7-Tigre

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— ¡Que niño tan adorable tiene, ReoWoo- ssi! — exclamo una señora, agachándose a la altura de un muy pequeño niño de ojos miel y cabello negro que se sostenía de la mano de una beta, misma que cargaba una mochila infantil. —Tú debes ser ChulSam, ¿verdad? — pregunto, sonriendo.

El niño, que apenas caminaba por sí mismo, se escondió detrás de la pierna de la beta, su niñera, y le dio una típica sonrisa infantil llena de inocencia y felicidad. El alfa gruño con evidente disgusto mientras miraba a su hijo, avanzando sin decir ni una palabra.

La niñera se despidió de la señora con una reverencia y se agacho para cargar al niño, que no había soltado el pequeño tigre de bengala de llavero. ¿Cómo iba a soltar algo que su mamá le dio?

Pero él no entendía porque el dulce aroma de su madre ya no estaba más en la casa, no de la manera en que le gustaba. Tampoco venía a cantarle más, ni a arroparlo en su cuna, darle de comer o la veía aparecer desde la esquina de la puerta con la enorme y brillante sonrisa. Y el aroma de su padre, que una vez le brindo seguridad, lo hacía llorar en ocasiones por ser demasiado pesado y en otras lo hacía querer consolarlo.

¿Dónde estaba su mamá?



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ChulSam abrió los ojos, parpadeando hasta que el sueño se fue de su sistema. Sintiendo la frescura del pasto en sus dedos, empezó a moverlos por el mismo mientras pensaba en el recuerdo de su sueño y como fue feliz en su infantil ignorancia antes de comprender el motivo de la ausencia de su madre y la actitud de su padre hacia él.

Pronto encontró el conocido roce de un envoltorio de galletas y la vergüenza casi escapa por todos los poros de su piel. Los gruñidos, los reclamos, la ira, la decepción, y las humillaciones de su padre aparecieron en su cabeza junto a las burlas de los omegas y alfas acerca de lo diferente que lucía de otros de su género omega, hombres y mujeres.

"Los omegas deben ser delgados y tu estas gordo, ChulSam."

"¿No entiendes la vergüenza que siento por ti? Eres un hijo terrible."

"¿Por qué estas gordito, Chul? Mi mami me dice que nadie va a querer a un omega gordito."

"¿Eres un omega? Crei que eras un cerdito."

"¡Hey, Wu oink-oink ChulSam!"

— ¿Pero que tenemos aquí? ¿No estás muy lejos de tu rebaño, cerdito?

—No soy un cerdo... me llamo ChulSam...—gruño con las manos en las rodillas, mirando con odio el envoltorio de las que fueron sus galletas favoritas.

Regreso a la casa omega con el ánimo en la tierra, paseando sus dedos por el esponjoso tigre de bengala del que jamás se separaba. El llavero de peluche ya estaba deshilachado y viejo, roto y remendado, pero no iba a ninguna parte sin él.

¿Cómo separarse de algo que su mamá le dio antes de irse? No le importaba que su padre se burlara por considerarlo infantil o que ya no tuviera rastro del aroma de la bella mujer, era su posesión más valiosa.

— ¡Ah, Wu ChulSam! ¿Dónde estabas? —escucho a BaekHyun, que venía sonriente a abrazarlo. El omega de sonrisa cuadrada adoraba abrazar al pálido por considerarlo adorable y pequeño. —No te vimos en el almuerzo.

—Salí a caminar un rato y me dormí. —contesto mientras dejaba que el chico lo arrastrara hasta la habitación que compartía con JungKook, el ultimo estando ausente. — ¿Dónde está JungKookie?

—Está en el gimnasio con YiXing, ya sabes, son amantes del ejercicio. La verdad pienso que terminaran aplastándonos con los músculos que quieren obtener, en especial JungKookie.

—Yo creo que se verán fantásticos y Kookie tiene más fuerza que el omega común. —ChulSam brillo al hablar de los omegas que más admiraba junto a BaekHyun y el rey Jaejoong.

—Son increíbles, ¿recuerdas la carrera? Aplastaron a los alfas de RW. — BaekHyun se emocionó al recordar la carrera de obstáculos que se organizo la semana antes de los exámenes médicos y como el equipo omega dejo atrás al alfa gracias a la participación de un muy veloz JungKook y un ágil YiXing que esquivo mejor que nadie.

—Quisiera ser como ellos...— susurro Wu con la voz tan baja que si BaekHyun no hubiera estado tan cerca, no hubiera escuchado.

—No necesitas hacerlo, bebé. —BaekHyun lo abrazo del cuello, intentando transmitirle todo el cariño que sentía por él y lo mucho que le frustraba no saber cómo ayudarlo con todas las ideas que le hacían daño. Mientras paseaba la mirada por la habitación en busca de algo en que apoyarse, su atención se posó en el llavero que ChulSam llevaba en una mano. —Este es un tigre muy tierno pero... está muy viejo, ¿Por qué no lo tiras? — BaekHyun levanto el tigre ante la mirada del, que lucía muy descolorido y una de las orejas se le estaba cayendo.

— ¡Noo! Lo tengo desde bebé, mi mamá me lo dio. —el omega de ojos miel le arrebato su peluche, pegándolo a su pecho y casi gruñendo a BaekHyun. —Es lo único que realmente me ayuda en casa.

Baek levanto las palmas en señal de paz, sonriéndole. —Demasiado especial, lo siento.

ChulSam asintió, sentándose sobre la cama con una expresión de tristeza que le partió el corazón a Byun. Él había creído que el azabache tenía solo una mala relación con su padre a causa de ser omega pero parecía que era algo mucho mayor.

Quizás fue porque estaban solos pero a BaekHyun le pareció el mejor momento para consolar a su compañero y darle un poco del ánimo que pareció haber perdido tras la llegada de aquellas pastillas purgantes. Su familia tampoco era la mejor pero su hermano y su padre estaban de su lado y le cuidaban.

— ¿Te gustaría un hermano? —pregunto con suavidad, sentándose a su lado. Quería obtener una afirmación para ofrecerse a cuidarlo como uno pero no se esperó esa respuesta.

—Umm, iba a tener un hermano pero murió con mi madre beta.

—Lo haces sonar como si tuvieras dos madres. — dijo después de salir de la sorpresa.

ChulSam asintió, triste. —La mujer que me dio a luz fue omega pero murió por las secuelas de mi nacimiento a los dos años. Mi padre se casó un año después pero ella también murió.

Santa mierda... BaekHyun se quedó en un blanco abrumador del que no supo cómo escapar. ¿Qué clase de vida jodida era esa? ¿Cómo podría consolarlo con algo así?

Por suerte, las voces de YiXing y JungKook salvaron al rubio cenizo de la situación con la que no sabía lidiar. Su saludo murió cuando vio con que aspecto entraban ambos omegas: con el torso desnudo, la camisa en la mano, la piel perlada de sudor y un cuerpazo que no tenía nada que envidiarle a muchos alfa.

— ¡Wow! ¡Qué cuerpo tan increíble! —exclamo ChulSam, brillando de admiración y vergüenza por ver a dos guapos hombres lucir tanta piel con orgullo.

BaekHyun, que se quedó conmocionado pero emocionado ante la vista, abrió mucho los ojos al darse cuenta de un detalle que, aunque esperaba fuera una simple idea loca suya, sabía que sus dos amigos eran capaces de hacer.

—Díganme que se quitaron las camisas apenas en el pasillo.

JungKook y YiXing lo miraron un rato con los ojos bien abiertos antes de desviar la mirada a cada lado del cuarto antes de soltar un: — claro que no.

— ¡Lo hicieron, desvergonzados! —exclamo con diversión el único rubio, dando brincos y azotes en la cama de JungKook. —Díganme que los vieron algunos omegas.

— ¡Nos vieron los nuevos reclutas de Alfa RW! —contesto el chino con efusividad, moviendo los brazos como si fuera un espagueti. —Ese tal TaeHyung se puso muy colorado en cuanto vio a Kookie y hasta se tocó los rollitos de la cadera.

—Para mí está bien con rollitos y todo, se ve guapísimo. —objeto JungKook, mirando al suelo con una sonrisa avergonzada y las mejillas rojas. — ¡Ah, pero si el chico Oh casi se queda sin ojos al verte, hyung! Y sí que tiro toda su bebida.

YiXing le restó importancia con un movimiento de manos, arrojándose a BaekHyun y ChulSam, que soltaron gritos de sorpresa por ser aplastados y el aspecto sudoroso del omega. Las quejas aumentaron cuando JungKook también se unió al sándwich.



Por la tarde, ChulSam quiso hacerle un favor a BaekHyun por haber pasado tiempo con él, por lo que salió a buscar el famoso árbol de duraznos miel que estaba en el paso que dividía a las dos más famosas fraternidades de Corea.

Tuvo que trepar y ensuciarse y hasta volver a subirse porque se cayó, pero logro atrapar cinco duraznos gorditos y maduros que de seguro alegrarían a su hyung.

ChulSam corrió sin mirar atrás ni sacudirse la tierra y hojas, por lo que ignoro que cierto alfa, que casualmente pasaba por ahí, lo miraba. El alto chico se acercó al árbol y recogió una curiosa figura que vio caer cuando el azabache cayó como costal.

Ni siquiera fue capaz de notar el momento en que empezó a caminar hasta llegar a su habitación, por estar mirando y, sin poderlo negar, oliendo el peluche que cabía perfectamente en sus manos.

ChanYeol miro al deshilachado tigre y sin pensarlo mucho, saco el pequeño kit de costura que compro para arreglar las costuras de sus camisas que se rompían cuando hacia demasiada fuerza.





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¿Recuerdan lo que ChulSam conto de su familia? Pues a petición suya, indagaremos un poco más en él.

Pista: ¿recuerdan que animal es su peluche y quien posee un espíritu animal parecido?

Perdonen la espera, de verdad que no he encontrado suficiente tiempo para escribir sin quedarme dormido.

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