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—Estas actuando raro, Park. —se burló SeHun, frunciendo el ceño al reconocer otro aroma sobre su amigo, aunque muy sutil. — ¿Por qué hueles diferente?

El alfa respingo y movió las manos con despreocupación. — ¿Qué? Bueno, choque con un omega y fue algo problemático.

— ¿Y te cayó encima o qué? Hueles como si te hubieras frotado en él y viceversa.

ChanYeol sabia del peculiar buen olfato que tenía su amigo pero también de las arraigadas ideas alfistas que este tenía. La estricta educación que SeWan les dio, provoco que la idea de casarse con un omega, fuera símbolo de desgracia y humillación para la familia. Puede que fuera su mejor amigo pero...

—Hun, ¿arriesgarías todo por un omega que sea tu destinado?

El pálido dejo de contestar sus mensajes para mirarlo como si hubiera dicho la mayor estupidez del mundo. — ¿Qué?

— Tú sabes, si pudieras elegir con quien casarte a pesar de que significara perder tu fortuna y el respeto de tu familia. —de verdad le importaba muchísimo la opinión de su amigo, y dentro de sí mismo esperaba que esa persona intercediera en el criterio de SeHun.

—Es estúpido, Yeol. — hablo como si fuera lo más obvio, usando sus manos. —Nos casaremos con alfas de un rango tan alto como el nuestro, obvio que los omegas solo servirán para darnos hijos.

No puede decir que no le dolió. — ¿Aun si es tu destinado? Imagina que lo encuentras cuando menos te lo esperas y tienes la oportunidad de ser feliz aunque pierdas a tu familia. A cambio, aquella persona va a amarte toda la vida, va a cuidar de ti, te apoyara y formara una familia contigo.

SeHun negó, estirando su brazo para darle palmadas en la cabeza como si fuera un niño. —Yeol, un omega da hijos pero no comparte ni da estatus, ¿Cómo podrías dejar tu vida por uno?

El pelirrojo bajo la mirada, pensando en las opiniones de los demás alfas y sobretodo de SeWan.

—Vamos a derrocar al Emperador, ¿no es así? —SeHun volvió a tomar su móvil, ignorando que su amigo le daba la espalda y se acostaba en ovillo sobre su cama.

No recuerda a sus padres pero SeWan lo educo con la idea de que eran alfas de gran porte y fuertes ideas jerárquicas. Creció rodeado siempre por alfas que levantaban con orgullo la barbilla, siempre mirando de menos a los betas e ignorando a los omegas para lo que no fuera hijos. No convivio con ningún omega por más de una hora, pues le inculcaron que estos eran criaturas dependientes, lloronas y sin futuro próspero por el simple hecho de tener celos que los entorpecían y volvían patéticos, inútiles y vergonzosos.

SeWan le dijo desde pequeño que sus padres eran fieles defensores de la sangre pura y que su más grande deseo siempre fue que él tuviera la mejor educación, se casara con un alfa de renombre y fuera la mano derecha de SeHun en la empresa, llegando a prometerle que al cumplir diecinueve, buscaría una pareja de la más alta calidad para casarse.

Para un niño que no tenía algo más, lo fue todo. La cabeza de una importante familia lo adopto bajo su cuidado, le dio la mejor educación en las mejores escuelas, le dio comida y la mejor ropa, un fondo monetario semanal y la promesa de jamás perder su posición y privilegios mientras viviera bajo sus reglas.

Por lo tanto, siempre mantuvo un aceptable comportamiento alfa delante de los omegas, tal y como le fue instruido. En caso de que llegaran a permitir que uno se acercara, este era tan delgado como una hoja y siempre olía bonito, aunque jamás hablaban ni los miraban a los ojos. Se sintió increíble e importante cuando los omegas más grandes empezaron a tratarlo con el respeto que le daban a un adulto.

Incluso con la presencia de esa persona, no sabía que pensar. Todo parecía estar en su contra.

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—Ho... pareces muy feliz, ¿ocurrió algo bueno? — YiXing sonrió al ver a ChulSam desbordar un aura de felicidad.

El menor asintió con efusividad, lanzándose encima de Zhang. — ¡Solo estoy muy feliz!

YiXing no dudo en enredarse en su cuello como una boa. —Y a mí me hace feliz verte feliz.

—A mí me gustaría dormir un poco, por favor...— pidió BaekHyun, con el pelo hacia todos lados y los ojos entrecerrados.

—No es culpa nuestra que te la hayas pasado jugando con KyungSoo.

—No quiero que nos salgas con que ya le entregaste tu flor, eh. —alego YiXing, estallando en risas junto a Wu.

BaekHyun se levantó y con la cara roja les aventó la manta y la almohada, empezando una guerra de almohadas que causo un regaño de parte del profesor Jimin.

En sus sueños, YiXing caminaba por el largo pasillo blanco que mejor conocía, mirando como su yo infantil caminaba de la mano de su madre.

—Madre, ¿sigues enojada por lo que paso con el amigo de padre?

La alfa se detuvo solo para apretar su agarre. —YiXing, ¿recuerdas que te dije durante la reunión en el salón rojo?

El niño aguanto su quejido de dolor. — Si, que era un alfa como ustedes.

— No, ERES un alfa. — la mujer lo tomo del brazo y avanzo aún más rápido, asustándolo. — Estas enfermo y vamos a curarte.

— ¿Enfermo? Pero me siento bien, madre.

—Lo estarás, YiXing, lo estarás. —la mujer empezó a alejarse con el niño, mezclándose con la brillante luz blanca del pasillo.

—No, no lo lleves ahí...—susurro, intentando seguirlos. — ¡Por favor, no le hagas daño!

La mujer se giró de perfil para levantarle una ceja. — ¿Daño? Voy a corregirlo.

— ¡Él no está mal! Ser omega no significa que debas lastimarlo. — exclamo, desesperándose cuando el piso empezó a tragarlo.

— ¿Pero qué dices? No es un omega.

— ¡Es un omega y puede ser muy feliz si tan solo lo aman así como es! No necesita todas esas inyecciones y medicinas, él solo—

—Ningún descendiente mío será una deshonra. Es y siempre será un alfa de renombre.

— ¡Es un omega, maldición! Vas a matarlo si lo llevas ahí. —su cintura ya había sido tragada y no podía liberarse por más que se moviera.

—Entonces morirá. —la crueldad y frialdad en sus palabras lo dejo helado, a pesar de que ya las había oído. —Morirá antes que avergonzar a la familia.

— ¡No! —grito con la única mano libre estirada hacia el niño, que lo miraba con sus amplios ojos llenos de curiosidad. — ¡Tienes que defenderte de ellos! ¡No eres un objeto ni un experimento! ¡Eres— el piso termino absorbiéndolo antes de que pudiera terminar, llevándolo al sitio que más odiaba después del pasillo blanco.

Ahí, el ardor en sus venas se duplicaba por cada inyección y se ahogaba por cada pastilla.

Odiaba, odiaba que sus pesadillas lo llevaran al sitio donde lo torturaron por tantos años y donde le intentaron sembrar tantas estupideces que se creyó por años antes de que un joven hermoso le enseñara que era increíble y poderoso.

Y como muy pocas veces pasaba cada que el dolor parecía deshacer su cuerpo, ese héroe venia y extendía su mano hacia él.

— ¿De nuevo aquí? —el chico tenía la misma apariencia de sus recuerdos, por lo que le regresaba un poco de cordura. —Creí que estarías mejor, no me has fallado.

—Siento que estoy en mi límite. —respondió, dejando que el mayor se sentara a su lado. —Cuando veo a esta persona, mi interior reacciona muy agresivo y me pide que lo persiga y me frote sobre él.

—Como un compañero.

— ¡Exacto! Y no quiero tener a una persona como él de pareja.

— ¿Estás seguro? Porque me parece que lo que causa puede sanarte, al menos cuando sobrevivan a la catarsis.

—No puedo creer que aun en mis sueños, seas como mi consciencia. Ni siquiera sé si estas vivo.

—Lo sabrás, o eso espero. —el mayor le dio unas palmaditas suaves en la cabeza, como hacía antes de despertarlo. —Ovejita, no puedo protegerte pero espero que un día, esa persona lo haga en mi lugar.

Con esas palabras, despertó en una mañana fría y silenciosa.

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Tres días después.

La prueba empezaba en unas horas y ChanYeol se sentía irritado.

Estuvo viéndose a escondidas con ChulSam, simplemente descansando bajo la sombra de un árbol mientras lo tomaba de la mano o lo abrazaba contra su cuerpo, ambos encajaban muy bien. El omega se sinceró con él en muchas cosas que le golpearon el corazón, por lo que seguía sintiéndose mal.

La paz que lo rodeaba era mágica, sanadora, necesitada y adictiva. ChulSam lo hacía sentir como un hombre que merecía felicidad, uno profundamente amado y sobretodo, aceptado.

Pero el miedo al rechazo de SeHun y del hombre que lo crio, lo hacía retroceder cada que la emoción por encontrar a su destinado le daba valor. Se imaginó más de una vez un escenario donde SeHun lo aceptaba, apoyaba sus decisiones y se alegraba por encontrar a su otra mitad.

Pero la realidad lo golpeaba cuando abordaba el tema omega y su mejor amigo se negaba a mostrar compasión. Para SeHun, los omegas eran tapetes o escalones, dependiendo el uso que pudiera darles y la idea de emparejarse con uno, enserio emparejarse, le causaba nauseas.

Y le dolía porque era su familia y esperaba su comprensión y apoyo.

— ¿Qué sucede, Chan? —el omega le acaricio la mejilla, preocupado por la ansiedad de su pareja. — ¿Qué está mal? ¿Te duele algo? —la preocupación del chico le calentó su corazón y lo hizo sonreír.

—No pasa nada, cariño. —con la confianza parchada, le dio un beso en la coronilla. — ¿Qué opinas sobre cambiar de forma durante la prueba?

El omega, demasiado a gusto con el aroma de su alfa y sus atenciones, se acomodó mejor en su regazo. —

—Un placer conocerlos, soy Kim Kai. — se presentó el guapo alfa con una sonrisa, luciendo inalcanzable. —Varios de ustedes me conocen— al guiñarle un ojo a ChulSam, ChanYeol se mordió el labio para no gruñirle en público. —, así que lo hará todo más sencillo. Seré el examinador principal de la prueba y me encargare de que no pierdan el control y ataquen a otro.

—Con las ganas que me diste para morderte la garganta...— mascullo por lo bajo el pelirrojo, recibiendo una mirada extraña por parte de SeHun, que llevaba mirándolo así desde la mañana.

Mientras indicaban los lugares que consideraban peligrosos, las provisiones, las limitaciones durante el cambio de forma y las recompensas que recibirían conforme llegaran a los puntos de salvado, SeHun tomo del brazo a su amigo y lo llevo lejos del grupo.

—Vas a decirme de una vez por todas que te esta pasando. — ordeno su amigo, luciendo muy serio. —Llevas los últimos días escabulléndote como ladrón y cada que vuelves apestas a omega pero no logro saber de quién. ¿Cómo puedes juntarte con uno? —soltó con desagrado, hiriendo sus sentimientos.

—Bro, ¿de verdad odias tanto a los omega?

— ¿Cómo puedes preguntar eso? Es obvio. —le gruño, soltando su brazo. —Son inútiles, dependientes y no pueden aspirar a nada mientras tengan ese estúpido celo.

—Pueden darnos familia con ese celo...

SeHun lo miro incrédulo. — ¿Qué?

—Digo, pueden embarazarse de nuestros hijos sin problema, a diferencia de los alfas que deben rentar un vientre o adoptar y—

—Aja, no necesitamos emparejarnos con un omega.

—Pero... ¿y si te enamoras de uno? ¿Por qué no tener una familia con él?

La risa de SeHun fue como una patada. — ¿Quién querría eso? Ya lo sabes, ChanYeol, ellos no son buenos para la familia y debemos levantar el orgullo del apellido Oh.

—SeHun, sabes que tratarlos como meras incubadoras no es correcto. Son personas igual que nosotros y nosotros prometimos que cuando cumpliéramos veinte y nos mudáramos, iríamos a ese maldito lugar por—

—Silencio. — la voz de mando de su amigo lo callo de golpe y lo asusto por primera vez, obligándolo a guardar sus colmillos. —Ese tema está prohibido y lo sabes. Fue una promesa ingenua y hasta ahora me doy cuenta de ello.

—Nosotros no rompemos una promesa, SeHun. — ahora veía a su amigo con tanta incredibilidad que no pudo soportarlo. Había sido su meta principal desde su infancia.

—Es el mundo real, ChanYeol. Despierta.

—Pero prometiste que irías—

— ¡Somos alfas, maldición! —volvió a interrumpirlo, exasperado. — ¿Por qué dejaríamos nuestro estatus por una promesa tonta? Entiéndelo, amigo. Si vas contra la familia, vas a quedar arruinado de por vida.

—Quizás aun pueda hacer algo...—susurro con inseguridad.

—Bro, dependes totalmente de mi familia y si la dejas, ni yo podré ayudarte a lidiar con todo su poder. ¿Recuerdas lo que paso con ese tipo que acuso a mi padre?

El beta había acusado al padre de SeHun de robar su fórmula para una solución anestésica y cuando armo todo un circo, se comprobó que mentía y su carrera fue arruinada. El tipo entonces fue contra ellos y para frenarlo completamente, SeWan lo hundió de todas las formas posibles: posibilidades de trabajo futuras, departamentos, casas, créditos, lazos sociales y hasta familiares. Aquel desgraciado termino en bancarrota, rechazado de cada lugar donde intento continuar.

Años después se enteró que termino suicidándose. La influencia del apellido Oh le cerró toda oportunidad en la vida, lo condeno al rechazo total junto a todo aquel que intentara relacionarse con él, por lo que fue abandonado por su familia.

—No, no lo olvide. — un escenario así, derribo su confianza. Su amigo tenía razón. —Perdona.

—Yah, ¿no te dije que las drogas eran malas? —lo regaño su amigo, empezando a reírse. —Ok, es suficiente. No vuelvas a decir cosas tan estúpidas o me enojare enserio. Volvamos o nos regañaran. —se alejó con un movimiento de mano, restándole importancia.

ChanYeol se quedó ahí, pensando en las palabras de su amigo y que el ejemplo del beta fue lo mejor que pudo hacer para despejar su mente.

Él era un honorable alfa bajo el cuidado de la familia Oh, les debía todo y una relación con un omega seria ser un malagradecido y un arrogante.

Las parejas ya estaban decididas, por lo que fue el momento perfecto para que ChanYeol actuara, a pesar de que el clima era más frio y sentía peligro en el aire.

El omega no dudo en tomarlo de la mano una vez se alejaron de los demás, mirándolo como si fuera lo más maravilloso del mundo.

ChanYeol se sintió el peor hombre del universo por lo que iba a hacer, su único consuelo fue haberlo abrazado, besado y dicho lo hermoso que era en la mañana.

— ¡Ya casi llegamos, Chan! Se supone que después de pasar esta curva encontraremos el punto de salvado. — comento con emoción, caminando un poco más adelante. Desde que acepto su enlace, el omega parecía brillar de confianza y felicidad, otra razón para hacerlo sentir mal. —Sabes, creo que debemos contarle a YiXing hyung que somos destinados.

— ¿Qué? — levanto la cabeza con el corazón a mil, prestándole toda su atención.

—No somos los únicos destinados que se encontraron en la escuela, sabes... no puedo decirte quienes son pero quisiera poder quererte de la misma manera. ¿Qué te parece? — su mirada seguía llena de ilusión conforme seguía avanzando hasta volver a ocultarse en los árboles. —YiXing hyung es muy especial para mí y quisiera que fuera el primero en saberlo. Vamos, más rápido, Yeol.

Completaron el recorrido con éxito, con las manos unidas y ChulSam ilusionándose con un futuro juntos, feliz por encontrar a la persona que iba a amarlo por el resto de sus días.

Llegando a la parte donde cambiaban de forma, ChanYeol admiro con la mano en el corazón la belleza del tigre de bengala que saltaba de un lado a otro y restregaba su cabeza contra la suya. Su tigre interior estaba más que complacido con el compañero que le toco, por lo que no dejo de morder cariñosamente sus orejas o de perseguir su cola. No les importo perder tiempo jugueteando en esa forma, así como tampoco le dieron mucha atención a Kai cuando este les mostro como trepar los árboles para llegar al punto de salvado designado del área.

Terminando el recorrido, el alfa lo abrazo por última vez y detuvo su camino en el último sendero donde los árboles y arbustos los cubrían. Se decía que cuando un alfa encontraba a su pareja destinada, deseaba marcarla como suya tanto física como espiritualmente.

Ansiaba morder la unión del cuello/hombro de ChulSam para formalizar su lazo y de preferencia, hacerlo mientras estaba enterrado en su pequeño cuerpo. Pero una vez hecha, la marca era únicamente removida si uno de ellos moría. Incluso para un bastardo como él, era demasiado bajo.

Dentro suyo, tanto su parte animal como la humana le exigían formalizar su unión, alegando que el omega también sentía lo mismo, pero no iba a hacerlo.

Miro una vez más al chico de mejillas rellenas, caderas redondas, muslos rellenos y ojos preciosos, sintiéndose de nuevo afortunado por tener a un ser tan puro dispuesto a darlo todo por una persona insegura y temerosa como él. No se merecía el amor de ChulSam, ni al propio ChulSam pero quería ser egoísta, y ser el único que lo hiciera feliz.

— ¿A dónde quieres ir primero? Ah, pero no pueden vernos juntos... ¿nos vemos donde siempre? —pregunto ChulSam, enfocado en el cielo oscuro.

—No, ChulSam, no iré.

El omega lo miro con preocupación. — ¿Por qué? ¿De verdad te sientes mal?

El alfa desvió un momento la mirada, con la boca torcida en una mueca rara. —No está bien que estemos juntos.

— ¿Eh?... ¿Por qué dices eso?

—Soy un alfa de sangre pura, un elite y me casare con otro alfa igual, no puedo estar solo contigo. Quizás cuando me empareje, pueda tener un tiempo para ti.

El chico lo miro con asombro antes de bufar. — ¡No puedo ser tu amante, soy tu destinado!

— ¡Te dije que no se puede! — ChanYeol se soltó de su mano, balbuceando un par de palabras inentendibles. —No es correcto que un alfa de mi clase se involucre con un... omega como tú.

Dolor fue lo único que se asomó entre los ojos miel. — ¿Qué tengo de malo?

—Escucha ChulSam, te deseo pero no puedo tener un omega gordo ¿entiendes? —el pelirrojo se revolvió el pelo, sin mirarlo, como si recitara un ensayo. — ¿Qué van a decir de mí? Simplemente no se puede.

ChulSam sintió sus palabras como una daga en el corazón, porque Lan le había dicho lo mismo cuando lo acosaba. Y Yeol no dijo "te quiero" sino que lo deseaba, aunque no creía que hubiera mejorado mucho la situación si lo hubiera dicho.

—Yo creí...— se cortó a sí mismo, empujando su dolor atrás. —no te pedí que te casaras conmigo, yo solo... solo fue un juego ¿no? Está bien.

ChanYeol seguía frustrado, no sabiendo cómo llevar la situación, por lo que solo asintió con lentitud. —Soy un pura sangre y la mano derecha de SeHun, no puedo estar contigo.

ChulSam asintió con mayor lentitud, dándose la vuelta. —No pasa nada. No le diré a nadie de esto y no te buscare. Adiós, Park.

De nuevo, ChanYeol se quedó solo, obligado a no correr detrás de la persona más maravillosa que su despreciable ser pudo haber conocido.

¿Pero cómo podría prometerle felicidad cuando el poder de los Oh podría aplastarlos? No quería que SeWan o el mismo SeHun lastimara a ChulSam o lo pusieran en la lista negra de por vida. Aquel omega se merecía un alfa que no dudara en poner las manos al fuego por él, que arriesgara hasta el cuello por su seguridad y lo hiciera sentir hermoso y valioso cada segundo de su vida.

Estaba pensando en eso cuando el pequeño vinculo que tenía con ChulSam le aviso que algo muy malo estaba pasándole. Al levantar la mirada, se topó con el terrible escenario del campamento ardiendo en llamas.

—ChulSam...— tan asustado como preocupado, ordeno a sus piernas a dejar de temblar para moverse. Debía encontrar al tigre de bengala.

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Yo se los dije, no se ilusionen con el ChanSam porque no duraría.

Ahora viene lo chido.