Capítulo 4 🐺

Las semanas pasan y lo único que Jungkook a compartido con Taehyung han sido miradas frías y encuentros distantes en la cafetería de Yoongi.

No ha podido olvidar las palabras que salieron de sus labios antes de cerrarle la puerta en las narices, y se pregunta más seguido de lo que debería que habría querido decir con eso.

<Huye antes de quedar atrapado en todo este desastre.>

Era extraño, pero considerando que las palabras venían de Taehyung, no quiso darle más importancia de la que debía. Para ser honesto, no tenía que darle importancia en lo absoluto a cualquier cosa que tuviera que ver con él.

Considera que Taehyung es la persona más borde y gruñona que puede existir en el planeta, y casi puede imaginarlo siendo más mayor, siendo un viejo cascarrabias que no se aguanta ni a si mismo.

El pensamiento casi le hace reír e intenta esconder una pequeña sonrisa mientras limpia la barra de la cafetería. Es un día tranquilo, como la mayoría de ellos en aquel lugar, y eso es algo que Jungkook adora de la isla, la tranquilidad y la poca gente que habita en ella.

"¡Kook!" Jimin exclama, entrando en la cafetería vistiendo un abrigo blanco no muy grueso, con su sonrisa radiante y su pelo rubio despeinado  "Ponme un café caliente, guapo."

Jungkook sonríe y asiente. Se siente cómodo con Jimin, siente que puede considerar a Jimin, NamJoon, Sejeong y Yoongi sus amigos y eso le hace más feliz de lo que creía. Porque si algo le daba miedo, era quedarse solo de nuevo.

" Estaba pensando..." Jimin vuelve a hablar mientras el vapor escapaba del vaso para llevar en el que Jungkook preparaba el café "¿Te gustaría venir a cenar a casa?"

Jungkook levanta la mirada, sus ojos verdes clavándose en aquellos azules cálidos.

"¿A tu casa?" Pregunta con el ceño levemente fruncido.

"Sí, solemos juntarnos todos a cenar muchas noches." Jimin explica con su habitual sonrisa.

"¿Todos?" Jungkook quiere saber.

"Ya sabes, Yoongi, Sejeong, Nam y Taehyung."

Taehyung, claramente Taehyung estaba incluido. Y Jungkook sabe que eso no podía acabar bien. La sola mención de su nombre le causa una mueca.

"No quiero molestar..." Niega con una sonrisa nerviosa, causando que sus rizos se muevan de un lado a otro.

"Si molestaras no te estaría invitado." Responde con obviedad y una sonrisa sincera.

A eso se refería, Jimin siempre le hacía sentir incluido, tal vez incluso más de lo necesario. Y no se quejaba, pero Taehyung gritaba problemas y él realmente no quería otro encuentro como el de la última vez.

Aprieta los labios, sin saber muy bien que decir. Pasar la noche con Taehyung posiblemente terminará en gritos y comida por los aires, en platos rotos e insultos de un lado a otro.

No sonaba para nada bien.

"Taehyung no debe estar de acuerdo..." es lo que finalmente murmura, dejando el café ya listo sobre la barra de mármol.

"Me da igual si Tae está de acuerdo o no, es mi casa y yo quiero que vengas." Jimin toma el café y coloca su otra mano sobre la del rizado "Es tu decisión, no te sientas obligado. Si al final decides venir mándame un mensaje, pero no dejes que Taehyung te impida hacer algo que quieres."

Jungkook sonríe, sincero y con hoyuelos a los lados. El rubio tenía razón ¿Por que debía detenerse de hacer algo que quería solamente porque Taehyung no supiera controlar sus modelas?

A la mierda Taehyung.

"Está bien."

[...]

Jueves por la tarde, Jungkook caminaba de un lado a otro ayudando a Sejeong con los clientes. La cafetería se encontraba llena de un grupo de turistas que habían parado en la isla para cenar algo, y Sejeong, Yoongi y él no daban para más. La pareja estaba acostumbrada a las olas de turistas que llegaban de vez en cuando mientras pasaban por allí, rompiendo con la calma y la tranquilidad de aquella isla helada.

Pero para Jungkook todo aquello era nuevo, se había acostumbrado a las semanas tranquilas, donde ya conocía a los clientes habituales y nunca tenía mucho que hacer.

Pero ahora corría de un lado a otro dejando platos de una mesa a otra mientras intentaba no tropezar con sus piernas torpes.

"Vale, creo que está todo." Dice Sejeong, apoyándose en la pared detrás de la barra, y Jungkook a su lado hace lo mismo. "De todas formas ya no quedan más mesas vacías y hemos servido todos los platos."

"Sí, creo que podemos descansar un poco."

Jungkook sonríe, porque a pesar de estar cansado y haber trabajado mucho se sentía muy feliz. Tenía todo lo que podía pedir y nunca se había sentido tan cómodo en lugar, tan seguro de algo en su vida.

Aquel lugar podría ser todo lo que alguna vez había buscado.

"¿Vendrás mañana?" Pregunta Sejeong girando la cabeza para mirarlo, y Jungkook sabía perfectamente a lo que se refería.

"No lo sé." Dice sincero, porque realmente no lo sabía.

Quería ir sin duda, distraerse de sus propios pensamientos y pasar un rato agradable con sus nuevos amigos. Pero la idea de pasar la noche bajo la fría mirada de Taehyung le hacía querer negarse por completo.

Sejeong asiente y ambos se quedan en silencio, mirando a los clientes que se encontraban por toda la cafetería haciendo un escándalo casi ensordecedor. Sobretodo, Jungkook se fija en una mesa grande de chicos jóvenes que se encontraban comiendo y riendo, bebiendo cerveza como si no hubiera un mañana.

Y si seguían así tal vez no lo habría.

Pero su atención se desvía rápidamente cuando a sus oídos llega el sonido de la puerta abriéndose.

Taehyung entra en la cafetería, con sus skinny jeans negros, su chaqueta de cuero y detrás de su oreja su habitual cigarrillo. Y Jungkook nada más verlo quiere salir corriendo y esconderse, pegarse golpes contra la pared hasta perder la consciencia para no tener que enfrentarse a él.

Taehyung le ponía nervioso, de una manera en la que nadie más lo había hecho anteriormente. Y eso le molestaba, porque no sabía por qué.

"¡Tae!" Los ojos de Sejeong brillan al verlo, y una sonrisa enorme se dibuja en su rostro, yendo hacia el castaño para abrazarlo con fuerza.

Es casi graciosa, la manera en la que los dos reaccionan completamente distinto ante su presencia.

Se notaba el amor que todos tenían por Taehyung, Jungkook era testigo de ello constantemente.

"Hola, Sejeong."  la abraza de vuelta con una sonrisa.

Sonreía.

Taehyung estaba sonriendo y por alguna razón el corazón de Jungkook se revela ante ello. Ver a Taehyung sonreír por primera vez es todo un espectáculo, tenía una preciosa sonrisa y Jungkook se pregunta cómo alguien con una sonrisa tan bonita se mantenía serio todo el tiempo.

«Solo es serio contigo porque por alguna razón te odia» se dice a si mismo, recordando que Taehyung no era un completo imbecil con todos.

Tan solo con él.

"Solo venía a por algo de cenar." Taehyung dice acercándose a la barra junto a Sejeong, ignorando por completo la presencia del rizado.

Jungkook se siente un poco pequeño, aún apoyado contra la pared de detrás de la barra mirando la escena como si fuera un fantasma, invisible.

"¡Tae! ¿Que te tenemos dicho Jimin y yo?" El castaño rueda los ojos aún con una pequeña sonrisa.

"Algún día aprenderé a cocinar, pero no será hoy." Sejeong pone los ojos en blanco pero su sonrisa se mantenía intacta, seguidamente da una casta caricia a la mejilla del ojiazul.

El rizado se pregunta qué pasaría si él se acercara a Taehyung y lo tocara de aquella manera ¿Como se sentiría rozar su piel contra sus fríos dedos? Estaba seguro de que no llegaría a tocarlo antes de que Taehyung le empujara lejos de él.

Es un idiota, se repite mentalmente mientras lo ve dedicándole más sonrisas a la chica.

"Voy a pedirle a Yoon que te prepare la cena, enseguida vuelo." Sejeong dirige su mirada a Jungkook, haciéndole saber que no se había vuelto invisible "Tu turno está a punto de terminar, puedes irte a casa, rizado."

Jungkook asiente tímidamente, sintiéndose más cohibido ante la mirada de Taehyung que ahora reposaba en él.

Cuando Sejeong se va, Taehyung saca su teléfono móvil de su bolsillo y comienza a teclear en el, así que Jungkook aprovecha aquello para mirarlo atentamente.

Taehyung podía ser un completo idiota con él, pero era el chico más atractivo que Jungkook había visto en mucho tiempo.

Al darse cuenta de lo que estaba haciendo aparta la mirada y niega suavemente con la cabeza, y sin más, decide no perder más tiempo e irse a casa, deseando llegar a su hogar para un maratón de películas y un té caliente antes de quedarse dormido.

Así que minutos después ya se encuentra fuera de la cafetería. Con el aire frío golpeándolo, el cielo estrellado brillando con fuerza sobre él, la nieve rodeándolo y la poca luz de las farolas iluminando el lugar.

A Jungkook le gustaba el frío, y aunque prefiriera el clima reconfortante del verano, se estaba enamorado perdidamente de aquella isla, de la nieve, los toques grises y blancos, del vapor saliendo de su boca al hablar y los copos de nieve que caían en la mañana con gracia.

El frío, siempre había amado el frío. Pero estando aquí, había comenzado a amar al invierno también.

Comienza a caminar felizmente hacia el bosque que se encontraba a unos minutos de la cafetería, sus pies dolían y deseaba poder darse una larga ducha con agua caliente al llegar. Piensa en la película que vería al llegar, en el sabor de té que escogería y si tal vez cenaba una pizza o sopa de sobre calentita. Pero todo parece detenerse cuando pasa por debajo de una farola que alumbraba levemente la calle.

Una risa detrás de él le hace detenerse.

"¡Hola guapo!" Grita un chico, y Jungkook se gira para mirarlo.

Lo reconoce, era uno de los chicos que se encontraba bebiendo en la cafetería, sus ojos eran de un color chocolate y su cabello era corto y pelirrojo, parecía estar bastante borracho y sus pasos torpes le causan una mueca al rizado.

Piensa que si lo ignora y seguía su camino, se marcharía, así que acelera sus pasos para llegar lo antes posible al principio del bosque, aún con los pasos del pelirrojo detrás de él.

No tarda en darse cuenta de que aquello de nada le había servido, ya que el chico no tarda en alcanzarlo y tomarlo de la muñeca, deteniéndolo y empujándolo hacia él bruscamente.

"Mhmm que chico tan guapo." Dice, poniendo una de sus manos en su espalda baja y empezando a dar caricias sobre la ropa del rizado.

Jungkook quiere vomitar justo en aquel instante.

Intenta alejarse de él pero parece que no tiene la suficiente fuerza. Su cuerpo entero tiembla, por el frío y el miedo mezclándose entre ellos. Sin embargo no se rinde y tras unos segundos intentando escapar de su agarre consigue darle una patada en la parte baja de su pierna y liberarse, cayendo al suelo mientras intentaba alejarse.

El chico lo mira muy molesto, y Jungkook tiembla aún más. Cierra los ojos con fuerza esperando lo peor, un golpe, un insulto o que lo tomara a la fuerza una vez más. Pero para su sorpresa, nada de eso ocurre, y cuando vuelve a abrir los ojos de nuevo, aquel chico es tirado al suelo de un puñetazo.

Todo sucede demasiado rápido y lo único que Jungkook puede procesar es a Taehyung ahí de pie, mirándolo con furia en sus ojos.

"¿Que carajo haces?" Dice el desconocido que se encontraba tirado en el suelo con la mano sobre su adolorida nariz.

"Vuelve a tocarlo y te arranco las manos de un puto mordisco." Taehyung dice con la voz mucho más grave de lo normal, casi asustado un poco a Jungkook, que aún se encontraba en el suelo sin saber que hacer.

Eso era jodidamente nuevo.

"¿Tu también te lo quieres follar?" El pelirrojo sonríe "Podemos compartir, no soy celoso."

Taehyung suelta una pequeña y corta risa que eriza la piel de Jungkook, y entonces, otro puñetazo.

Y otro.

Y otro.

Y otro.

Y no parecía tener intención de parar.

Taehyung lo golpea con una rabia que Jungkook nunca antes había visto en alguien, era casi animal la furia que desprendía y su cuerpo al perecer era mucho más fuerte de lo que aparentaba.

Seguidamente y tras haber recuperado un poco el control de su cuerpo, Jungkook se levanta del suelo y se acerca al castaño, viendo al otro chico en el suelo sin moverse con su rostro ensangrentado mientras el ojiazul continua con los golpes.

"Taehyung detente, lo vas a matar." Pide estirando de la chaqueta del chico, en un intento de apartarlo.

Los puñetazos se detienen y Taehyung se levanta del suelo con los nudillos ensangrentados y magullados. Mira a Jungkook de una manera en la que nunca lo había hecho, con ira y furia reflejadas en su mirada, haciéndole temblar.

Jungkook piensa que al menos ahora había algo en ellos, lo cual era mejor que nada.

"Vamos, te acompaño a tu casa." Es lo único que dice tras varios segundos, con la voz ronca mientras comenzaba a alejarse del cuerpo que había dejado inconsciente en el suelo.

Jungkook niega suavemente, escondiendo las manos en las mangas de su chaqueta.

"No hace falta" Susurra nervioso.

Taehyung se detiene y se da la vuelta para mirarlo, sus ojos azules clavados en los suyos.

"No voy a repetirlo, Jungkook."

Un escalofrío recorre la espalda del rizado y asiente, mirando a Taehyung con ojos brillantes y mejillas rojizas.

"Camina." Le dice, haciendo que el rizado finalmente comience a caminar.

El camino por el bosque es un tanto incómodo, solo se oye el cantar de los grillos y los búhos sobre los árboles.

Jungkook tiembla de frío y del miedo que todavía parecía no querer abandonar su cuerpo. Mientras Taehyung caminaba a paso apresurado con su semblante serio, un cigarrillo entre sus labios y su bolsa de comida (probablemente ya fría) en la mano que aún tenía sangre seca alrededor de los nudillos.

"¿No tienes una chaqueta más gruesa? Vas a congelarte." Dice Taehyung una vez llegan frente a la casa de Jungkook, antes de dar una larga calada al cigarrillo.

"Ya te gustaría verme congelado." Dice con una sonrisa, intentando bromear para cortar la tensión.

Pero el semblante serio de Taehyung parecía ser permanente cuando estaba con él. Taehyung suelta el humo y mira a Jungkook con el ceño fruncido.

"No eres tan importante, ratón."

Jungkook aprieta los labios, no sorprendido ante su respuesta.

"Lo sé," Asiente "Gracias por ayudarme igualmente, no tenias porque hacerlo."

"No voy a ser tu guarda espaldas personal, ratón."

Jungkook frunce el ceño mientras se abraza a si mismo, un tanto molesto.

"¿Por qué eres así conmigo? Solo te estaba dando las gracias, no hace falta que seas tan grosero."

"No quiero que me des las gracias quiero perderte de vista pero por alguna jodida razón te pones en mi camino constantemente." Los ojos fríos de Taehyung lo miran, y de nuevo había sólo vacío en ellos.

La misma nada parecía vivir en los ojos de Taehyung cada vez que lo miraba.

Y Jungkook sin embargo, lo mira con rabia, sintiéndose frustrado ante aquel odio que el ojiazul tenía hacia él sin ningún motivo aparente. Niega entonces y se encamina al porche de su casa, decidido a no gastar energía en alguien que realmente no valía la pena.

Sin mirar atrás sube las escaleras del porche y entra en su casa.

Y una vez dentro, escribe el mensaje.

‹Iré a la cena, gracias por la invitación Jimin :)›

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