Día de la subasta...

Territorio shigaraki, lugar desconocido...



Katsuki sentía que la vida le jugaba una mala broma, estaba herido, desde hace dos días no le traían ni comida, ni agua, ni mucho menos habían bajado a joderle la existencia, pero por mucho que habían intentado.

Había descubierto su torso y se había dado cuenta de que tal vez tenía un par de costillas rotas además de que su cuerpo estaba adolorido, solo había podido dormir unos cortos periodos de tiempo, pero siempre se mantenía alerta.

La única salida que había encontrado era la puerta que tenía enfrente pero estaba estaba cerrada con llave, solo había una entrada y una salida, cosa que lo frustró más, no tenía ni idea en dónde estaba, ya que en el lugar no llegaban los rayos del sol.

Así que no sabía cómo orientarse.

Un suspiro frustrado salió de sus labios que estaban re secos gracias a la falta de agua, Gruño cuando intento moverse, sus piernas también estaban adoloridas gracias a la pelea que tuvo con muscular, su cuerpo estaba magullado y mal herido.

Temía que si alguien entraba por esa puerta dispuesto a hacerle daño tal vez no se podría defenderse por su estado, algo que lo frustraba aún más hasta el punto de estar enojado consigo mismo, había pensado en un plan para salir pero todo apuntaba a Mitsuki.

Si aceptaba su trato y está lo sacaba de este apestoso lugar podría robar algún vehículo y escapar, después de todo sabía el camino hacia la mansión, pero tenía miedo de que aquella mujer no lo fuera a utilizar con fines que no sean para negocios, no aguantaría ser profanado contra su voluntad una vez más.

Sentía su cuerpo tan cansado que no supo en qué momento callo inconsciente bajando la guardia en ese momento, su cuerpo se sentía tan pesado en ese instante que no pudo evitarlo.

Cuando despertó ya no estaba en el sótano, estaba en un lugar blanco, con un vidrio al frente era como una vitrina se levantó alterado mirando hacia todos lados buscando algún indicio de alguien pero no había nada.

Más se alteró al ver que solo tenía una camiseta grande de color blanco cubriendo sus partes, no tenía ni siquiera ropa interior, mientras que sus manos eran retenidas por unas cadenas que conectaban con sus pies.

Mientras que si boca tenía una mordaza que le impedía hablar o gritar, a duras penas se dió cuenta del collar que tenía en su cuello, el cual al parecer no parecía un collar Anti mordidas, miro a su alrededor y tuvo que bajar la mirada por la destellante luz que lo cegó.

Cuando volvió a mirar noto como varias personas lo miraban desde el otro lado de la vitrina, rápidamente sintió una corriente eléctrica recorrido cada parte de su cuerpo que lo hizo caer al suelo.

── "Pero que demonios"── Pensó.

Vio como estos lo miraban con hambre, todo venían con máscaras y al parecer todos eran alfas, su cuerpo se estremeció cuando intento levantarse nuevamente, sus heridas estaban volviendo a doler.

── Señores y señores, lo prometido es deuda, aqui está la fiera escarlata, uno de los mejores hombres del rey de la Mafia, un hermoso Omega.── Se escuchó al locutor.── La subasta empieza por treinta millones de dólares.── Hablo.

Katsuki abrió los ojos enormemente cuando empezaron a decir precios muy elevados, que acaso lo iban a vender, miro como al lado del locutor estaba su madre sonriendo de oreja a oreja.

"Hija de puta"

Cuando el precio paso de cien millones empezó a entrar en pánico, no, no iba a permitirlo, no quería que le hicieran daño, no nuevamente, empezó a mover las cadenas de forma furiosa en un intento de llamar la atención pero solo hizo que los espectadores se sintieran más maravillados al verlo.

Sintió como lágrimas de frustración se posaron en sus ojos, no, no quería ser lastimado nuevamente, sus respiración se empezó agitar mientras sentía que su pecho dolía por la desesperación.

De forma estruendosa la puerta se abrió dejando ver un hombre alto con un porte dominante.

── Doscientos millones.── Termino por decir.

Cuando la luz dejo ver su rostro katsuki perdió el aliento, toda la audiencia quedó aturdida teniendo por su vida, mientras Mitsuki se puso tan pálida como una hoja, que había pasado con la seguridad, y su respuesta fue resuelta al ver a el elegante hombre con su traje envuelto en sangre.

── Creo que si van a utilizar a Mi Omega para sus fines corruptos y malditamente repulsivos deberían invitarme no creen.── Expreso con voz tétrica mientras bajaba las escaleras.

El lugar se llenó de disparos y uno a uno los comensales iban callendo y corriendo como cucarachas, mientras izuku se acercaba a la vitrina donde estaba katsuki totalmente paralizado.

Pero antes de llegar alguien se lanzó hacia a él, logro esquivarlo a tiempo y cuando lo vió era su nemesis y hermano.

── Crei que no te volvería a ver, deberías de haber muerto con ese maldito canalla.── Gruño izuku mientras se ponía de pie.

── Ese maldito canalla me brindo un hogar, ¿como fue que murió? Murió a manos de su estúpido sucesor que ahora le lame las botas a un asqueroso omega.── Dijo con burla.

Mientras izuku lo perdió.

Este rápidamente saco su arma y empezó a luchar contra shigaraki quien apresar de no poder con la fuerza y la velocidad de su hermano, este se esforzaba, mientras katsuki veía todo desde lejos.

Estuvo a punto de pararse y empezar a golpear la puerta pero otra corriente eléctrica en su espalda Y volvió a caer en el suelo, cuando se dió cuenta era su madre junto a otros hombres quienes venían por el.

── Ese pequeño Omega Vele demasiado, hay que  subirlo al auto y llevarlo al muelle, hay que alejarlo de Midoriya.── Gruño la alfa.

Katsuki estaba furioso, se levantó dispuesto a golpearla pero un fuerte golpe en su estómago lo detuvo sacándole completamente el aire, callo en los brazos de uno de esos hombres molesto consigo mismo por no poder luchar.

Aún era muy débil.

Rápidamente Mitsuki salió del lugar siendo seguida por sus secuaces que la seguían pero fue interceptada por dos hombres vestidos completamente de negro, estos se quitaron sus capuchas dejando ver sus rostros.

En ese momento Mitsuki quedó helada después de todo ella sabía perfectamente quien eran esos hombres y que eran lo que los venían a hacer, se hizo detrás de sus hombres mientras buscaba su arma en su abrigo.

── Buenas noches Mitsuki-San una disculpa pero no puede irse después de todo el señor Midoriya preparo esto especialmente para usted.── Hablo el pelinegro mientras se ponía el cubre bocas.

── Además por si no se da cuenta se está llevando al Omega de nuestro jefe y eso a él no le gustará para nada.── Gruño el pelirrojo.

Mitsuki gruño y se dió vuelta dispuesta a irse mientras que el que tenía a katsuki la seguía está salió corriendo mientras sus hombres los distraían, no nesesitaba más problemas, lo único que quería era sacarle provecho a ese Omega.

── Este perra no entiende.── Gruño el pelinegro mientras se ponían manos ala obra.

Mientras tanto Mitsuki corrió por otra ruta de escape, cuando subieron al auto dispuesto a irse se encontró con uno de sus hombres que venía con un shigaraki muy mal herido.

── Señora hay que dejar al Omega o sino el-──

── ¡Sube a shigaraki al auto junto al omega! no lo vamos a dejar.── ordenó.

Está subió al auto siendo seguida del hombre que tenía a shigaraki pero cuando iban a subir a katsuki este se removió haciendo que el u el guardia cayeran, este en un rápido movimiento le quitó el arma a el guardia y lo asesino de un solo tiro en la cabeza.

No tuvo que esperar mucho para empezar a disparar a el auto el cual cerraron apresuradamente mientras arrancaban.

── ¡NO HUYAS MALDITA COBARDE!── Grito con todas su fuerzas.

La frustración en su rostro era palpable, sintiéndose muy débil callo de rodillas en el suelo.

── ¡Katsuki! ── Gritaron a lo lejos.

Cuando volteo a ver era izuku quien corría hacia su dirección que apresar de estar ensangrentado y herido tenía una gran mueca de preocupación mientras corría a él con todas sus fuerzas.

── Izuku.── En ese momento todo se apagó.



Perdón se que está algo corto pero estos últimos días me he sentido fatal, créanme me siento horrible pero ustedes y sus comentarios me alegran el día.
🤍✨.