SeHun sintió su corazón más pesado que antes y una ira creciente hacia el mismo. La ahora restaurada foto en sus manos era la misma que había destrozado tiempo atrás, para ser más exactos, el día de su pelea con YiXing.

Se dejó caer pesadamente en su cama y se cubrió los ojos con el antebrazo. Pensar que de alguna manera cada pedazo había llegado hasta YiXing y que él las había juntado para luego dárselas... era doloroso. Eso no solo demostró que el chico del hoyuelo lo atesoraba mucho más como para ignorar la foto destruida y que SeHun era de nuevo un imbécil.

La carta anexada con el último pedazo se encontraba justo debajo de la foto.

¿Cómo estas Sehunnie?

Te tengo una sorpresa... ¡a completaras la foto hoy!

Decidí que sería bueno darte de una vez el último pedazo (y el más grande) y pues ahí está.

Debo decirte que costó mucho trabajo poder juntar los pedacitos... por suerte la rompiste en pedazos grandes y la arrojaste al cesto. JongIn fue quien me dio los pedacitos, creo que no basta un solo agradecimiento. Agradécele por mí de nuevo, el me regreso algo valioso.

Recuerda que siempre estaré para ti aunque tú no lo estés para mí.

Solo faltan cuatro más, animo.

La siguiente estará donde guardas tu colección de recortes de bubble tea.

Te quiero.

Un tesoro volvió a él.