La sangre dejo de correr a causa del dolor y la manipulación me hizo herir a inocentes.
Rompiendo el balance
convirtiéndome en todo lo que odie,
el sudor frio bajo por mi frente, la sensación de placer mezclado con miedo y odio inundan mi ser. Más balas y menos personas es lo que llegan a mis ojos, pero esto no se compara a los abusos, todos tienen épocas malas con personas así. Aunque eso no se compara con ser tratada con odio hora a hora. Día tras día, mes tras mes.
Despertando a un ser que no entenderán del cual no hay nada que puedan hacer después.
No sé en qué punto llega la mente humana para querer destruir... desvanecer, algo tan delicado como lo es la cordura.