La chica pelirroja se escondía detrás de un árbol, había perdido de vista al anciano pero era la menor de sus preocupaciones, ahora lo principal era buscar a su niña y evitar que se la llevará uno de esos adolescentes.

— oye — estaba tan inmerso en sus pensamientos que ni siquiera escuchó a su alrededor hasta que un golpe en el cabeza lo despertó.

— ¡pero que diablos sucede contigo! ¡Eres un ...! Ryoga, ¿qué haces aquí? — el hombre de camisa amarilla señaló a un punto en específico y adivinen que encontró.

— lo mismo que tú idiota, solo que yo no llamo tanto la atención como tú y parece que no somos los únicos padres aquí — en otro árbol sobre una de sus ramas más frondosas estaba un pato observando atentamente a Xue que hablaba muy animada con Raiden que solo ponía atención a su almuerzo que había preparado su abuela.

— tienes razón — el silencio reino un momento hasta que tuvieron que esconderse en unas de las ramas de los árboles para evitar ser descubiertos por un grupo de chicos.

— escuchaste que kuro piensa entrar a las competencias de Kendo, me sorprendió ese rumor — el chico era de complexión delgada y alto.

— yo escuché otro rumor, dicen que hay una apuesta entre Tora y Fudo. ya saben que sus apuestas últimamente son muy comunes y lo peor es que ahora su apuesta se trata de conseguir​ un beso de Saotome y el que pierda tendrá que vestirse de mujer todo el semestre y hacer las tareas del ganador — el grupito de cuatro soltaron una carcajada ante la imagen que se creó en su mente .

— oye pero ¿Cuál saotome? ¿ El chico o la chica?—

— obviamente la chica, tonto. Si esos dos llegan a darle un beso a Saotome Raiden, están fritos. Él tiene un carácter de los mil demonios y una fuerza increíble que hasta no parece que fuera humano. — se alejaron de allí para ir a la cancha a entrenar, mientras la pelirroja quedaba de piedra ante tal rumor.

Ryoga iba a hablar con él pero una voz se adelantó y les proporciono una valiosa información.

— tío Ranma, será mejor que prestes mucha atención a lo que te voy a decir  ya que está información te será útil.
Hoy a las 12:30 en la azotea de la escuela Tora estará esperando a Hina para " hablar sobre algo importante"
Es ahí cuando va a aprovechar para robarle el beso y que no se lo impida nadie, lo mejor sería que te dieras prisa por que faltan solo cinco minutos. — la chica reaccionó y salió a una velocidad increíble rumbo a la azotea al mismo tiempo que su hijo Raiden que estaba casi echando humo por las orejas de coraje.

— para ustedes la tarea es muy sencilla, Xue estará en la cafetería obviamente recibiendo regalos de varios chicos y Sora estará entrenando voleibol en las canchas. No les cobrare, consideren esto un regalo atrasado de Navidad. — el chico Tatewaki  preparaba una cámara para mostrarle después a su madre el teatrito que habían hecho los saotome .

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— ¡Bien es hora! Tranquila todo saldrá bien— ella misma se daba ánimos para confesarse, pero la verdad era que moría de nervios.

Caminó rumbo a la azotea de la escuela donde le habían dicho que estaba Tora, al final no había podido encontrar a su padre ni al maestro para reclamarles por todo el alboroto que habían causado, sus manos sudaban y sus piernas se pusieron tiesas, había llegado el momento.
Tomó en sus manos la perilla de la puerta y la abrió dejando ver justo frente a ella un chico de 17 años con el con la camisa de la preparatoria y el pantalón, su cabello eran castaños oscuro y su piel bronceada , era un poco más alto que los demás chicos de su clase.

— saotome ¿Se te ofrece algo? — su voz la hacía estremecer pero se calmó para no dejarse vencer por los nervios.

— yo... Yo... Quería... — tartamudeaba lo que era vergonzoso para ella, solo extendió sus manos que tenían el chocolate para él, Tora un poco sorprendido y una sonrisa traviesa se acercó a la chica de cabellos largos.
La tomó por la cintura y la acercó a él, ella parecía un tomate por lo roja que estaba, el chico se acercó a su oído.

— Saotome... ¿Acaso te gusto? — ella no sabía que responder pero tomo el valor de hacerlo,sin embargo fue interrumpida por un beso del chico miente el flash de una cámara se activaba.

El beso termino muy rápido de lo esperado, el chico soltó un carcajada y la alejó de él, ella lo miró extrañada por sus acciones hasta que un chico de estatura un poco baja se acercó a Tora y le mostró una fotografía.

— ¡Lo lograste, ganaste la apuesta! — grito el chico, Tora tomó en sus manos el chocolate.

— lamento decirte esto pero a mi no me gustas, no eres mi tipo. Eras muy tosca, no tienes un buen cuerpo como las demás y no lo sé eres un poco extraña. Pero muchas gracias por el chocolate y hacerme ganar la apuesta, hasta luego Hina-chan — Los chicos se marcharon entre risas y felicitaciones, el viento comenzó a soplar fuerte moviendo sus cabellos en ese momento una chica pelirroja y un chico de cabellos negros entraron y la vieron inmóvil.

— hermana — susurró el muchacho, eso hizo reaccionar a la chica y se volteó hacia ellos con una sonrisa radiante, que en vez de tranquilizarlos les dio escalofríos.

— no pasa nada, no se preocupen. Bueno tengo que volver a clases, papá ya puedes irte — dijo mientras pasaba a su lado — y por cierto te pido de favor que ya no vengas a hacer desastres a mi escuela. Gracias.

Se alejó de ellos dejándolos helados ante tal confesión, los dos "hombres" sabían que ella estaba fingiendo pero no querían cometer una estupidez hablando por lo que mejor lo dejaron así y cada uno se retiró.

Mientras que una persona salía de las sombras al escuchar un gran silencio, su vista se clavó en el lugar donde hace unos momentos estaba la chica.

— Pero que molestia es esto de San Valentín—  sus cabellos cortos y azabches se movían con el frío viento, soltó un bostezo se encaminó a la salida para entrar a su siguiente clase pero hecho una última mirada al cielo que estaba oscureciendo por una fuerte lluvia. La oscuridad de las  nubes hizo resaltar en el algo increíble, sus ojos dorados.

La puesta se cerró dejando la azotea vacía.

Continuará...
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