Todo el mundo lo sabía, todos me advertían, incluso me negaba a mí misma el querer ver lo que estaba frente a mí.

Acepte la fantasía que solías ser, incluso cuando mis propios demonios me advertían de tus intenciones, donde solamente se limitan a ser imposible dejarla. Estamos hablando de ser solamente cegada ante una capa de emociones vacías que se delimitaban a ser solamente pasión carnal. ¿Quién diría que tú, "un caballero" tiene la boca tan floja?

Basada en conceptos de libertad y de una promesa "sellada" entre nosotros dos, decidiste hablar de cada acción que hicimos, en cada caricia, desliz o incluso de lo más íntimo.

Lo hiciste una vez, y no dudo que medio mundo se haya enterado de tus palabras, de nuestras acciones de cada maldito momento que estuvimos juntos, todo porque no puedes cerrar la puta boca, solo quiero verte arder por cada palabra, por cada movimiento que intentaste, por cada separación que creaste, eres el veneno y el vendedor, con la diferencia de que me deje ser comprada por esa imagen tuya. Querido amor, solo fuiste la peor decepción que pude haber tenido, pero no me arrepiento, después de todo. Tú diste la excusa perfecta para poder romperte la maldita nariz.

Solo agota mi existencia un poco más.

Me encantará verte sangrando.