Epílogo 🐺
7 AÑOS DESPUÉS.
Blue Island, 250 habitantes.
[...]
"¡Papá! ¡Papá despierta, Santa ha venido!"
La vocecita del pequeño Jungsu hace que Taehyung abra los ojos lentamente, y medio adormilado pregunta:
"¿Sí, ratoncillo? ¿Santa ha venido a casa?" Dice, con la voz ronca.
"¡Sí!" Asiente con entusiasmo. "¡Tenemos que despertar a HaeWon y a papi!"
Taehyung se frota los ojos antes de girar su rostro hacia el otro lado de la cama, donde Jungkook seguía dormido con HaeWon entre sus brazos. La imagen derrite por completo el corazón de Taehyung, quien sin poder evitarlo sonríe como un idiota.
Su hija tenía sus bonitos ojos verdes cerrados y su cabello lacio, castaño y largo se encontraba despeinado en una coleta alta. La imagen derretía el corazón de Taehyung y su alfa interior aullaba de amor por su preciosa familia.
"¡Papá!" Jungsu vuelve a gritar en un susurro, estirando el pijama del alfa mayor "¡Vamos!"
"Ya voy, omega."
El pequeño de dos años baja de la cama y sale corriendo de la habitación mientras Taehyung se limita a levantarse y seguirlo por los pasillos de la planta de arriba.
"¡Arriba papá, arriba por favor!" Pide, estirando sus dos bracitos una vez han llagado al borde de las escaleras.
Taehyung sonríe con cariño y toma a su hijo en brazos. Jungsu entonces envuelve sus bracitos en el cuello de su padre, abrazándolo y restregando su mejilla en la de su papá.
"Te quiero, papá" Dice con una sonrisa y el pecho de Taehyung se infla de cariño y amor.
"Te quiero mucho más, ratoncillo."
"Y a papi y a HaeWon también" Dice con sus ojitos azules brillantes por la ilusión.
"Por supuesto, amor."
"Y al tío Mimi, y al tío Nam, y al tío Yoon y a la tía Seje y a la abuela y..."
Taehyung no puede evitar soltar una pequeña risa que interrumpe al pequeño.
"Sí amor, queremos a todos."
"¡Santa, papá!" Exclama con ilusión cuando finalmente se encuentran en la planta baja "¡Mira cuantos regalos!"
Taehyung lo deja en el suelo, y Jungsu corre con sus pequeños pies hasta el árbol gigante de navidad, justo al lado de la chimenea. Debajo de este, muchos regalos se encuentran envueltos en un bonito papel de regalo color blanco con detalles en dorado.
"Son muchos, amor" Le dice, mirándolo con cariño.
"¿Para mi?" Pregunta mirando a Taehyung de nuevo.
"Y para tu hermana."
"¿Y para papi?" Pregunta con el ceño fruncido, porque obviamente Jungkook también tenía que tener regalos.
"También" Taehyung sonríe, cruzándose de brazos mientras asiente.
"¿Para ti?"
"Sí cachorro, hay regalos para todos."
"¡Yay! ¡Quiero abrirlos!"
Taehyung va a decir que debe esperar a su hermana, pero es entonces que los pasos detrás de ellos en las escaleras se hacen presentes, y Taehyung se gira con una sonrisa para mirar al amor de su vida. Jungkook se encuentra con su bonito cabello despeinado y su bonito pijama de seda de color blanco un tanto descolocado, dejando a la vista sus clavículas, su preciosa marca. En los brazos del omega, se encuentra HaeWon, quien medio adormilada sonríe al ver a su hermano mellizo y a su padre.
"¿Han venido a abrir los regalos sin nosotros?" Pregunta Jungkook con falsa indignación.
"¡Regalos!" HaeWon exclama en los brazos de su madre, con emoción.
"¡Buenos días papi!" Dice Jungsu corriendo hasta Jungkook para abrazarlo.
"Buenos días, bebé."
"¡Santa! ¡Papi, santa!"
HaeWon baja de los brazos de Jungkook para abrazar a su hermano con fuerza y dejando un pequeño besito en la mejilla de este.
"¡Regalos, Hae!" Jungsu le dice con ilusión mientras señala la montaña de regalos que se encontraban bajo el árbol.
"Ya lo veo, ratillo."
Jungkook suelta una risa por la forma en la que su hija alfa intentaba imitar a su padre con aquel apodo con el que se refería a Jungsu. Mientras tanto, Taehyung se dispone a acercarse a su omega para abrazarlo por detrás, dejando su barbilla sobre su hombro.
"¡Papá! ¡Papi! ¡Santa se ha tomado toda la leche y las galletas!" HaeWon anuncia al ver el plato con galletas y leche que habían dejado la noche anterior sobre la chimenea completamente vacío.
"Ya lo vemos, amor."
"¿Los renos se habrán comido las zanahorias que dejamos en el porche?" Taehyung les pregunta con una sonrisa y los pequeños asienten repetidas veces.
"¡Seguro que sí! ¿Podemos ir a verlo?"
"Después de desayunar podemos ir a verlo" Jungkook les dice.
"¡Yayy!" Los niños exclaman y seguidamente se acercan a los calcetines sobre la chimenea, los cuales estaban repletos de dulces.
"Buenos días, ratón" Taehyung le susurra en el oído, aprovechando que los niños se encontraban distraídos.
Y Jungkook se derrite de amor por dentro. Daba igual el tiempo que llevaran juntos, cada pequeña cosa siempre se sentía como la primera vez, cada cosa que Taehyung hacía le enamoraba más y más.
"Buenos días, lobito." Responde con una enorme sonrisa.
"No me ha dado tiempo a hacer el desayuno" Le dice el alfa con un pequeño puchero que hace reír al rizado.
"No importa, mientras juegan con sus nuevos juguetes podemos hacer el desayuno juntos."
"Eso suena bien" Susurra con una sonrisa, metiendo sus manos debajo de la camiseta de pijama de su omega y colocándolas en su cintura, acariciando su piel con dulzura.
"Tienes las manos frías, alfa..."
"Por eso las estoy calentado, amor" Seguidamente, deja un pequeño beso en su hombro, sin apartar las manos.
"¡Papi, papi!" Jungsu exclama. "¿Podemos abrir los regalos, por favor?"
"Por supuesto, cielo."
Aquella mañana, su hogar se llenó de risas y pequeños gritos de emoción ante los juguetes nuevos que Santa había traído. Prepararon el desayuno en familia y lo tomaron viendo sus películas navideñas favoritas.
[...]
El cielo comenzaba a oscurecerse cuando llegan a la casa de NamJoon y Jimin, las luces del Jeep de Taehyung alumbraron el camino de entrada y la nieve comenzaba a caer del cielo llenándolo todo de blanco y haciendo que el pequeño omega mirara a través de su ventana con asombro.
Jungsu amaba la nieve.
"Ten cuidado, amor" Taehyung dice cuando deja a HaeWon en el suelo y esta empieza a correr sobre la nieve hasta el porche de la casa de Jimin y NamJoon, donde Jiho y Doyung se encontraban esperándolos
Jiho era el cachorro de NamJoon y Jimin, el pequeño alfa era lo combinación perfecta de ambos. Tenía unos ojos azules cristalinos y un cabello azabache que siempre llevaba despeinado rebeldemente. Era un alfa ruidoso pero muy respetuoso, y amaba con todo su pequeño corazón a toda su familia. Y Doyung sin embargo, era el cachorro de Sejeong y Yoongi, al pequeño alfa le encantaba cocinar y ayudar a su madre a hacer todo tipo de pasteles y galletas. Jungkook y Taehyung le habían comprado un gorro de cocinero y un pequeño delantal a su medida como regalo de navidad porque lo encontraban adorable.
"¿No vas a ir a saludar, ratoncillo?" Taehyung le pregunta a su hijo mientras este se esconde detrás de su pierna.
Jungsu sin embargo, era un omega muy tímido, incluso con su propia familia. Amaba a Jiho, Doyung y a su hermana melliza, pero el hecho de que todos fueran alfas le solía intimidar un poco.
"Todos alfas..." Susurra.
"Sí amor, Doyung, Jiho y tu hermana son alfas ¿Cual es el problema?" Jungkook le pregunta agachándose a su lado, haciendo que su hijo lo mirara avergonzado.
"¿Soy raro? Yo no soy un alfa."
Jungkook le sonríe con cariño, tomando sus pequeñas manitas entre sus propias manos.
"¿Tu crees que papi es raro por ser un omega?" Le pregunta con dulzura.
"No" Niega repetidas veces, sus pequeños ricitos castaños moviéndose de un lado a otro.
Jungkook sonríe y entonces deja un beso en la mejilla de su hijo.
"Entonces tu tampoco lo eres, mi amor. Los omegas son geniales, y Jiho, Doyung y HaeWon van a cuidar siempre de ti, no tiene nada de malo.
Eso parece tranquilizar al pequeño y con una sonrisa convencida asiente repetidas veces.
"Vale papi, quiero ir con ellos ahora, por favor ¿Puedo?"
El corazón de Jungkook se derrite de ternura mientras asiente.
"Por supuesto mi precioso omega, ve a jugar."
Jungsu camina delante de sus padres hasta llegar al porche, subiendo los escalones con cuidado de no caerse.
"¡Jung!" Doyung exclama al ver al omega acercándose a ellos, rápidamente yendo hacia él para abrazarlo.
"Hola" Saluda con timidez.
"Jungsu, Jiho tiene muchos juguetes nuevos y el tío Jimin dice que podemos jugar con ellos" HaeWon le informa tomándolo de la mano.
"¡Sí! ¡Yo quiero jugar!" Le dice con emoción, dejando la timidez a un lado y sintiéndose más seguro de la mano de su hermana.
"Pueden entrar cachorros revoltosos, hace demasiado frío aquí fuera" Taehyung les dice.
Los pequeños cachorros salen corriendo al interior de la casa, mientras son seguidos por Jungkook y Taehyung.
La casa de Jimin y NamJoon había sido perfectamente decorada, y la ambientación navideña estaba en cualquier esquina donde mirarás, haciendo así que el rizado sonría.
Al entrar en el salón, Jimin los mira como si fueran su salvación.
"¡Menos mal que están aquí!" Exclama con alivio "les juro que este año Yoon se ha pasado con la comida."
"¡No es cierto!" Yoongi dice ofendido, cruzándose de brazos.
"Amor, has hecho tarta de zanahoria, de manzana, de chocolate y de limón, sin sumar el pollo al horno, el pescado, la sop..."
"¡Es que no sabía cual escoger!" Le interrumpe el alfa a la defensiva.
"Más vale que tengan hambre porque creo que vamos a terminar explotando" Jimin dice rodando los ojos.
"Lo que sobre se puede comer al día siguiente Mimi, no te preocupes." Su alfa dice en un intento de calmarlo.
"¡Voy a estar comiendo tarta de zanahoria hasta fin de año!" Exclama dramáticamente, y Jungkook solo puede soltar una pequeña risa.
"Dramático" Yoongi dice sacándole la lengua.
"No lo manifiestes, Jimin."
La respuesta de Sejeong hace que Jungkook sonría y niegue suavemente con la cabeza. Eran un desastre, pero no cambiaria a su alocada familia por nada en el mundo.
Finalmente una hora después todos se encuentran sentados alrededor de la mesa, con copas de vino, demasiada comida de todos los tipos y zumos de todos los sabores para los cachorros.
"¿Han odio que la omega de David va a montar un colegio en mitad de las montañas para omegas y alfas?" NamJoon pregunta en algún momento de la noche.
"Sí, por lo que sé ya está medio construido." Yoongi asiente.
"Quieren que Blue island sea solamente una isla de omegas y alfas."
"Van por el buen camino, cada vez hay menos humanos por aquí" Sejeong dice encogiéndose de hombros.
Es entonces que Jimin abre los ojos con sorpresa, como si acabara de recordar algo de suma importancia.
"¿Se han enterado?" Dice en un susurro, mirando fijamente a Jungkook y Taehyung.
"¿De qué?" Taehyung pregunta con el ceño fruncido.
"Han vuelto."
Ahora es Jungkook quien imita la acción de su alfa, mirando a Jimin completamente confundido.
"¿Quienes?"
"Ethan y Wylan, y tienen un cachorro de la edad de los nuestros."
Taehyung bufa con molestia y Jungkook se limita a dar un largo sorbo a su copa de vino con el rostro completamente serio.
"¿Quienes son ellos, papi?" Jungsu pregunta, quien parecía estar muy pendiente de la conversación de los adultos.
Es entonces que solo las voces de los más pequeños se escuchan en la mesa, mientras Jungkook aprieta los labios en una mueca.
"Gente mala, pequeño."
Y aquellas palabras se grabaron a fuego en la cabeza del pequeño omega.
[...]
Horas después, se sientan frente a la chimenea cuando han terminado de cenar, con tazas de té entre sus manos. Los cachorros se encuentran sentados en la alfombra, justo al lado del árbol para comenzar a abrir los últimos regalos de aquellas navidades.
Y durante esa noche, que se llena de risas, emoción, conversaciones entre tazas de té y miradas de cariño, Jungkook sabe que es el ser más afortunado del mundo.
Cuando ve a todos a su alrededor, siendo iluminados por las luces del árbol y las llamas de la chimenea, se siente completo. Los mira a todos, y ve lo que han crecido juntos, todo los increíbles momentos que habían compartido en los últimos años.
De alguna forma siente que fue ayer cuando llegó a la isla con una maleta y el sentimiento de la libertad rebosando en él, cuando aún desconocía cosas y acercarse a Taehyung parecía ser algo imposible.
Es entonces que la mirada de Taehyung conecta con la suya, verde y azul encontrándose, siendo desapercibidos para todos los demás. Y cuando el castaño le dedica una de sus preciosas sonrisas, siente que el mundo entero se detiene.
Y justo en aquel momento, agradece haberse enamorado de él. Porque a pesar de todo, a veces, vale la pena enamorarse de un corazón tan frío y azul como el hielo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top