Un cuarto negro,
donde se me hace imposible respirar correcto,
donde corre una pequeña brisa de invierno.

Sintiéndome una pequeña ave,
encerrada en su diminuta jaula con llave,
sin poder volar, soltarme y lograr seguir adelante.

Atrapada en un remolino de sentimientos,
haciendo todos los días un esfuerzo para deshacerme de ellos,
sabiendo claramente que es imposible ignorar algo como aquello.

Sumida en esos ojos azul océano,
aquellos en los que constantemente me pierdo por completo,
me conducen hacia otra galaxia, otro universo.

Como un túnel interminable,
en el medio de una oscuridad insanable,
observando a lo lejos una pequeña luz inalcanzable,
perdida en un torbellino interior incurable.

Como si fuese el mismísimo infierno,
donde arde fuego,
y estalla en llamas el incesable dolor fraterno.

Cada vez que recuerdo aquel momento,
cada vez se vuelve más irreal e incierto,
cada vez se convierte en tan sólo un sueño.

Y aunque nos alejemos y despidamos,
siempre volvemos a encontrarnos ansiados y esperanzados,
aunque uno siempre termine más lastimado.

Sé que éste no es tu momento,
pero voy a esperarte hasta que decidas que ya es tiempo,
mas ahí me encontrarás debajo de la lluvia en alma y cuerpo,
y me besarás sellando nuestra amor eterno.

———

Holaa! Por diooos, hace tanto tiempo que me encuentro ausentada, pero nada, volví para quedarme y lo hago enseñándoles  mí poesía favorita. Se la había escrito al chico que me gustaba por aquel 2018 ajajjaja. Realmente expresaba lo que sentía y de la mejor manera. Les deseo lo mejor y muchas gracias por leerme!

g i u l i