Capítulo 14
En el pasillo reinaba un silencio sepulcral solamente interrumpido por el sonido de los pasos de la pareja. De un momento a otro Raúl preguntó:
-¿Cuanto crees que tarde la recuperación de Blas?
Vanessa se paro en seco y lo miro de hito en hito. Él nunca había preguntado por eso. Es más, una de las filosofías de la empresa es que una vez el paciente entra en Fallen Angels no vuelve a salir hasta poder hacerlo por su propio pie y totalmente recuperado; independientemente de si la recuperación fuese mas lenta o mas rápida. Incluso
se había ideado una tarifa especial, pensando en los bolsillos de las familias de los pacientes, cuya recuperación era tardía, para que pudiesen pagar mas cómodamente el tratamiento.
-No lo se- respondió ella- ¿Por qué la pregunta?
-Por nada en especial, solo quería saber
-No me mientas Raúl, nunca en lo que llevamos a cargo de la clínica me has preguntado por la duración de un tratamiento. ¿Porque con él si?
-y porque con el no? Es otro paciente mas no?- dijo Raúl empezando a acalorarse
-Claro que es un paciente normal, con la diferencia de que acaba de llegar y parece que ya lo quieres echar...- empezó Vanessa a alzar la voz para aliviar su frustración
-No lo quiero echar, es solo que...- hablo Raúl, pero gritando ya esta vez
Las auxiliares de la clínica empezaban a agolparse a su alrededor para enterarse de porque sus jefes estaban discutiendo (si, Vane y Raúl eran socios). Las mejillas de Vanessa se empezaban a teñir de rojo pues odiaba dar escándalos en público pero estaba tan enfadada a esas alturas que no le importo quien pudiera estar viendo y contraataco
-Es solo que que??
-Que...- Raúl quiso contestar pero no pudo porque Naomy llego para recordarles su puesto.
-Raúl, Vanessa, se que no soy nadie para meterme en vuestra discusión pero estáis dando un espectáculo bastante bochornoso. Si tenéis algún tipo de problema, solucionadlo fuera de la clínica, por favor. Estoy segura de que hasta los pacientes de las alas mas alejadas oyeron vuestros gritos y eso no les hace bien- dijo calmándolos- Y vosotras que hacéis ahí pasmadas mirando lo que no se os ha perdido?? Vamos, a trabajar!
Las enfermeras rápidamente se dieron cuenta de que la reprimenda iba por ellas y se alejaron del "lugar del crimen" como ellas decían, porque estaban seguras de que si no llega a intervenir Naomy, allí mismo habría un crimen posiblemente pasional. Para ninguna era un secreto los celos de Raúl pues eran demasiado obvios. Solo quizás Vanessa, de tan enamorada que estaba no conseguía verlos.
Sin embargo, una parte de ese velo que le impedía ver la realidad de Raúl se había caído hoy mientras discutían.
Tras despedirse de Naomy y notificarle a Raúl que ya iba ella sola a la lavandería comenzó a caminar sin rumbo fijo. Su destino inicial era la lavandería pero sin saber muy bien como había acabado delante de la habitación de Blas. Pensó en irse, pues no tenia nada que hacer allí, pero después se corrigió a si misma diciéndose que Blas era su responsabilidad y que por ello, no estaría mal controlar que tal estaba.
Entró en la habitación y vio a Blas como siempre en su camilla.
Se sentó en la camilla y le dedico una sonrisa que el le devolvió.
Todo normal y correcto...
Excepto las lágrimas que pugnaban por salir y que de un momento a otro ya no pudo reprimir.
Blas no entendía que estaba pasando. De pronto, la habitación se había abierto alegrándole el día por volver a ver a su enfermera favorita. Ella estaba tan alegre, tan bonita...incluso se atrevería a decir que la veía feliz y, sin embargo, de un momento a otro se había puesto a llorar.
Él no soportaba verla así.
Ella no quería que él la viese así pero era inevitable.
Con todo el esfuerzo que le supuso, Blas consiguió mover su mano hasta situarla encima de la de Vanessa. Intentaba darle animo pero la muchacha se llevo un susto de muerte.
-B-Blas, acabas de mover la mano?- tartamudeó ella
Como única respuesta él sonrió.
Vanessa acababa de cambiar su semblante y según antes no podía evitar las lágrimas ahora no podía evitar que una sonrisa luchase por salir en su rostro. Había conseguido moverse y eso era un gran avance.
Sin que el moreno se lo esperase, Vanessa se abalanzó sobre él para poder abrazarlo. A decir verdad, y para ser sinceros, ella tampoco es que fuese muy consciente de lo que estaba haciendo, solamente se había dejado guiar por sus sentimientos; y estos le decían que tenía que estar en ese justo momento, en esa precisa habitación abrazando a ese paciente exactamente para compensar un poco de la alegría que él le había dado con ese gesto.
Vanessa se sentía mejor y Blas se sentía dichoso, aunque nunca había odiado tanto el hecho de no poder moverse.
Sin embargo, como en la vida misma, el momento de alegría duró poco. Alguien estaba llamando a la puerta.
Este es el ultimo capítulo del año! Quien lo diría ya🙈
Pero personalmente, 2016 para mi ya tardabas en acabar...
De cualquier manera, desearos a todxs una feliz Nochevieja y un comienzo de año increíble! No bebáis mucho y esas cosas que sino mañana habrá una resaca campal😂 y pues eso, a disfrutaaaarrrr.
Nos vemos en este 2017 para seguir compartiendo locuras?
Vane💕
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