espaldas (muy amigo de Sora y mio) nos dio el visto bueno de que no había nadie sospechoso; salimos por el parqueadero detrás del edificio. Seong ya había ido a la casa de Sora en varias ocasiones por órdenes del CEO, conoce bien el camino y sus atajos.

— Toma, ponte esto— dice y me entrega una bolsa de papel.

Reviso dentro de la bolsa, veo una peluca de cabello largo y un gaban negro. Incrédulo y confundido volteó a verlo para que me explique. Seong me esta viendo de reojo, gira a la derecha y baja la velocidad.

— Los paparazzi se la pasan merodeando la casa. Debes usar esto para que en las fotos que tomen parezca que eres una amiga o la madre.

¿Cuántas veces he tenido que disfrazarme de mujer? Recuerdo a Min YunJi, nada más. Sora era casi siempre la de los disfraces, era mi turno para poder ir a verla. Desabroche mi chaqueta y la cambie por el gaban, use el espejo retrovisor para acomodar la peluca, el cabello era realmente largo casi que podía llegarme a la cintura. Una vez listo, Seong detuvo la camioneta, no apago el motor, aparco frente a una casa.

—Te ves bien. Hasta me dan ganas de pedirte una cita— bromea pero yo no le veo la gracia.

Acomodo mi cabello postizo, carraspeo pidiendo que pare de reír, es muy incómodo sus comentarios de pervertido.

— Yo... ehm... Gracias, hyung.

— Ni lo menciones. He sido su intermediario por mucho tiempo, me gusta verlos juntos— suelta el volante y se deja caer en el espaldar del asiento. — Lamento mucho todo esto— dice con pena entre palabras.

No fue hasta que vi su expresión sombría, que entendí que no era el único que sufría con esta separación forzosa que vivía con Sora, cada persona que terminó involucrada con nosotros, y tuvo que ver en nuestra relación, sienten pena y dolor, deben sentirse hasta impotentes, porque no pueden hacer nada más que observar como la distancia entre ella y yo es cada vez más grande.En medio del silencio, Seong aplaude una vez y voltea a verme con una pequeña pero sincera sonrisa.

— Bueno Romeo, ve por Julieta. Te recuerdo que tienes toque de queda, vendré por ti antes de las cinco.

Asentí. Son tres horas que deberé aprovechar al máximo, parece poco tiempo, pero comparado con el tiempo que he pasado con ella después del incidente, es bastante tiempo; odio ser conformista pero no puedo ser exigente en este momento.

— Yoongi...

Su tono para llamarme me previno de lo que diría después.

— Tranquilo, hyung. No puedo lastimarme más de lo que estoy. Iré a verla aún sabiendo que puede ser una despedida.

¿Qué si dolía? Como si le hubiera pasado algo a Holy o a mi familia, con esa misma intensidad. Sin embargo, conocía el riesgo de verla esta noche, tenía una medio idea de cómo me recibiría y de como terminaría este encuentro; pero eso no impedía que quisiera verla, porque me dolía mucho más no poder hablar con ella, no decirle lo que estaba sintiendo, y por que no, despedirnos correctamente.

Seong hizo una mueca de resignación, él también sabía el significado de este encuentro. Puede que nunca se lo diga de frente, pero he estado agradecido por su ayuda, por su comprensión y sobre todo por cuidar de Sora. Asenti con seguridad y bajé de la camioneta, no mire a ninguna parte, estaba muy oscuro, sólo una farola alumbraba la calle y el sendero que daba a la puerta de la casa de Sora.

De repente las piernas me temblaron, mi pulso se alteró, me sudaban las manos, ni el día qie debute me sentí tan mareado como ahora. Escuche la camioneta marcharse, respire profundo y camine a la puerta. Antes de que llegara a tocar el timbre, la puerta se abrio dándome un susto, apreté los labios ahogando el grito y TT asomo la cabeza.

— Muy original — dijo después de verme de arriba a bajo.

Rode los ojos. Si, me veía ridículo pero era necesario. Ella entró y la seguí. El interior de aquella casa no ha cambiado, no mucho. La sala sigue siendo demasiado grande para los pocos muebles que tiene, el tapete de bienvenida lo escogí yo, el color de las paredes lo escogimos los dos, claros para que entrará la luz del día. Recuerdo cuanta ilusión me había hecho la idea de poder vivir aquí con ella en un futuro. Aunque yo deseaba algo mas lujoso, Sora siempre hablaba del sentimiento de hogar que nunca tuvo, está casa le daba esa sensación y yo no podía negárselo.

Me deshice de la peluca y el gaban, debajo seguía mi sudadera de tela gruesa, hace mucho frío en la madrugada, debo cuidar mi salud y más porque se viene un comeback.

— Sora esta dormida en su habitación. Desde que llego, lloro hasta quedarse dormida— TT se cuelga un bolso y camina a la puerta. — Es todo lo que puedo hacer por ustedes.

— Gracias. Es más de lo que esperaba— con ella también estaba en deuda.

— Ella es como mi hermana, haré cualquier cosa por que este feliz, y ahora te necesita. No importa lo que te diga, no vayas a dejarla sola esta noche.

Asenti.

— Adiós.

— ¿Vas sola?

La bocina de un auto sono.

— Pedí un taxi. No te preocupes por mi. Te hablaré más tarde.

— Ten cuidado.

Ella estiró una risilla simple y salió sin hacer mucho ruido al cerrar la puerta. Solté el aire que contenía en mi pecho, Dios no podía estar mas nervioso. Mire al techo de la segunda planta, no di mas espera y subi por las escaleras.

Despacio camine a la puerta de la segunda habitación a mano derecha, tome el pomo, lo giré y empuje para abrir. Deslice la mitad de mi cuerpo, una lámpara ilumina tenuemente la habitación pero es suficiente para ver si figura de espaldas enrollada en la cama, no está tapada por las cobijas y tiene la misma ropa de hombre. Pase saliva y me di fuerza para entrar y cerrar evitando despertarla.

Di una mirada rápida a la habitación, un freno en seco para ver nuestra realidad sucedió cuando vi dos cajas de cartón con sus pertenencias, eso explicaba porque se sentía vacía la habitación, apreté los puños a mi costado y los labios, jamás aceptaré que se vaya a su país, jamás aceptaré renunciar a ella.

Miro su cuerpo encogido en la cama, suspira sentida y me parte el alma. Camino hasta el borde para verla mejor. Sin pensarlo mucho, me recuesto a su lado, uso mi brazo de almohada para mi cabeza, con la otra mano limpio la lágrima que se estancó entre su ojo y la nariz. Estoy conteniendo mis ganas de llorar y de besarla, quiero admirarla un poco más mientras duerme.

(Flashback)

Gruñona

Te va a pesar si me sigues
ignorando, tonta.
✔✔8.30 am

Me doy cuenta que ves los mensajes
✔✔8:50 am.

¡Sora! Maldita sea, deja las niñerias.
✔✔9:25 am

¡Bien! Después no vengas
llorando para que te hable.
✔✔ 9:55 am

Me tumbe de espaldas en la cama y empuñe el celular en la mano. ¡¿Por que se comportaba así?! Peor aún ¿porque tenía que rogarle?

Alguien carraspea en la habitación, me siento de golpe avergonzado porque me estaba retorciendo de la frustración en la cama. Jimin está en la puerta viéndome con extrañeza.

— Jimin...

— Hyung...

Carraspeo y toso. Todo es culpa de Sora ella me vuelve loco y sabe cómo sacarme de casillas. Le hago una seña a Jimin para que se siente en la silla giratoria, este entra, cierra la puerta y toma asiento. Baja un poco la cabeza y relame sus labios. Jimin no es muy comunicativo sobre sus pensamientos, fuera de Taehyung, nadie conoce realmente como se siente, pero cuando se siente realmente perdido y cargado viene a mi. Reconozco sus gestos y me recargo en la pared para prestarle toda mi atención, será algo en que distraerme y dejar de pensar en Sora.

— ¿Ya desayunaste?— pregunté.

Asíntio despacio. Bien algo había pasado. No soy bueno en este campo pero tratándose de él haré un esfuerzo.

— Entonces ... no saliste con Taehyung — algo así recuerdo de su platica en la noche mientras cenabamos.

— No. Tae está durmiendo— no me parecía razón suficiente para que siga viendo al piso.

— ¿Estás enojado?— no era su típica pose de estar enojado, pero quería estar seguro.

Jimin levanto la cabeza y sonrió tan grande que sus ojos se achinaron confundiendome, esa sonrisa no la finge, es la mas sincera que le conozco, entonces ¿ qué le pasa? Porque claramente no esta triste o enojado.

— Hyung, ¿puedo preguntarte algo?

Jimin hace que me vea como un tonto que se preocupa sin necesidad. Chasqueo, me cruzo de brazos y asiento entornando la mirada.

— ¿Qué pasa entre Sora y tu?

Su pregunta me dejó estático, congelado, detenido en el tiempo. Vi su rostro tranquilo y serio, no se trataba de una simple curiosidad, Jimin de verdad esperaba saber que pasaba. Parpadee rápido tecobrando consciencia, tosi dos veces y apreté los labios.

Esta era la segunda pregunta más difícil de toda mi vida, la primera fue cuando me preguntaron si tendría otra mascota después de que Holy no estuviera más a mi lado.

Lo cierto es que no tengo una definición clara de que pasa con Sora, ¿estábamos en una relación de verdad? No nos hablábamos frente a los demás, si hasta parecía que nos odiabamos, cuando estamos solos es que nos acercamos, también peleamos pero es más fácil de solucionar. ¿Era eso estar en una relación?

Los ojos brillantes de Jimin encontraron los míos inquietos, ansiosos, hizo una seña para que le respondiera y me deje deslizar por la pared hasta quedar acostado en la cama.

— No lo sé— dije siendo sincero.

— ¿Cómo así? ¿Qué es lo que no sabes?

Era vergonzoso hablar de esto con él por que es menor, pero Jimin tiene una mentalidad de adulto, así que podía confiar en él.

— Eso. Que pasa con nosotros. ¿Sabes? La extraño cuando no la veo, pero no soy capaz de hablarle frente a otras personas, quiero que este conmigo, pero me cuesta salir y buscarla.

Escucho crujir la cama de al lado, dejo de ver el techo, volteó a ver un jimin tumbado en la cama, de lado con el brazo sosteniendo su cabeza.

— Sabía que pasaba algo.

Contraje mi rostro. Crel que disimulada muy bien, debió ser Sora  la que se dejó pescar. Chasquee, que más daba, algún dia alguien se iba a dar cuenta, pero esperaba a que fuera cuando tuviera en claro lo que me pasaba, por ahora solo lo podía comparar con un show de fuegos artificiales que te da felicidad en em momento y luego quieres que nunca acabe.

— ¿Y has hablado con ella hoy?

— No— hago una mueca descontento — lleva tres dias ignorandome.

— ¿Tres días? — lo decía como si fuera lo peor.

— Pero se quedará esperando que le ruegue— sacudo la mano quitándole importancia.

— Pues esta hablando con Jungkook— hizo una mueca confundido, fruncio los labios. — Escuche a Jungkook en la cocina hablando con ella por el celular.

Muy bonito. Me ignora pero bien que se divierte hablando con Jungkook, aquella picazon en el pecho que me da cuando Jhope la abraza, o Jungkook se le acerca, aparece mágicamente con el comentario de Jimin. Me encojo de hombros pretendiendo que no me afectó en lo absoluto.

— Yo también hablo con ella, todos en realidad lo hacemos— sonríe bajo la tela de la inocencia. No sabe lo ahogado que me siento sabiendo que soy el único ignorado.

— ¿Cómo te diste cuenta de que pasaba algo?

— Vamos, hyung. Nunca peleas más de dos veces con la misma persona y por lo mismo. Con Sora siempre te enojas por que dices que es muy lenta para atendernos. Y también... — se detuvo y mordió su labio inferior.

— también...

— Tu canción, la de Just One Day, leí entre líneas, está dedicada— cubrió su boca con la mano.

Vilmente me delate, con una canción y mis acciones cotidianas. Cuando estamos todos en la cafeteria no se como tratarla, no se que decirle y actuar como siempre resulta ser mi salvavidas, incluso si voy sólo, no le dirijo mucho la palabra y hasta ahora ella no se a quejado, asumo que para ella está bien ¿no?

— ¿Crees que alguien mas lo sepa?— no es que tuviera miedo de ser descubierto por los chicos, era por que no tenía en claro lo que sentía y no quería armar un alboroto injustificado.

Pero Jimin negó con la cabeza varias veces.

— Jungkook dice que la detestas. Creo que habría más posibilidades de que ella estuviera detrás de Ho Seok hyung, que de ti.

En parte me tranquilizaba saber que para los demás no era tan obvio de que estaba sintiendo algo (lo que fuera ) por Sora, pero por otro lado que las apuestas fueran a favor de alguien mas picaba mi corazón y hacia que un sentimiento extraño saliera por mis poros.

— Me gustaría que siguiera así. ¿Entiendes?

— No te preocupes. No dire nada. Eso les compete a ustedes. Pero nos contarán a todos ¿verdad?

— A su debido tiempo— extrañamente me sentí confiado al responder. Aún si no se que me pasa con ella, deseo que no se acabe.

Jimin volvió a sonreír con ojos achinados, se sentó de golpe, yo lo seguí.

— ¿Cuándo cumplen sus 100 días?— alce las cejas ante la repentina pregunta. — Lo siento, es que me emocionan estas cosas, soy como el Cupido de sus secretos amorosos. Eso y que es extraño que seas tu quien primero tenga novia.

Novia. ¿Sora era mi novia? Nos habíamos besado, ella sabe partes de mi vida que solo los chicos saben, me ha visto débil, frustrado, y yo la he visto en su estado más frágil y vulnerable. Tenía todas las características que a mi parecer debía tener mi chica, pero para ser novios ¿no tenía que uno de los dos decirlo? ¡Arg! De verdad que no entiendo estas cosas.

— Sí, ya tenemos 100 dias— dije de lo mas indiferente. Sólo son números ¿no?

Sin embargo, Jimin no reaccionó como yo esperaba. Sus mejillas se pintaron de rosa, paso de una cama a la otra sentándose a mi lado, ambas manos cubrían su boca y sus ojos brillaban.

— ¿Cuando? ¿Qué hicieron? ¿Le diste algún regalo? — si tuviera una hermana empalagosa, sería como Jimin, me preguntaría todo sobre mi relación. Aquí es donde agradezco tener un hermano, a él le he contado a más detalles lo que pasa con Sora, me apoya pero no me hostiga con cosas ridículas y cursis.

— Hace cuatro días. No le di nada, no hicimos nada, fue el día del ensayo para Inkigayo.

Su rubor palidecio a la velocidad de la luz, sus manos cayeron y su boca quedó ligeramente abierta, pestañea analizando lo que acabo de decir y me confunde aún mas.

— ¿Que?— inquiero alzando los hombros.

— ¿Le hablaste en la noche cuando llegamos?

— No.

— ¿Le escribiste temprano al día siguiente?

— No. Hasta la noche le hable, pero...

Con cada respuesta se acercaba más y mas a mi rostro, con los ojos tan abiertos que me daba miedo se le salieran de órbita.

— Te ignoro.

— Sí. Lo hace desde ese día.

— ¿Y porque crees?

Encojo los hombros por que realmente no se que le pasa a ella.

— ¡Hyung, reacciona! Ella esta enojada por que piensa que no te interesa nada de la relación.

— No. Ella es así. A veces estamos hablando, ella se pone rara, me manda a la mierda, deja de hablarme dos dias y vuelve a la normalidad.

— Puede ser, pero ya van tres días, ¿no es extraño para ti?

Mentiría si digo que no me extraña su actitud, más sabiendo que con los demás habla sin problema. ¿Porque todo tiene que ser tan complicado?

— Tendrá que pasarsele.

— No, no, no, no hyung. Debes buscarla y pedirle disculpas. ¿Sabes que es lo que más aprecian las mujeres en una relación? — negué — Que su chico se acuerde de los pequeños detalles, que sea atento más no empalagoso.

— ¿Cómo sabes eso?

— Recuerda que tengo una mejor amiga y se va a comprometer la próxima semana— cierto, su amiga de la escuela con la que lo molestabamos diciendo que le gustaba y lo habían dejado en la friendzone.

— Pero eso es irrelevante. Lo que importa es que debes arreglar tu situación con Sora. Hyung, ella es alguien especial, si te eligió a ti debe ser porque realmente te quiere en su vida. No puedes esperar a que sea ella la que se disculpe cuando claramente eres el culpable de su enojo.

Mi hermano me hizo un comentario hace dos dias sobre lo mismo, uso otras palabras pero el contexto es el mismo. Sora no vendrá a buscarme porque no es su deber, no necesita disculparse porque no hizo nada malo.

Por desgracia soy así, necesito una explicación concreta y directa para entender en que me equivoque, porque bueno, soy un ser humano y aceptó cuando me equivoco, y a los únicos que entiendo por señas son a Nam Joon y a Hobi.

Estire la mano para alcanzar mi celular, deslice la pantalla, revise, pero ella no me respondió nada. Entonces hice una lllamada, Jimin paso a la cama de enfrente y me observo expectante.

Hyung

Jungkook, ¿viste la serie?

Jimin arrugo el ceño.

Estoy viéndola. Cuando llegue al capítulo que me dijiste, te aviso.

Bueno. Que te rinda— colgué.

Jungkook ya no estaba hablando con Sora

— ¿Y eso que fue?— preguntó Jimin.

— Ya no están hablando. Lo malo es que Sora está hoy de descanso y no estará en Moon's— me puse de pie, camine a lo largo de la cama hablando conmigo mismo.

— Hyung...

— Su amiga está en el turno hasta la madrugada...

— Suga hyung...

— Igual no puedo salir hasta que caiga la noche...

— ¡Yoongi hyung!— ese grito si es de un Jimin enojado. Quedé sentado en la cama.

— ¿Porque gritas?

— Toma— me pasa su celular. Incrédulo muro sin entender que quiere que haga. — Llamala. Así podrás saber cómo está y que tan enojada está.

Debí verme patético mientras me temblaba el pulso para marcar el número que aparecía en la pantalla. Y es que no sabía que tan bueno era hablar con ella, ahora que entiendo un poco su extraño comportamiento. Sora daba mucho miedo estando enojada. Di en marcar, timbro una, dos y contestaron.

— ¡Jimin-ah! Crei que no me llamarías.

Soy yo...

Ah, Yoongi. ¿Qué haces llamándome desde el celular de Jimin?— el cambio en su tono y su tacto en la palabras, me golpeó con fuerza en el pecho. Estaba doliendo.

— ¿En donde estas?

¿Para que?

Sólo responde ¿si?

Resulta que ahora te interesa que hago,y donde estoy suelta con ironía.

¡Joder, Sora! ¿Es tan difícil que me respondas?

¡Estoy en la PATAGONIA! Salvando suricatos. Ahora si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer.

— ¡Ni se te ocurra col... — efectivamente, ella colgó. — ¡Yo también tengo cosas más importantes que hacer! — grite al celular a sabiendas que ella no estaba en la linea y lo lance a la cama.

Despeine mi cabello y gruñi. Esa mujer me exasperaba con facilidad. Odiaba sentirme culpable e impotente, y justo era como me sentía, pero ella es tan terca que me molesta.

Y me sentía aún peor con la mirada acusatoria de Jimin, lo vi redoblar y tomar su celular. Dio un toque en mi hombro y fue a la puerta.

— Tienes que arreglar el problema, hyung. No vayas a dejarlo así, podrías arrepentirte— y se marchó.

¿Todo por una fecha? Yo estaría dr acuerdo si fuera en su cumpleaños, el dia que se le murió una mascota, o que se yo; fechas importantes. Pero como Jimin lo explica, parece que los 100 dias, también es una fecha especial. Que suerte tienen los que entienden a las mujeres, porque por mi parte estoy tan perdido en el tema, que me hace pensar en abortar la idea de quedarme con ella por mucho, mucho tiempo.

— ¿Qué se supone que haga ahora?

***

Pase gran parte de la tarde con los muchachos, tuvimos unas sesiones fotos para una revista de celebridades nacionales. Poco a poco nuestro país se iba dando vuelta para ver a un grupo salido de un empresa que estuvo casi en bancarrota. Al llegar tarde la noche, pasamos a BigHit, la línea vocal tendría ensayo y la linea rap nos encerramos en las cabinas de produccion, o laboratorios como Bang PD los nombró.

Ya tenía un par de canciones definidas de la última vez que tuve un toque de inspiración emocional. Ciertos temas en particular me cuestan, pero cuando me llega la inspiración no hay quien me detenga.

Todo iba de maravilla hasta que llegue a una melodía que había guardado en una carpeta personal, una vez la arranco la reproducción recordé el momento exacto en el que la cree. Fue el dia que me quedé con Sora por primera vez, lo delicada y frágil que se veía, así se escucha la armonía.

Como una cachetada seca, fue golpeado mi corazón recordando que Sora aún no me habla y que no se que debería hacer para remediar el problema. En primer lugar porque ella no desea saber nada de mi, segundo porque no se ni que decirle, se me hace más fácil pelear con ella.

Con mi inspiración arrugada como las hojas de papel que deseche dentro del cesto de la basura, decidí que tomar aire fresco era lo mejor. Salí del laboratorio prometiendo volver a terminar lo que había empezado y baje a la salida del edificio al único lugar donde podía sentirme tranquilo, Moon's. Pero recibí otro golpe cuando entre, vi las mesas y recordé que Sora no estaba ahí.

Hasta para eso eres idiota, Min Yoongi.

Igual entre, ocupe mi mesa favorita y revise la carta que me sabía de memoria: jugos naturales, malteadas, bebidas calientes, postres, cenas, combos y agrandados. Es el menú desde que entre por primera vez.

— Buenas noches, joven ¿que desea ordenar?

Alce la vista a la amiga de Sora, nuestra relación no era tan buena pero tampoco tan mala, aún así, ella me veia con esa expresión filuda y asesina; en especial si pasaba algo entre Sora y yo.

— ¿Está en el apartamento? — casi que susurre, como si me preguntara a mi mismo.

Ella entorno la mirada, apretó los labios y asíntio.

— Allá está. Yo no te he dicho nada.

— ¿Crees que...— arrastre mucho las palabras y no pude terminar la pregunta.

TT parece haberme entendido, piensa un poco, detiene el golpeteo y se acerca a mi.

— Había planeado quedarme con mi novio hasta mañana. Si de verdad quieres hablar con ella, puedo retomar el plan.

— ¿De verdad?— parece que no me detesta del todo.

— Si es para que ella no sufra, si.

— Gracias— TT se incorporó y señaló la carta en mis manos. — Deme un americano y un postre de almendras.

Ella apuntó, asíntio y fue a la barra. Una vez llegó mi pedido, lo devore tan rapido que el americano no parecía estar humeando de lo caliente, mas bien bajo como té por mi garganta. Deje sobre la mesa el pago de la cuenta y salí al edificio y buscar al mánager Seong.

— Hyung, necesito... un favor...— casi siento que corrí una maratón.

Él me ve confundido, como si un niño perdido le estuviera pidiendo ayuda.

— Primero respira hombre que te va a dar algo— usa su cuaderno para darme aire.

Respiró hondo varias veces, recuperando el aliento y la normalidad en mi ritmo cardíaco.

— Necesito salir.

— Yoongi— su ceño se frunce.

— Es algo urgente— inquiero. Inhalo otra bocanada de aire.

— ¿Qué como aquella vez?

— Parecido. Sólo tu puedes ayudarme.

— Yoongi, si cumplo todas tus peticiones podría perder mi trabajo.

— Ya te lo dije, BTS te contrata como particular de ser necesario. Los siete te necesitamos— puede que sonará a que lo estaba engañando, pero de verdad los siete habíamos hablado de no dejarlo irse de nuestro lado.

Seong se masajeo la cien, me vio de soslayo y asíntio. Sonreí con entusiasmo y agradecido por estar dispuesto a ayudarme.

— Ve al parqueadero. Voy a dejar esto en la oficina y ya bajo — asenti varias veces como un niño que le han prometido su juguete favorito a cambio de que se porte bien.

— Gracias hyung— dije y corrí por las escaleras a bajo.

***

El celador del edificio donde vive Sora fue avisado por TT para que me dejar a pasar sin problemas.

Ya enfrente del apartamento, tome bastante aire y fuerza para enfrentarme a la fiera del otro lado de la puerta. Toque el timbre, unos pasos apresurados se escucharon y finalmente la puerta se abrió.

— Llegas tempra... — la sonrisa que traía en sus labios se desdibujo fugazmente frente a mi. Y eso dolía.

— H-Hola...— levante la mano.

Sora fruncio el ceño y retrocedió para cerrar la puerta, me adelanté y detuve la puerta con mi cuerpo, era hora que supiera de mo fuerza física. Empuje la puerta haciendo fuerza con mi zapatilla. No iba a ganarme, no me iría hasta que no habláramos.

— ¿Qué... haces Yoongi?— por su tono estaba haciendo mucho esfuerzo para cerrar la puerta.

— Vamos ... a ... hablar...— ¿qué comía esta niña para tener tanta fuerza ?

— No... hay nada... de que hablar... vete...

Hice un sobre esfuerzo empujando con todas mis fuerzas, la puerta se abrió de golpe y antes de que su cuerpo aterrizara en el suelo, la atrape cuál escena cliché de drama romántico.

— Te tengo — dije abrazandola contra mi pecho.

Estire el pie y empuje la puerta para que se cerrará.

De un empujón, se apartó de mi abrazo, me miraba furiosa, con ganas de darme unos golpes que me mandaran directo al hospital.

— ¿Porque haces esto? — preguntó sin quitarme la mirada.

Cambie mis zapatos y me deslice a la sala. Me gire para verla y responder.

— Por tu culpa.

— Resulta que es mi culpa. ¡Qué tontería! — su enfado iba en aumento.

Tenía que bajarle a mi arrogancia, mi sarcasmo y mi terquedad. Necesitaba arreglar las cosas con ella antes de que me enloqueciera por su desprecio. No quería tenerla lejos, pese a que no soy el tipo de hombre dulce y meloso, ella se ha fijado en mi y me ha abierto su corazón.

No quería admitirlo, pero su gruñona y testaruda imagen, era mi parte favorita de toda ella.

— Lo es. No respondes mis mensajes, no contestas mis llamadas. Es tu culpa que este aquí. Estaba preocupado— ugh, algo cálido se expandia en mi cuerpo y parecía imparable.

— ¿Preocupado? ¡Ja! Que buen chiste. Pero si a ti no te interesa nada de mi Yoongi. No mientas.

— No, eso no es cierto.

— ¿Ah, no? ¿Qué me respondiste del mensaje que te envie? "Que flojera, cuando tenga tiempo lo leo" — imitó mi voz — ¿Sabes como me sentí? Como una estúpida por querer compartir mis sentimientos contigo, por creer que éramos algo especial y que podía confiar en ti; pero eso a ti ni te va ni te viene, Yoongi.

— Espera... ¿que?— ¿De que hablaba? ¿Porque de la nada habla de confianza y esas cosas? ¿Qué fue lo que me escribió?

Rápidamente saque el celular de mi chaqueta, deslice la pantalla y busque el dichoso mensaje, es muy largo, llegue a la tercer línea que fue hasta donde leí, la siguiente línea ella hablaba de que su madre la seguía buscando, que tenía miedo de que quisiera destruir la poca tranquilidad que había construido...

Eres un completo idiota, Min Yoongi. Deberían darte un premio al hombre más estúpido de todo el planeta.

Pase del celular a verla, limpiaba con rabia las lágrimas que salían de sus ojos, no las dejaba salir cuando pasaba la mano para borrarlas, y entonces me sentí mucho peor, la había lastimado, este estúpido hombre inexperto en el trato a las personas, con problemas para socializar y que escribe canciones para alimentar su ingenio, había herido los sentimientos de alguien especial.

Ahora veía con claridad, podía comprender perfectamente porque se había comportado indiferente estos tres días, se me hacía raro que fuera sólo por olvidar los 100 días, Sora no es tan débil, se trataba de algo más profundo que eso, de algo más íntimo, más personal. Ella confiaba en que podía apoyarse en mi, yo mismo le dije que estaría para ella, que no la dejaría sola, pero fue lo primero que hice. ¿Qué crdibilidad tendrá mi palabra de ahora en adelante?

— Sora... Yo... — quise acercarme cuando la escuché absorber.

— No. Déjalo. Mejor regresa, Yoongi.

Se dio la vuelta. Aproveché el momento y omiti su petición. Camine a ella y la abrace por la espalda, tembló en mis brazos y acune mi mentón entre su cuello y su hombro. Ajuste el agarre en su cintura diciéndole que no me alejaría tan fácil de ella.

— Déjame...

— Lo siento...

— Yoongi, sueltame...

— Lo siento tanto...

Se quedó en silencio y eso me asustó, la giré para verla y estaba llorando pero apretaba los labios para no hacer ruido. Conmovido y acongojado, tome su rostro entre mis manos y me acerqué.

— No lo retengas. Estoy aquí.

Sus ojos se cerraron, sus labios se despegaron y sus brazos me rodearon. Contra mi pecho soltó el primer sollozo, un tanto pesado, un tanto ahogado. La rodee con mis brazos, una de mis manos acariciaba su cabeza y la otra su espalda. Sentí que sostenía una porcelana, y debía tratarla con sumo cuidado para no quebrarla.

Tosio un poco, se separó pero no era capaz de dejar de llorar. Sonreí enternecido, tome de nuevo su rostro y limpie las lágrimas que bajaban por sus mejillas, di un corto beso en su frente y como por arte de magia la intensidad bajo, y sus mejillas se ruborizaron.

— No llores más ¿si? Te verás más fea de lo que eres.

Absorbió.

— M-Mira... quien habla...

Me acerqué más a su rostro y sonreí de lado con perspicacia.

— Nena, yo soy guapo.

Volvió a absorber, arrugo la nariz y por fin sonrió un poco.

— ¿Tengo que comprarte un espejo?

Reímos y termine por cortar la distancia de nuestros labios. Sin darme cuenta mi cuerpo gritaba con cada músculo lo mucho que deseaba tenerla, que la quería fundida entre mis brazos. Era extraño como entre más las besaba más sediento me sentía, más insaciable se volvían mis labios y eso me gustaba. Tener esa sensación por todo el cuerpo era sin lugar a dudas pisar las puertas del cielo.

Sora enredo sus brazos en mi cuello, el cosquilleo bajo por mi espalda escaramuceando mis bellos, ladee la cabeza para sentirla otro centímetro más cerca. Mis manos bajaron a sus caderas y la levante sin mucho esfuerzo, sus piernas se abrazaron a mi, volviendome el prisionero, y no pudo exitarme más al tener sus muslos en mis manos.

Y aunque intentaba no sentirme deseoso, ansioso y tal vez nervioso, Sora hacía ese papel por mi, sus besos profundos y sus búsquedas de mi lengua, me decía cuanto deseaba esto, lo mucho que me extrañaba y sobre lo que sentía. Por unos segundos el frío sentimiento de la duda me abrazo ¿ estaba bien ser así con ella cuando aún no se que siento con exactitud? Pero sólo fue escuchar como mi nombre salía de sus labios en un jadeo, para dispersar como el humo aquella duda.

— Sora... — dije sobre sus labios.

Tantee bajo mi instinto, donde quedaba el cuarto, por suerte la puerta estaba abierta y no tuve que maniobrar, con el pie le di un toque a la madera y la puerta se cerró. El sonido de los besos era todo lo que mi cerebro captaba, abri un poco los ojos para ubicar la cama, Sora estaba bastante entretenida con mi labio mordiéndolo, jalando y volviendo a morder, gruñí cuando sus piernas apretaron con cierta fuerza mis caderas, bajo mis jeans sentía la presión y ella parecía a gusto con ello. La recosté en la cama, apoye mi antebrazo en el colchón para no caer de lleno sobre ella.

Sentí su cuerpo tensarse a penas tocar el colchón, fue extraño pero no le preste atención. Aumente la intensidad del beso en la comodidad de una cama, y cuando mi lengua quiso luchar con la suya, me di cuenta que Sora había bajado el ritmo del beso. Quite mi mano de su pierna y la subí buscando su mano, cuando entrelace nuestros dedos sentí como temblaba, pero no parecía estar temblando por el frío, su cuerpo ardía, tampoco era por los nervios esos se sienten diferentes, por su manera de apretar mi mano, parecía que estaba ... asustada.

Pero no podía asociarlo a nada, omití todo eso y continúe besándola con deseo, con desenfreno, quería llevarme una parte de ella, y que ella tuviera algo mío. Quería que fuéramos necesarios uno del otro, que no tuviéramos otras opciones, mi cabeza no dejaba de tener estas ideas y yo no podía hallarle explicación.

Entonces, de la nada, Sora me empujó con todas sus fuerzas haciendo que cayera de lleno contra la fría baldosa, confundido, perplejo, sin saber que hacer, me quedé viéndola sentada en la cama abrazada así misma. Note las lágrimas en sus ojos, note como su cuerpo temblaba de una manera exagerada, y sobre todo la profunda tristeza en sus ojos; sus labios tiritaron y aunque quise gritarle o insultarla, no pude hacer más que verla como corría al baño con el rostro cubierto por sus manos.

No pude preguntar nada porque quien podía darme respuestas estaba en el baño y por sus antecedentes, no saldrá de ahí tan fácilmente.

Impulse mi cuerpo hacia arriba, un corrientazo paso de mi coxis a mi espalda, efecto del golpe de lleno con la baldosa. Confundido y algo molesto, me quedé viendo la puerta del baño, pensando en que debería hacer, que podría decir, como manejarlo.

Con Sora ha sido así, es un mar de secretos y enigmas, todos resguardados bajo la caja fuerte de su mirada perdida, de sus ojos radiantes de felicidad.

Aunque sabía que sería una larga y tortuosa noche para mi. El estar juntos, por ahora me era más que suficiente.

— Necesito que salgas... — dije antes de moverme hacia la puerta que yacía cerrada, resguardando a la pequeña criatura que se había refugiado asustada.

Continuara...

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Estoy apenada con ustedes, por la ausencia de estos días, creo que continuaran las actualizaciones intermitentes, se trata de mis estudios y me ha consumido; no por completo, pero si me está acaparando el tiempo de la escritura.

Pero las actualizaciones seguirán, puede que no para las fechas asignadas, unos días después si. 

Muchas gracias por seguir apoyando mis trabajos y con gusto les dejo esta bella actualización. Tengan un feliz inicio de semana, diviértanse con sus mamis.

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