Capítulo 36

Pestañee repetidas veces, ajustando la vista a la escasa luz, escuchando los sonidos a mi alrededor, gemidos, gritos, jadeos, ordenes... ¿Dónde estoy?

Mi cabeza estaba apoyada sobre el muslo de alguien, giré la cabeza, observando a Rhett, bebiendo tranquilamente de su copa, ya no sentía el plug en el culo, pero la entrepierna me duele como los mil demonios ¿Cómo no? Si acabo de ser follada por ambos.

— ¿Dónde está mi otro amo?

Pregunté incorporándome lentamente, sentarme era un suplicio.

— Fue al baño, pero ya regresa — besando mi coronilla— ¿Te sientes bien? Perdiste el conocimiento en cierto punto.

Miré a mi alrededor, Sabina y Vincenzo se lo estaban pasando de lujo, Ox y Dane...

— ¿Dónde está Dane?

Alarmándome.

— En el escenario, fue el afortunado.

A la mierda...

— Mira que bonito se ve, todos los afortunados tienen permitido cambiarse de ropa.

Es por eso que la cortina estaba abierta, para ver hacia el escenario.

Levanté la cabeza, escuchando la música sonar, Dane llevaba un short holgado puesto, tuvo el privilegio de poder vestir un poco más, y afortunadamente le tocó algo que logró dominar muy bien, mi amigo giraba por el tubo sin dificultad, hace relucir ese culo suyo que los demás dominantes morían por acariciar, Ox estaba echando humos aquí, sabe que no puede interferir, son las reglas, la mascota elegida... pueden hacer lo que deseen con la mascota elegida.

— Ven aquí — dijo Rhett, cargándome sobre sus piernas— Las reglas dicen que o te arrodillas en el piso o te sientas sobre mí y creo que preferirás mis piernas ¿O no, Edén?

Sonreí.

— Sí, amo. Lo prefiero.

Besó mi hombro desnudo y continuamos viendo el espectáculo, Dane de cabeza, Dane sujetado sólo con sus pies, Dane coqueteándole a todo aquel que se acercó, Dane ganando dinero por montones, Dane siendo jalado para ser besado por otro sujeto... mientras le agarraba el culo.

— Amo... ¿Él tiene permitido hacer eso?

Pregunté apretando los puños, quería saltar del regazo de Rhett y correr hacia esos sujetos para matarlos a todos.

— Sí, lamentablemente son las reglas...

— ¿Y si yo fuese la siguiente?

— Pues lo lamentaría mucho, porque no quiero compartirte con nadie más que no sea tu otro amo.

Todo estaba permitido menos el sexo, nada de orales tampoco, pero aún así, no fue fácil ver como Dane se dejaba toquetear y besar intentando fingir que no le daba asco la situación, hasta Sabina que había estado entretenida dejó de hacer lo que hacía, le descubrió los ojos a Vincenzo, y ambos, con odio y lastima miraron la situación, a Dane sólo lo dejaron ir cuando se corrió frente a todas esas personas, fue Ox quien corrió para recibirlo observando con frialdad a todo aquel que le puso las manos encima a su chico, eso era una promesa de muerte.

Dane saltó sobre Ox apenas lo tuvo cerca, rodeó su cuello con los brazos y sus caderas con las piernas, Ox fue quien le arregló la ropa dejando el escenario, caminando a paso rápido hasta nosotros, tomando asiento en su lugar con mi mejor amigo encima, acariciando su espalda, consolándolo.

Siento que debo hacer algo, siento que yo puedo hacer algo, pero ¿Qué? Sólo soy una mascota más...

— ¿Ya lo dejaron bajar? — Dijo Ardan apenas regresó— ¿Cómo le fue? ¿Muy traumático? Si estuviese en mis manos, no dejaría a mi mascota subir al maldito escenario, no me gustaría que otras manos te tocaran —Acariciando mi mejilla— ¿Cómo te sientes? Estuviste una media hora inconsciente.

¿Tanto tiempo?

— Lo siento... Edén no fue buena...

Escuadrón M, procedan a sacar silenciosamente a los que tocaron a mi hijo — ordenó Vitto— Y denles una muerte lenta y dolorosa, lo más lenta posible, nadie toca a Dane y sale impune.

Llévenlos a mi casa, lo haremos en el sótano.

Ordenó el estadounidense.

— Amo... — inclinándome hacia Ardan— ¿Somos super espías? Algo me habla en la oreja...

Susurré.

— No lo sé, no recuerdo por qué escucho esas voces también, pero parece que dicen cosas interesantes, así que me lo dejé puesto.

Ambos miramos a Rhett.

— Si, yo también puedo oírlo.

Dane sigue llorando, Ox lo consuela, pero su sonrisa de satisfacción lo dice todo, le gusta que el padre de su mascota lo esté protegiendo, la muerte es un castigo justo para un violador y maltratador.

— Siguiente mascota afortunada — dijeron por los altavoces— Número cincuenta y cuatro.

Miré el número que yo tenía y se me cayó el alma a los pies.

— No quiero ir...

Susurré.

— Y yo no quiero que vayas — dijo Ardan con los dientes apretados— Maldita sea ¿Por qué tuvimos que venir?

— Te lo compensaremos Edén, te lo juro — dijo Rhett— Sólo has lo que tengas que hacer y regresa, estaremos justo aquí, esperando.

Con pesar me levanté, soportando el dolor, espalda bien erguida y cabeza en alto, Edén es una perra, sí, pero es la perra de sus amos, no de todos estos bastardos enfermos. Crucé el espacio y llegué al escenario consciente de los comentarios indecentes y de las manos que me rozaron el culo en mi caminata hasta el escenario, acercándome al sujeto de la tómbola.

— Lo siento bonita, pero las cosas no fueron muy al azar, sigue la otra chica con la que compartes espacio, son los únicos productos calidad diamante entre los participantes, nadie quiere perderse el espectáculo de un nivel diamante.

Apreté los labios, así que no fue arbitrario, nos jodieron.

— ¿Qué quiere que baile?

Ignorando sus palabras.

— ¿Qué baile te hace ver más caliente?

Preguntó observándome de forma lasciva, odiaba llevar los pechos descubiertos en estos momentos, no me gusta cómo me mira.

— Danza Árabe.

— Bien, entonces has eso, cámbiate de ropa, pero te cambias aquí, dónde todos puedan verte.

Señalando el baúl a su lado.

Acuclillada, busqué lo que necesitaba, tomando un atuendo azul, la falda consiste en una circunferencia bien sujeta a mis caderas, diamantes adornaban la zona, la tela que cubriría mi culo y el frente consiste en tela azul translucida cayendo hasta el piso, un trozo adelante y el otro atrás, cubriendo sólo lo necesario, mis piernas descubiertas.

— Soy calidad diamante, no esperará que me ponga lo mismo que todas las mascotas aquí.

Dije quitándome el vestido de diamantes y metal sin problemas, quedando en tanga, metiéndome dentro de esa falda que no cubre una mierda.

— Esperaba que dijeras eso, mascota insolente ¿Es que tu amo no te disciplina?

Alzando la mano, dispuesto a pegarme.

— Yo que tú no haría eso — la voz de Ardan— Esa es mi mascota, tú la golpeas y yo te sacaré los ojos, te cortaré los dedos y te los meteré por el culo ¿Entendido?

De pie frente al escenario, Rhett a su lado.

— Y le vas a dar algo acorde a su calidad, no pagamos billones por un pedazo de mierda corriente, ella es especial.

Dijo el castaño.

— P-por supuesto señores, le traeré enseguida algo a su altura.

Y espero que traigan algo acorde a Sabina también, porque ella no es una cualquiera tampoco.

El hombre desapareció tras bambalinas y regresó con un top de diamantes y oro con pequeños cascabeles colgando de la copa, bonito, muy bonito.

— Ahora sí puedo darle un espectáculo, gracias.

Respondí mordiéndome la lengua para no arrancarle los dedos de un mordisco, recibiendo la prenda, ajustándola a mi cuerpo con rapidez, suspirando aliviada al poder cubrirme por fin.

— Suerte intentando salir del lugar, los calidad diamante se quedan con nosotros, siempre, mercancía valiosa.

Susurró el sujeto para que yo únicamente escuchara, entonces la música comenzó y tuve que obligarme a concentrarme en los pasos, moviendo los pies con gracia, balanceando las caderas hacia los lados, moviendo los pechos, utilizando los hombros y los brazos, haciendo que todos los cascabeles tintinearan a la vez, mirando a mis amos en todo momento, hace menos tortuoso todo esto.

Y como a Dane, el dinero comenzó a llegar mientras yo hacía mis mejores pasos para calentar al público, viendo más de una asquerosa erección descubierta, dando media vuelta para no tener que observarlos masturbarse, moviendo las caderas con rapidez mientras las giraba en circulo, escuchando el sonido de sorpresa proveniente del público.

Terminar fue la peor parte de todas, eso significaba libre albedrío para los demás dominantes, mascotas siendo ordenadas a besarme mientras me toqueteaban, forzándome a tomar asiento en el piso mientras se me arrodillaba una chica entre las piernas, su amo daba las instrucciones, sujetó su rostro y me besó, metió la lengua y dio mordiscos mientras alguien dejaba marcas sobre mis pechos, otros tocaban mis piernas con descaro, alguien tenía la mano sobre mi entrepierna presionando mi vagina con su dedo por sobre la ropa interior, frotándome el clítoris con el pulgar.

Rhett se paseaba de un lado al otro observando la escena con impotencia, Ardan parecía querer subir y matarlos a todos, y no voy a mentir, yo estaba deseando que lo hiciera.

Igual que con Dane, no me dejaron ir hasta que consiguieron que me corriera, con vergüenza me levanté del piso viendo los rastros de humedad en el escenario y la eyaculación de aquellos enfermos que se tocaban viendo lo que me hacían, Ardan y Rhett me recibieron, abrazándome de forma sobreprotectora antes de comenzar el recorrido hacia el apartado, sentándome a horcajadas sobre Ardan mientras Rhett acariciaba mi espalda.

— Me quiero ir...

Susurré.

— Me quiero ir... me quiero ir... — escuchando el número de Sabina ser mencionado— Ese hombre me susurró que no nos dejará salir, dijo que los calidad diamante jamás se iban, somos un producto valioso.

— ¿Segura escuchaste bien?

Preguntó Rhett.

— Muy segura.

— Nos iremos, tú tranquila.

Besó mi frente y se levantó, yendo hacia Vincenzo y Ox, contándoles lo sucedido supongo, porque voltearon a mirarme.

— Me quiero ir...

Susurré otra vez.

— Lo sé Bombón, lo sé... — meciéndome— Nos iremos en cuanto... en cuanto nosotros...

En cuanto ustedes confirmen la asistencia de más personas calidad diamante, como dijo Arad... — suspiró— Edén. En medio de nuestra redada, varios dominantes estaban en busca de sus mascotas, había amos buenos, mascotas y dominantes con acuerdos por escrito, matrimonio incluso — narró Vitto— Planeamos devolverles a sus parejas a ellos, todo quien quiera regresar con su dominante, regresará, los demás serán libres.

Ya recuerdo, esa es nuestra misión, confirmar si hay otros como yo, como Dane y Sabina y salir todos juntos antes de que nos atrapen.

— ¿Vamos a poder salir?

Pregunté.

Todos y cada uno de ustedes, Boss.

Respondió Vitto.

¿Boss? ¿Por qué me llamó Boss?

A Sabina no le fue mejor que a mí, bajó del escenario temblando de la rabia, tomando asiento sobre Vincenzo mientras este le prometía que iba a matarlos a todos.

Rhett regresó minutos después para consolarme, se quedaron ambos a mi lado hasta que cerraron las puertas y las personas que tienen cautivas, los calidad diamante fueron subidos al escenario para comenzar a subastarlos.

— Confirmo asistencia, están aquí — conté rápidamente— Veintisiete personas.

Perfecto — Dijo Vitto— La misión de todos ustedes ha terminado, todos los que están en el club, amos y mascotas, en cinco minutos, el escuadrón F despejará la puerta Este, disimuladamente van a escapar por ahí, los esperamos en las camionetas, tienen que correr.

Intercambiamos miradas todos, asintiendo, sabíamos que hacer, sólo debemos acatar esa orden y ya estaremos fuera, seremos libres.

Tres minutos para la extracción —Notificó Vitto— Los guardias están siendo reemplazados por nuestro personal, no habrá problemas con la salida, espero.

Que el Boss salga primero, debemos asegurar su sobrevivencia.

De nuevo me llaman Boss ¿Por qué yo debería salir primero? Soy sólo una mascota, una de tantas.

— Santino, o somos todos o no muevo un dedo — respondí— Yo no soy más que ninguno aquí.

Mocosa del demonio, siempre lo mismo contigo.

Procedan con la extracción, salida despejada.

Avisó Vitto.

Disimuladamente Sabina y Vincenzo se levantaron primero, de la mano, ambos se escabulleron entre la multitud y lograron salir, Dane y yo fuimos los siguientes, Ox, Rhett y Ardan esperarían para no hacer las cosas demasiado sospechosas.

El alivio que sentí cuando llegamos al exterior fue indescriptible, Vitto nos esperaba con las camionetas, cada quien subió a suya para esperar, cinco minutos después, los dominantes salieron y subieron a los autos, poco después, los disparos se hicieron presentes, pero para entonces, ya estábamos demasiado lejos, a salvo.

Llegando a casa del estadounidense, rápidamente subimos al cuarto, tomamos un baño para borrar los rastros de la noche, quitando pelucas y lentillas, recostándonos en la cama dispuestos a descansar, demasiadas emociones por una noche.

***

A la mañana siguiente, perezosamente abrí los ojos, mirando el techo, la cabeza se me parte, me duele la entrepierna, los músculos de la boca, los brazos... ni hablar de las piernas, me duele todo, como si hubiese hecho ejercicio sin descanso.

Tuve la intención de voltear para ver a mi esposo, la sorpresa vino cuando dos brazos me sujetaban con fuerza por la cintura, Rhett y Ardan descansando sus rostros sobre mi pecho, levanté levemente la ropa de cama, ambos en ropa interior, yo llevo puestas mis bragas y la camiseta de uno de los dos.

— ¿Qué mierda pasó...? ¿Qué...?

Los flashes de la noche anterior me golpearon la conciencia, cada recuerdo como un rayo que me parte la cabeza del dolor.

— No me digas... no me digas... no me digas...

Ambos eran peso muerto afortunadamente, moví sus brazos y me arrastré fuera de la cama sintiendo las piernas como gelatina, no me sorprendería si termino en el piso en algún momento, estoy haciendo un esfuerzo sobre humano para caminar y mantenerme en pie.

Ya en el baño, hice mis necesidades, lavé mis dientes y luego el rostro, temiendo al recordar un par de cosas perturbadoras, entre ellas el trío de la noche pasada, creí haber sido clara cuando dije que no quería estupideces, pero como siempre, ese par de idiotas no me escucha.

— Mierda... mierda... mierda...

Paseándome de un lado al otro.

— ¿Y si lo hicieron?

Me mordí las uñas de los nervios, jalé de mis cabellos y me acuclillé en el piso sintiendo mi corazón golpearme el pecho con fuerza, tan fuerte que me retumba la cabeza, se me abomban los oídos, me tiemblan las manos.

— Es ahora o nunca Aradia, ahora o nunca.

Tocando el collar en mi cuello aún, esos malditos no me lo quitaron.

Me puse en pie luego de dos intentos, las piernas no me responden, até mi cabello con un colet que encontré en el mueble y caminé hacia el espejo de cuerpo completo, dándole la espalda.

— Que mi mente me haya traicionado por favor... por favor...

Alcé la camiseta y con temor, miré mi reflejo.

— ¡Mierda! ¡Malditos hijos de puta, locos!

Ahí estaba.

En la nalga derecha dice Rhett, mi nalga izquierda dice Ardan, me marcaron, me tatuaron joder, esta mierda es permanente.

— Voy a matarlos. Voy-A-Matarlos.

Bajé la camiseta y regresé al cuarto tomando a Tacha revisando el cargador, treinta cartuchos, perfecto.

Cargué a mi fiel amiga y disparé directo al cabecero, seis veces exactas, haciéndolos brincar del susto, a Rhett le rozó la mejilla una de las balas.

— ¡Me tatuaron el culo! ¡Les dije que no quería estupideces y anoche hicimos un trio! ¡¿En qué mierda estaban pensando?!

Disparando otra vez, fallando, el par de idiotas se movió rápido y dejó la cama.

— Puedo explicarlo — dijo Rhett— Yo también estaba drogado, no estaba pensando, de haber pensado...

Calló al ver que realmente quería dispararle, tuvo suerte de haber recibido sólo una rozadura en el brazo.

— ¿Y tú qué? — mirando a Ardan— Porque recuerdo muy bien como me empujabas a chuparle el pito a Rhett.

Alzando a Tacha, dispuesta a volarle los sesos.

— Amor... no quieres quedarte viuda tan joven ¿Cierto?

— ¡Prefiero volver a casarme con un perro! ¡De seguro es más inteligente que tú!

Disparando y maldiciendo al verlo esquivar con tanta facilidad, maldito De Santis.

— Yo creo que hay que correr — dijo Rhett— Realmente va a matarnos.

— Yo me salvo primero.

Contestó Ardan, corriendo en dirección a la puerta en medio de una ráfaga de disparos, Rhett lo siguió, y como no pensaba quedarme quieta, tomé otro cargador, me lo colgué en el hombro y salí tras ellos corriendo a paso rápido para intentar pillarlos, viéndolos ir al exterior, mejor para mí, menos heridos, campo abierto, tierra para sepultar sus cadáveres.

— ¡Hijos de puta! ¡Me las van a pagar!

Celebrando al haberle dado en el brazo a Ardan, ese maldito es como las cucarachas, no se muere con nada.

— ¡Lo siento amor, ese no era yo, fui poseído, te lo juro!

Gritó Ardan, corriendo para salvarse el culo.

— ¡Te juro que yo no pensaba llegar a esos extremos! — gritó Rhett— ¡Yo no pensaba tocarte! ¡Ah!

Se quejó cuando logré darle en el brazo, se cayó, levantándose rápidamente para seguir corriendo.

— Qué está pasando tan temprano en la mañana, niña, por el Diablo.

Dijo Santino, quitándome a Tacha.

— Estoy intentando matar a Rhett y a Ardan, regrésame a Tacha.

Extendió su brazo y apoyó la mano en mi rostro impidiéndome llegar a él.

— Les dije que era mala idea consumir esa mierda, pero claro, escuchemos al tío divertido en vez del tío sensato ¿No? Aless es un imbécil, creí que ya lo habías notado, todos los De Santis están locos.

— No pensé que fuera a hacer ese tipo de efecto, me desconocí, la de ayer no era yo ¿Quién mierda era esa Edén sumisa? Me tragué los futuros hijos de tu hijo ¡Me los tragué! Y follé con los dos, hice un puto trío sin haber estado en mis cinco sentidos, además, ese par estaba tan metido en lo suyo que mira lo que hicieron — dando un paso atrás para que me soltara, dándole la espalda, levantándome la camiseta— Me tatuaron sus nombres en el culo ¿No crees que eso es demasiado? Se les pasó la mano.

Dije en cuanto me arreglé la ropa y volteé a verle.

— Me dices que no disfrutaste ni un poco lo de ayer.

— ¡Claro que no! Les dije bien claro, soy una mujer casada, si me casé fue porque quise, y ahí va el par de idiotas — sollozando— Y el tatuaje... ¿Y qué se supone que haga con esa mierda ahora?

Santino chasqueó la lengua y se acercó a mí, abrazándome.

— Chiquita mía... lo siento tanto... — besando mi coronilla— Yo tampoco estaba en mis sentidos ayer, de haber sabido... de haber entendido lo que estaba pasando, porque siendo sincero... no tengo idea de qué pasó ayer, yo mismo te hubiese ido a sacar de ahí... perdón... perdón... perdón...

— ¿Qué está pasando, bebé?

Moví ligeramente la cabeza para ver a Aless llegar, mirándonos con confusión.

— Pasa que ese par hizo lo que se le dio en gana con la niña — señalando a Rhett y Ardan ocultos tras unos arbustos— Hicieron un trio y tantas cosas más, le tatuaron el nombre de cada uno en las nalgas ¿Puedo mostrarle, tesoro?

Preguntó.

Moví la cabeza a modo afirmativo, dejando que me levantara la camiseta lo suficiente para que Aless pudiera mirar.

— ¿No querías? ¿Les dijiste que no?

Preguntó.

— No me acuerdo, no recuerdo que me hayan preguntado, estoy segura de que no lo hicieron.

Aless me arregló la ropa y besó mi coronilla, acariciando mi espalda.

— Deja que yo los haga pagar, con lo del tatuaje se les pasó la mano, lo del sexo... bueno, fue incorrecto, pero ninguno sabía lo que estaba haciendo, fue mi error también el darles esas pastillas, creí que serviría para aligerar el ambiente, no creí que se metieran realmente en sus papeles.

— Me comporté como una verdadera mascota ayer, es tan... vergonzoso recordar, no sé que estaba pensando, es que no estaba pensando.

— Nivel rojo, eso es lo que recibirán, les voy a quebrar el mismo brazo que les está sangrando ahora.

Dijo Aless, haciendo tronar los huesos de su cuello.

— Pero Rhett... es tu hijo.

Dije.

— Y por eso le romperé los dedos también, por muy drogados que estemos, hay algo llamado límites y yo nunca le he hecho algo que Santino no quiera mientras estoy bajo los efectos del ACATHA, esa droga sólo potencia libido y te hace alucinar un poquito, pero sé muy bien que no cometería estupideces como las que esos dos cometieron anoche.

Comenzando a caminar hacia ellos, ambos parecían aliviados de verlo acercarse, saliendo de su escondite.

Aless se plantó de brazos cruzados frente a ellos, parecían estar excusándose porque movían los brazos con insistencia y hablaban hasta por los codos.

— ¿Cómo están los demás? ¿Despertaron?

— Vengo del cuarto de Sabina, ella y Vincenzo estaban jugando cartas en la cama, Sab dijo que lo único terrible fue después del baile, cuando tuvo que dejarse tocar, pero que Vincenzo fue un caballero.

— Mi tío era puto, sí, pero ama a Sabina, soy consciente de como la cuida.

— Lo sé — suspiró— eso me tranquiliza un poco, Vincenzo es menor que yo, sí, son cinco años de diferencia, no es menor, pero él sigue siendo mucho más mayor que mi pequeña, pero también sé que él es el indicado porque la quiere tal y como es, no la juzga ni le pide cambiar, eso como padre me tranquiliza.

— Hacen bonita pareja, son como barbie y el abuelo de Ken... aush.

Mirando como Aless doblaba el brazo de Rhett en un ángulo antinatural, quebrándolo mientras lo regañaba, doblándole dos dedos en el proceso...

Uuf... yo no quisiera ser su hija en estos momentos, que miedo da Aless cuando se pone en modo De Santis serio.

— En cuanto a Dane y Ox — narró Santino, suspirando al ver la escena, ya ni le sorprende al pobre— También están bien, están desayunando más acaramelados que nunca — me miró— Yo creo que el problema aquí fue el tercero de la discordia, las cosas hubieran sido diferentes si sólo hubieran sido Ardan y tú.

— Eso les dije yo por días, pero insisten en la seguridad, que dos ojos son mejor que uno bla bla bla, y como ambos son obsesos de la seguridad, mí seguridad, les dije que sí, no pensé que se fuese a descontrolar de esta manera.

Viendo a Aless quitarse la zapatilla y lanzarla en la cabeza de Ardan antes de que pudiera escapar, pillándolo.

Ardan sufrió el mismo destino que Rhett, el brazo fracturado y un sermón de media hora, ambos no recibirían medicación, orden de Aless, no mía.

El rubio que cumplió con el rol de papá postizo el día de hoy, besó mi mejilla al llegar a mi lado, las manos empapadas en sangre, la ropa salpicada, pero dijo haber cumplido con su deber de protegerme.

— ¿Puedo intentar dispararles de nuevo?

Pregunté a Santino cuando Aless regresó al interior de la casa para limpiarse y cambiarse.

— No, ya es suficiente, estás temblando de pies a cabeza y juraría que tienes fiebre — apoyando los labios en mi frente— A la cama jovencita, y no te preocupes, pondré escoltas en la puerta, ese par no va a entrar.

— Gracias, estoy molesta y te juro que quiero seguir disparándoles.

— Lo sé tesoro, lo sé, no te culpo, pero primero eres tú y tu cuerpo, vamos arriba — acariciando mi mejilla, chasqueando la lengua— Estás muy mordida, con muchos chupones.

— Todos no son de ellos...

Recordando el asqueroso momento en el escenario.

— Están muertos, todos ellos están muertos, muertes lentas y dolorosas, pero te tenemos un regalo en el calabozo que de seguro querrás ir a ver más tarde.

— Me gustan los regalos — dije siguiéndolo al interior— Estoy deseando sentirme mejor para ir a darle una visita.

Sonriendo maliciosa, mi regalo debe estar cagándose del miedo justo ahora, y cuando baje, haré que desee estar muerto por el dolor que voy a provocarle.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

BUENAS BUENAS HIJAS DE SATÁN

CAPITULO DOBLE PORQUE LAS AMO

EL CAPITULO COMIENZA CON ARADIA SIN SABER DONDE ESTABA, QUÉ PASÓ O A QUE VINO, SIGUE CONFUNDIDA

LUEGO TENEMOS A DANE, POBRE BEBÉ TENIENDO QUE SOPORTAR COSAS HORRIBLES COMO ESAS

IMAGINO LA IMPOTENCIA DE VITTO AUE NO DUDÓ EN ENVIAR A CAPTURAR A ESOS SUJETOS PARA ACABAR CON ELLOS.

DESPUES, FUE TURNO DE ARADIA BAILAR, LAS COSAS NO RESULTARON MEJOR

Y LE DIJERON QUE DE AHÍ NO IBA A SALIR, AFORTUNADAMENTE DIO AVISO, SE MOVIERON LOS HILOS Y LOGRARON ESCAPAR CON ÉXITO DANDO INICIO A LA MISION DE ESTRACCION

AL DIA SIGUIENTE ARADIA ESRABA HORRORIZADA POR LOS RECUERDOS

ELLA CLARAMENTE NO QUERIA ESO, SE LOS DIJO, PERO COMO ESTABAN TODOS BAJO EL EFECTO DE LA DROGA NINGUNO RECORDÓ ESE PUNTO

TODOS ESTABAN MUY METIDOS EN SU ROL LAMENTABLEMENTE

LA COSA SE PUSO FEA CUANDO VIO LOS TATUAJES, SE PASARON DE VERGAS.

ELLA SÍ QUE QUERIA MATARLOS, LES ESTABA DISPARANDO A MATAR, Y LES DIO

FUE ALESS QUIEN LOS HIZO PAGAR QUEBRANDOLES UN BRAZO, UN DE SANTIS SIEMPRE ES FIEL ¿QUÉ PASÓ ENTONCES ARDAN?

Y SANTINO SIENDO LO MEJOR DE LA VIDA SIEMPRE, A ESE HOMBRE LO PONGO EN UN PEDESTAL

ARADIA NO SE SIENTE BIEN, ESTÁ UN POCO INDISPUESTA, NO QUIERE VER A ESE PAR, PERO ESTÁ EMOCIONADA POR EL REGALO QUE LE TIENEN EN EL SÓTANO

¿QUIÉN SERÁ?

NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO BEBAS

BESITOS EN LA COLA

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top