CAPÍTULO 30.

                                                   DARREN. 

Había tomado una semana libre, después de todo era la primera vez en dos años que decidía tomar mis vacaciones, realmente las necesitaba, mi mente solo estaba en una parte o mejor dicho en alguien. Detengo el auto y miro por la ventana, mis manos aprietan el volante al  ver al estupido hombre que le sonríe a Daniela y habla con ella.

La única forma que tuve para ver donde se estaba quedando había sido seguirla y desde entonces me había quedado en este pueblo, no me iría sin ella, frunzo mi ceño al ver que el tipo le acomoda un mechón de su cabello, ese tipo era su jefe, habia averiguado eso, sabía que se llamaba Roger, y por lo que había notado parecía que le gustaba Daniela. 

Mi cuerpo se tensa al ver como ese tipo acaricia su mejilla, Daniela parece incómoda ante ese gesto y con una leve sonrisa tensa retrocede un paso, el chico dice algo más y Dani asiente con amabilidad, observo al tipo salir y dirigirse a un costado del almacén. 

La molestia en mi no disminuye, quito el cinturon de seguridad y bajo del auto, cierro la puerta del auto y camino directo hacia ese tipo sin apartar mi mirada se él. 

-Oye, tú- Murmuro entre dientes cuando estoy cerca, el tipo se gira y eleva sus cejas al verme, mi mandíbula se tensa y sin que se lo espere lo tomo del cuello y lo golpeé contra la pared, el frunce su ceño y su rostro se torna llena de desconcierto y confusión. 

-Quién eres- Murmura el tipo colocando sus manos en mis muñecas tratando de liberarse, ajusto más mi agarre y la ira me invade. 

-Soy el que te pateara el tracero si vuelves a acercarte de esa forma a Daniela- Murmuro entre dientes, una clara amenaza. 

El tipo frunce su ceño y su mandíbula se tensa, sus ojos me miran de manera distinta, con enojo. 

-¿Y quien te crees que eres?, si a mi se me da la gana de estar cerca de ella lo hago y punto- Se atreve a decir sin dejar mi mirada, mis manos se tensan al ver como una sonrisa maliciosa se curva en sus labios -Después de todo esta soltera, y yo puedo acercarme a ella tanto como quiera, no veo que le moleste-

Sin poder evitar el impulso, mi puño con rapidez se estrelló contra su rostro, y sin esperarmelo el tipo me devolvió el golpe en mi barbilla, eso solo me enfureció más, me acerco con rapidez, sangre se desliza por su labio inferior y giro dándole un  golpe en el abdomen, el tipo jadea y se inclina. 

-¡¿Que demonios haces?!- Grita Daniela llegando a nosotros, mi cuerpo se tensa, la busco se inmediato con la mirada. 

Daniela frunce su ceño mirándome, su mirada se posa en el tipo en el suelo, ella entre abre sus labios, algo dentro de mí se rompe al ver que ella se acerca al tipo ignorandome. 

-¿Estas bien?- Le pregunto con preocupación, aturdido miro a Daniela ayudarle a levantarse -Creo que deberías ir a una clínica, parece que tienes el labio roto- Murmura Daniela, el tipo la mira y le sonríe con algo de dolor, aprieto mis manos en puños. 

-Estoy bien, bonita- Murmura el tipo -Iré a lavar mi rostro y listo, vuelvo a trabajar- Le dice con suavidad. 

-Hay un botiquín de emergencia, creo que debería tratar sas heridas- 

Mi cuerpo se tensa y la impotencia me golpea, ella estaba preocupada por él, Daniela aprieta sus labios y me da una mirada seria, luego sigue al tipo para tratar sus heridas, llevo mi mano a mi barbilla golpeada y hago un gesto. 

...... 

Observo la puerta de el departamento donde Daniela se esta quedando, sabia que aquí también vivía la novia de su hermano, llevo mi mano a mi cabello despeinandolo en un gesto nervioso, cierro mis ojos unos segundos y tomo una respiración profunda, elevo mi mano y toco la puerta un par de veces. 

La puerta se abrió y lo primero que vi fueron esos lindos ojos que tanto me gustaba, Daniela con su cabello hecho un moño desordenado, algunos mechones caian en su rostro, podría apostar a que había estado durmiendo, ella frunce su ceño viéndose confindida. 

-¿Que haces aquí?- Pregunta entrecerrando sus ojos. 

-Quería disculparme por lo que sucedió, actúe de forma impulsiva, fue estipido e irracional de mi parte- 

-Con quien debes disculparte es con Roger, a él fue al que heriste- Dice ella cruzando sus brazos y elevando su ceja, suspiro y bajo mi mirada. 

-Estabas muy preocupada por él- Digo bajo, eso producía un malestar en mi pecho. 

-Es mi jefe Darren, mi empleo en este momento es algo valioso, y tu con tu estúpida impulsividad podrías haber causado que me despidiera- Murmura ella con algo de enojo, la miro. 

-Él también me golpeo, mira este golpe, también me duele- Digo señalando la zona morada en mi barbilla, Daniela rueda sus ojos. 

-¿Eso era todo?, bien, buenas noches, estoy cansada y tengo hambre- Dice, ella intenta cerrar la puerta, coloco mi mano deteniendola. 

-De hecho yo traje algo de comer para ambos, ¿Quieres cenar conmigo?, prometo no ser molesto--Digo rápido, con esperanza de que ella acepte. 

Daniela se tensa y su mirada baja a la bolsa en mi mano, la elevo, sabia que Daniela amaba la comida italiana, ella parpadea y parece dudar, su estómago emite un sonido indicando que tiene hambre, ella aprieta sus labios y sus mejillas se tornan rojizas, muerdo el interior de mi mejilla evitando reír, ella me mira unos segundos y termina de abrir la puerta para que pase. 

La sigo en silencio y observo el lugar, era pequeño pero acogedor, y tenía un ambiente de familia, suspiro y me detengo, dejo la bolsa en la mesa. 

-Iré a traer los platos y algo de beber- Dice, el ambiente se siente un poco incomodo. 

-Te ayudo- Digo rápido, ella niega. 

-Solo toma asiento- Es lo único que dice, bajo mi mirada y suspiro, no me gustaba su rechazo, me siento y la espero. 

Daniela vuelve, deja dos platos en la mesa, le ayudo a acomodarlos, voy a tomar uno de los vasos y ella hace lo mismo haciendo que nuestras manos se toquen, ella la aleja de inmediato, la miro observando su reacción, ella se ve incómoda, decaído me levanto, Daniela me mira. 

-Creo que es mejor si me voy, además, olvidé que tengo que hacer unas llamadas- Digo sin mirarla, lo que menos quería era incomodar a Daniela, y ella no parecía nada feliz con mi compañía, no espero que diga nada y me dirijo a la puerta

-Espera- Murmura Daniela de pronto, detengo mis pasos y me giro, ella no me mira, guarda silencio unos segundos y luego me mira -Quedate, no te vayas- Añade sopreprendiendome, entre abro mis labios, ella aclara su garganta y comienza a servir para ambos sin mirarme, esbozo una suave sonrisa y me acerco. 

Después de tantos días mi corazón volvió a latir con normalidad. 

-Solo, no hablemos de lo que ocurrió ¿si?- Es lo único que dice, parpadeo algunas veces. 

-Tenemos que hacerlo Dani- Digo bajo, ella aprieta sus labios y sus ojos se cristalizan, eso me asuta, me acerco a ella y detengo lo que está haciendo, ella se deja y se queda quieta, baja su mirada ocultando las lágrimas que se deslizan en su mejillas. 

-Solo, dejalo así- Susurra con voz temblorosa, trago con dificultad y tomo sus manos entre las mía. 

-No Dani, fui un idiota, nada de lo que dije era verdad, actúe molesto por la situación, pero me sentí mil veces peor cuando desperté a la mañana siguiente y no te tenia, todo este tiempo sin ti, ha sido un infierno porque ya no se como hacer para seguir sin ti- Digo con voz temblorosa, Daniela suspita y sus ojos encuentran los míos. 

-Yo también te extrañe- Dice bajo con miedo, sonrío una lagrima se escapa de mis ojos, me acerco a ella y junto mis labios con los suyos. 

Tenía miedo, miedo a que no correspondiera o me alejara, pero todo dentro de mi se calmo cuando ella me correspondio, cerré mis oídos disfrutando, hasta que suevemente ella se separo, nuestros ojos se encontraron y de nuevo no eran necesarias las palabras entre nosotros, sonrío levemente y acaricio su mejilla. 

-Vuelve conmigo- Pido bajo, ella parpadea y luego niega. 

-Es mejor llevar las cosas más despacio- Responde, suspiro y pero acepto, haría lo que ella quisiera, sabía que quería su espacio, sabía que tenía miedo de volver y que lo mismo ocurriera, aunque eso no fuera así, eso no volvería a pasar. 

Me acerco a ella y dejo un beso en su frente, haría lo que fuera por ella, y la calidez había vuelto a mi al saber que me había perdonado. 


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Nuevo capitulo 

El siguiente capitulo es el final 

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