🌙 CAPÍTULO 41: DE LADO A LADO

La alarma sonó a las siete de la mañana en punto. Bang Chan estiró el brazo apagándola y se sentó en la cama rascando sus ojos con toda la flojera del mundo. Tronó sus dedos y su cuello feliz de haber dormido plácidamente como un bebé. Abrió los ojos luego de unos segundos y observó a su alrededor notando que no estaba en su habitación.

— ¿Desde cuándo tengo una televisión tan grande? — frunce su ceño confuso.

Escuchó unos quejidos a su lado, por lo se giró encontrando a Min-seong dormida... DESNUDA. Se alarmó de inmediato y se miró bajo las sábanas estando también así. 《 ¿LO DE ANOCHE NO FUE UN SUEÑO?... Esperen, no fue un sueño... 》 podía jurar que lo que pasó anoche fue irreal. Sonríe emocionado dando pequeños aplausos y se tira al lado de su novia abrazándola fuertemente.

— ¡Good morning babe! — saluda dándole besos en el rostro — ¿Cómo dormiste, cariño? ¿Bien? ¿Mal? ¿Te traigo agua? ¿Un café?

— Chan... ¿Qué te pasa? Es muy temprano — se tapa la cabeza con una almohada y sigue durmiendo.

— Sólo estoy feliz porque nos vamos a casar.

Min-seong se sentó en la cama de inmediato al escuchar eso y se acordó de anoche soltando un suspiro divertido ante su emoción, la cual no puede contener. También se siente un poco nerviosa por eso.

— Te compraré el anillo más caro que existe ¿en qué color lo quieres? Yo te lo compro. Tengo mucho dinero para eso. Puedo comprarte el que desees — toma sus manos con una sonrisa presumida.

— Averiguamos eso después ¿sí? A decir verdad, ahora tengo mucha hambre — avisa tocando su estómago.

Él asiente y se levanta de la cama haciendo una pose varonil con su cabello hecho un nido. Min-seong se tapa los ojos al notar que aún seguía sin ninguna prenda puesta.

— ¿Por qué te tapas? Anoche me viste hasta el alma — ríe.

— Supongo que será mientras nos acostumbramos a esto de vernos así— Chan rodó sus ojos con diversión y se colocó la ropa interior. Min se puso de pie sosteniendo la sabana en su pecho y lo miró expectante — Chris ¿Puedes...?

— Oh, sí, me salgo.

— No es necesario, sólo girate.

— Amo estar contigo y eres más bella lo que pensaba, ayer lo confirmé, créeme, pero necesitas tu privacidad — tranquiliza dirigiéndose a la puerta— me llamas cuando acabes. Descuida, my love. Te espero.

La castaña sonríe enternecida viéndolo salir de su cuarto. Intentó ser rápida, bañarse lo más breve posible y cambiarse para no dejarlo tanto tiempo afuera, semi desnudo y con frío. Luego de unos veinte minutos, abrió la puerta viéndolo apoyado a un lado de la pared.

— ¿Tienes que ir a trabajar? — le pregunta caminando a la cocina para hacer el desayuno. Se dispuso a cortar verduras

— Sí, aún así, llegaré un poco tarde. Una linda niña que conozco me necesita — responde abrazándola por la espalda y enterrando su cabeza en su cuello haciéndole cosquillas con su respiración — Eres hermosa, babygirl.

— Christopher... Estás casi desnudo ¿no deberías ir a darte un baño? — ofrece viéndolo de arriba a abajo y mordiendo su labio al deleitarse por la vista.

— ¿Quieres que me vaya? Qué mala — la mira entre cerrando sus ojos — está bien, ahora vuelvo. No te vas a escapar.

Deja un beso en su frente— ouh, antes de irme ¿Quieres que te enseñe un paso de "Charmer"?

Min-seong ladea su cabeza sin entender y acepta sin más siguiendo con el desayuno. Pega un grito cuando Chan le da una nalgada tan fuerte que casi la mata y se va corriendo de regreso a la habitación.

— ¡Me las vas a pagar, Christopher!

— ¡Te espero!

La castaña suelta una risa por las locuras de su novio y continúa su labor, decidiéndose por preparar huevos revueltos y waffles. Algo rápido y sencillo para matar el hambre.

Recordó que no habían toallas en su baño, por lo que dejó todo apagado y se retiró hacia allá, yendo a su armario y después al baño, no sin antes tocar. Pasó viendo a Chris asomado por la cortina de flores, le recibió la toalla agradeciéndole.

— ¿El agua está caliente? Algunas veces sale muy fría... Déjame revisar — Min-seong se agacha a un lado de la ducha y supervisa que todo esté correcto. A nadie le gusta bañarse con agua fría tan temprano— creo que todo está bien.

— Ya me lavé los dientes así que... — jala de la cintura pegándola a él. Ella traga en seco al notar la toalla que lo cubre por la cintura — ¿Estás nerviosa, sweetie? Ayer viste todo esto.

— No seas tonto — él suelta una risa tomándola del mentón, alzando su vista a él.

— ¿Tus piernas te duelen?

— ¿Por qué me preguntas eso? — lo mira arrugando sus cejas.

— Sólo quiero saber ¿ya terminaste el desayuno?— ella asiente un tanto perdida por su interrogatorio— de acuerdo. Eso significa que tienes tiempo para mimarme.

Min pone los ojos en blanco riendo. Chan la besa con rapidez y ella le sigue sin problema alguno. Sus brazos pasan por su cuello poniéndose de puntitas debido a su diferencia de estatura. El timbre de la casa sonó interrumpiendo el momento.

— ¿Esperas una visita, darling? — alza una ceja.

Min-seong pensó durante un momento hasta que reconoció el ritmo de los tonos — ¡Es Jung-woo!

— ¿Qué? — la soltó de la sorpresa haciendo que se tropezara y cayera al suelo — ¡perdóname, Minmin!

— ¡Se supone que no vendría a recogerme en la mañana! Aún así, si no le abro, pensará que no estoy y entrará. Tiene llaves— dice asustada poniéndose pie.

— Abrele ¿no?

— ¿¡Estás loco, Christopher!? ¡sabes que nos advirtió que no puedes venir a mi apartamento! ¡literalmente te meto a escondidas de él como si fuese mi papá o algo así! — busca con su mirada algún escondite y lo empuja — quédate aquí, no hagas ningún ruido.

— Pero... ¡Min-seong! —Le cerró la puerta en la cara.

Fue con prisa hacia la entrada y, antes de abrir, se miró al espejo, donde se arregló y calmó para disimular. La principal razón por la que su mánager no permite que Bang Chan visite mucho a Min-seong es muy simple y tiene una razón exacta: una pareja de idols totalmente estresados por su trabajo en un apartamento sin vigilancia "adulta", puede poner en peligro la carrera de ambos. Y no exagera. Prefiere cuidar muy bien a su estrella.

— ¡Buenos días! ¡Hasta que abres! — exclama pasando directamente — ¿apenas vas a desayunar? Qué raro, te levantaste algo tarde hoy.

— Oh, sí, no sentí la alarma. Anoche estaba muy cansada y dormí bastante — responde con una sonrisa nerviosa.

— Vine más temprano hoy porque Hyuna me llamó debido a que no le contestabas el teléfono. Quiere que la acompañes a escoger el vestido de novia de su boda. Pensé que sería una buena actividad para distraerte — sonríe animado.

— ¡Claro! Iré por mi bolso y nos vamos.

— ¿Puedo usar el baño? — ella asiente. Jung-woo camina a su habitación

— ¿Por qué vas allá? — se cruza en su camino rogando para que no viera la ropa tirada en el piso.

— ¿Acaso no recuerdas que el baño de la sala se dañó hace mucho? El maldito plomero no ha venido. No le voy a pagar lo que me pida por ser tan irresponsable — la esquivó con rapidez entrando a la habitación. Min-seong se puso contra la puerta evitando que la abriera — Blue, tengo muchas ganas.

— Hice un desastre esta mañana. La regadera se dañó y es horrible, ni siquiera deberías entrar — excusa.

— No importa, sólo voy a orinar, no a bañarme. Quita— la aparta suavemente.

— ¡Jung-woo! ¡No es lo que tú...! — se calla al ver el cuarto vacío. Frunce su ceño buscando a Bang Chan con la mirada《 ¿Dónde diablos se metió? 》

— Min-seong ¿Puedes salir? Es urgente ¡por favooor! — pide el mánager.

La castaña decide irse al notar que todo estaba bien, aún así, se quedó esperando afuera por si acaso. Christopher se dió una palmada en la frente oyendo al chico haciendo sus necesidades mientras él estaba escondido en la ducha con sus pertenencias. Su celular sonó delatando su escondite. Jung-woo buscó extrañado el lugar de donde provenía el sonido, al encontrarlo, tomó un cepillo de inodoro preparado para atacar al intruso.

— ¡AHHH! — Chan gritó asustado y se resbaló en el piso, sosteniendo la toalla en su cintura — ¡Jung-woo, hola!

— ¿CHAN? ¿Pero qué...? — lo miró de arriba a abajo. Min-seong entró y se acercó a ayudar a su pareja— un momento... Es muy temprano y deberías estar en JYP ¿Acaso durmió anoche aquí?

— Sí/no — respondieron al unísono.

Cuando Bang Chan se vistió de una vez por todas y Min-seong limpió el reguero de agua que hicieron en su baño, los tres se sentaron en el sofá a hablar. Jung-woo cruzado de brazo mirándolos seriamente.

— Díganme la verdad ¿anoche pasó algo? — pregunta directamente.

— ¡Jung-woo! — se queja Min.

— Tú haces silencio— la señala indignado — no me mientan, ví los rasguños en la espalda de Chan. Vamos, pueden confiar en mí, me conocen desde que son adolescentes.

— Quizás... Nos besamos y... Pues, eso— responde el líder incómodo.

— Creo que no necesito explicarles cómo se hacen los bebés. Lo único que necesito es saber si están responsables y se están cuidando.

— Claro que sí, no soy tan descuidada, Woo — Min-seong se cruza de brazos ofendida.

— Lo dice la que olvidó a su propio perro en una guardería de perros cuando fue a recogerlo — ella rueda los ojos — no les estoy prohibiendo que no lo hagan. Es algo súper normal. Todos lo hacen. Simplemente debo cuidarlos, tienen mucho por delante y todavía son muy jóvenes, les falta mucho por vivir.

— Lo entiendo completamente. Sabes que la amo y nunca haría algo así de tonto — Chan acepta su consejo y Min sonríe contenta sabiendo que él es muy maduro —pero tengo una duda... ¿puedo seguir viniendo?

— Sí— afirma suspirando— sólo espero no entrar un día y encontrarte caminando desnudo por aquí. Espera a que se casen, al menos.

— Oh, cierto, no te hemos contado. Vamos a ca...— Min-seong le tapa la boca a Chan.

— Vamos a ir juntos a la boda de Hyuna y Dawn ¿se puede? — cambia la pregunta.

— Claro que sí, no hay problema.

— Bueno, Christopher, es hora de que te vayas. Ya casi son las diez de la mañana y los chicos estarán preguntándose en dónde estás — la castaña le entrega su mochila y lo toma del brazo llevándolo a la salida. Le da un beso en la mejilla — hablamos en la empresa.

—Babe... — hace un puchero desanimado por no despedirse adecuadamente.

Min-seong cierra la puerta y vuelve con Jung-woo rápidamente.

— Están locos — el mánager va a la cocina en busca de café.