Capítulo 18 🐺
Es un lunes por la tarde cuando Taehyung llega a la cafetería en busca del rizado. El rostro de Jungkook se ilumina por completo al verlo entrar y no tarda en correr hasta sus brazos.
"¿Me extrañaste?" Taehyung susurra mientras lo abraza con fuerza y una pequeña sonrisa aparece en su rostro.
"Sí, mucho." susurra con una sonrisa hoyuelada dibujándose en su rostro.
"Fuera de aquí, me dan diabetes" Jimin dice antes de darle un sorbo a su taza de café. Mirando la escena apoyado contra la barra.
"Déjalos, son lo más tierno del mundo" sejeong interviene, volcando café en una gran taza de color verde.
Jimin rueda los ojos, pero mantiene una pequeña sonrisa en sus labios.
"No, ese puesto es mío."
Jungkook ignora a sus dos amigos y sigue pegado al pecho del castaño, sin ninguna intención de alejarse, feliz de tenerlo allí. Sus pulmones llenándose del aroma del alfa, y siente que puede quedarse ahí eternamente.
Durante los últimos días todo había ido tan bien, que Jungkook se pregunta como había podido haber un tiempo en el que no se encontrara pegado al castaño, en el que no lo mirara con aquellos ojos que solo desprendían amor, que sus labios no se encontraran en cada oportunidad que tuvieran.
Y no puede sentirse más agradecido de que las cosas hayan cambiado de aquella manera.
"¿Listo?" Taehyung pregunta apartándose un poco para mirarlo, con una sonrisa tranquila en su rostro.
Jungkook asiente levemente.
"Si, voy a por mis cosas y nos podemos ir."
Jungkook deja un pequeño beso en los labios del alfa antes de irse a dejar el delantal y tomar su chaqueta.
Mientras tanto Jimin y Sejeong le dedican miradas divertidas a Taehyung, quien simplemente les fulmina con la mirada.
"¿Que miran?"
"Estamos muy felices por Ti, Tae" Es lo único que Jimin dice, completamente sincero.
Porque lo estaban, completamente.
Sejeong, Jimin, Yoongi y NamJoon casi montaron una fiesta al ver que todo había salido bien. Que las paredes de hielo alrededor del corazón de Taehyung se habían fundido al fin, que finalmente tenía a alguien que lo quería como realmente merecía.
Que su mejor amigo por fin era feliz.
Y entonces la expresión de Taehyung se suaviza, mirando ahora con un poco de timidez a los dos omegas.
"Gracias" Musita, escondiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
"Ya nos las darás en la boda" Jimin le giña un ojo, haciendo que Taehyung suelte una leve risa.
El alfa abre la boca para responder, pero Jungkook aparece de nuevo con su cabello despeinado y expresión llena de felicidad, tomando la mano del castaño mientras se despide de sus amigos.
"¡Hasta mañana!" exclama alegremente.
"Hasta mañana, pasenlo bien" sejeong dice con la mayor sonrisa en su rostro.
Y una vez se encuentran fuera, con la nieve, el cielo nublado y el olor a bosque, comienzan a caminar hasta el Jeep de Taehyung con sus manos entrelazadas moviéndose levemente.
"Quiero hablar contigo de algo, ratón" Taehyung dice una vez se encontraban dentro del Jeep, cuando el aire caliente comienza a envolverlos.
"Soy todo oídos" El rizado responde, con una sonrisa en su rostro.
"Es sobre el cortejo" sonríe, colocando con cariño uno de los rizos de Jungkook que caían por su frente. "¿Te gustaría empezar ahora?"
Jungkook de golpe siente más calor del que debería, su corazón se dispara en cuestión de segundos y sus ojos se encienden, brillantes ante la idea.
"Me encantaría" Dice con una enorme sonrisa "No llegaste a explicarme en que trataba exactamente."
"Hay varias maneras de hacerlo, pero me gustaría hacerlo de manera tradicional."
"Bien" asiente, mirándolo con cariño "¿Y como es la forma tradicional, lobito?"
"El cortejo se divide en cuatro fases, los cuatro elementos" Taehyung dice, mirando a Jungkook con atención. "Agua, aire, tierra y fuego. Dedicaremos dos días a cada elemento."
Jungkook sonríe, sintiendo cada vez más curiosidad conforme cada palabra abandonaba los labios del castaño.
"¿Así que hoy empezamos con agua?" Taehyung asiente con una sonrisa. "¿Y que vamos a hacer?"
Taehyung sonríe, mientras estira el brazo para acariciar la mejilla sonrojada del rizado.
"Ahora lo verás."
Y sin más, Taehyung aparta la mano del rostro de Jungkook para seguidamente arrancar el Jeep y empezar a conducir por las carreteras del bosque. Comenzando un viaje repleto de conversaciones, risas, música que sonaba en la radio y los latidos desenfrenados de sus corazones.
[...]
AGUA 1.
"Taehyung te juro que como acabemos muriendo congelados me voy a enfadar" Jungkook se queja mientras sus piernas resbalan sobre el hielo.
Sin embargo, todo lo que recibe a cambio es una risa de parte del alfa.
"¿No confías en mi, ratón?" pregunta divertido, guiando al rizado sobre el hielo.
Jungkook sin embargo no se atreve a levantar la mirada, estando demasiado pendiente de sus pies torpes sobre el resbaladizo hielo.
"No lo sé, me estás arrastrando encima de un lago congelado" dice con el ceño levemente fruncido "¿Que tan seguro es eso?"
Taehyung lo mira con cariño, porque se había asegurado varías veces de que aquello era seguro, porque jamás pondría a su chico en peligro.
Sin embargo, no dice nada de eso.
"¿Quieres comenzar la semana de agua o no?" Jungkook rueda los ojos pero asiente-
Cuando finalmente se encuentran en medio del lago congelado, las manos del castaño encuentran las caderas de Jungkook, asegurándose de que este no cayera mientras lo pega más a su cuerpo.
"Bien" sonríe, listo para empezar su discurso "El agua está en todos lados, nosotros mismo estamos hechos de agua. El agua limpia, purifica y nos une, así que debemos empaparnos en ella."
Jungkook sonríe enternecido por la situación, la manera en la que Taehyung parecía haberse memorizado palabra por palabra derretía su corazón. Como si de alguna forma pudiera visualizar a Taehyung preparando y buscando las palabras correctas, practicando y pidiendo consejos a NamJoon y Yoongi.
Todo para él.
"Eres tan lindo" lo dice sin darse cuenta, dejando que las palabras salgan de él libremente
Taehyung entonces se muerde el labio en un intento de retener la sonrisa que amenaza con dibujarse en su rostro, mientras sus manos comienzan a acariciar la cintura del rizado por encima de la ropa.
"No digas eso, me vas a desconcentrar" dice con suavidad, acercando su rostro un poco más al ajeno.
"Perdón, lobito" se encoge de hombros "No puedo evitarlo."
Es entonces que Taehyung chasquea la lengua antes de mover sus manos al rostro del rizado, acariciando con cariño las mejillas de este.
En aquel momento, mientras la nieve los rodea y todo el mundo parece estar hecho de colores fríos, por primera vez desde que él había llegado a aquella isla helada, los ojos de Taehyung no reflejaban ni un mínimo rastro de aquel frío ni vacío, ahora eran completamente cálidos y con un brillo que nunca antes había visto. Como si la ilusión y el cariño bailaran dentro de ellos.
Es casi abrumador, y le golpea tan fuerte como la helada brisa que los rodea.
"Tae..."
"No te imaginas lo que causas en mi, ratón" Susurra, mirando a los labios del rizado con deseo.
Es entonces que finalmente lo besa. Los labios de ambos bailan en coordinación, un beso dulce y lento que no pretende ser nada más que eso. Y cuando se separan, Taehyung saca del bolsillo de su chaqueta de cuero una cajita de terciopelo blanco.
"Esto es para ti, mi primer regalo durante el cortejo" Le dice con una sonrisa. "Para que todos sepan que eres mío, y yo soy tuyo."
Al abrirlo, Jungkook sonríe al encontrarse con un colgante de plata. Tiene una pequeña piedra en el centro la cual se difuminaba entre distintos tonos de verdes y azules. Y el corazón de Jungkook late con fuerza en su pecho, levantando la mirada para toparse con los ojos brillantes de Taehyung.
"Es precioso, gracias" Dice, tomando el colgante entre sus manos y acercándolo más a su rostro para admirarlo bien.
"Es el color de nuestros ojos, sé que es asquerosamente cursi pero espero que te guste." Le dice con una sonrisa orgullosa, para seguidamente sacar del bolsillo de su pantalón un anillo con la misma piedra en el. "Y esto es para mi."
Jungkook sonríe encantado, viendo como el castaño se pone el anillo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios.
Y a pesar de que no esperaba nada de esto, le encanta. La forma en la que Taehyung se había tomado tiempo de preparar todo esto para él le hacía sentirse extremadamente importante para el castaño.
Y quizás es su nueva sensación favorita.
"Me encanta ¿Puedes ponerme el mío?"
Taehyung asiente, tomando el colgante y ayudando a que Jungkook se dé la vuelta con cuidado de no caerse. Las manos cálidas del alfa abrochan el colgante una vez este estuvo alrededor del cuello del rizado, y al terminar, deja un pequeño beso en el cuello de Jungkook.
Con cuidado, el rizado vuelve a darse la vuelta para quedar frente al castaño, quien sonríe con cariño al ver el bonito colgante alrededor de su cuello.
"Y ahora, si quieres, te llevaré a casa y prepararé algo para cenar" le dice, entrelazando su mano con la de Jungkook.
El rizado levanta una ceja y sonríe divertido, mirando a Taehyung con sorpresa.
"Pensaba que no sabías cocinar."
"Y no sé." sonríe encogiéndose de hombros "Por eso pararemos en algún restaurante, llevaremos la comida a casa y la calentaré para ti ¿Que diferencia hay?"
Jungkook ríe mientras niega, volviendo a tomar las manos del alfa para no caerse.
"Mucha, amor, pero lo aceptaré solo por esta noche."
[...]
AGUA 2.
Taehyung conduce con una sonrisa divertida mientras Jungkook se queja por decimoquinta vez.
Habían pasado unos pocos días desde que Taehyung le había entregado su colgante al rizado, y este no se lo había quitado ni por un segundo. Le encantaba mirarse en el espejo y verlo ahí, sentir esa pequeña parte de Taehyung junto a él allá a donde fuera.
"¿Cuanto falta?" vuelve a preguntar con aburrimiento, haciendo que el castaño rodase los ojos.
"Lo mismo que hace un minuto, Kook" el rizado se cruza de brazos mientras frunce el ceño.
"¿Y ahora?"
"Jungkook" Taehyung advierte, cansado de llevar escuchando la misma pregunta por los últimos quince minutos.
Jungkook suspira, apoyando su cabeza contra el cristal de la ventanilla.
"¿Y si nos encontramos con un lobo y nos a..." El pánico se refleja en su rostro antes de girar la cabeza para mirar a Taehyung "Olvídalo."
El alfa no puede evitar soltar una pequeña risa, mirando divertido al bonito chico que ahora parecía morir de vergüenza.
"A veces, tan solo por unos segundos, se me olvida" Jungkook susurra con las mejillas encendidas.
Una de las manos de Taehyung deja de agarrar el volante para tomar la mano del rizado, entrelazando sus dedos y llevándola hasta sus labios para dejar un pequeño beso sobre esta.
"No pasa nada, ratón."
Aquel acto calienta el pecho del rizado, haciéndole sentir menos avergonzado. Haciéndole sentirse seguro. Seguidamente mantienen un tranquilo y cómodo silencio hasta que finalmente llegan.
Taehyung finalmente detiene el Jeep y Jungkook mira a su alrededor con el ceño fruncido, siendo árboles, nieve y niebla todo lo que los rodeaba una vez más.
"¿Donde estamos?"
No recibe ninguna respuesta del castaño, tan solo lo ve bajándose del coche para seguidamente cerrar la puerta. Así que lo imita, sorprendiéndose al ver lo que tenían justo enfrente.
Aguas termales.
A sus pies se encuentran pequeñas piscinas de un azul fuerte y cristalino que desprendían calor y vapor.
A su alrededor, todo lo que puede ver es nieve, árboles y el vapor que emerge de la superficie del agua.
Y no puede evitar sonreír, maravillado ante la imagen.
Entonces mira a Taehyung, quien se encuentra a su lado observando cada pequeño detalle de su reacción con una gran sonrisa.
"El agua nos purifica, cuando nos sumergimos en ella, renacemos" Dice acercándose al rizado para tomarlo por las caderas. "Vamos a dejar nuestro pasado atrás, ratón."
Algo vibra en el pecho de Jungkook con aquellas palabras, con la idea de sumergir su pasado y errores en aquellas aguas y dejarlo todo allí.
Ahogar su pasado hasta matarlo, hasta que dejara de existir.
Salir limpiado de un pasado oscuro que no quería recordar, porque nada de lo que había hecho importaba ahora, porque su presente y futuro tan solo gritaban "Taehyung, Taehyung, Taehyung"
"Esto es impresionante" murmura, mirando al alfa con asombro.
"¿Te gusta?" Jungkook asiente y Taehyung deja un beso en su sonrojada mejilla antes de quitarse la chaqueta, empezando a desnudarse hasta quedar en ropa interior.
El rizado lo mira sorprendido mientras sus mejillas se encienden aún más al observar por primera vez el cuerpo en forma de Taehyung, quien lentamente comienza a entrar dentro del agua.
Su corazón late desesperado mientras desea poder admirar cada pequeña parte del alfa, cada lunar en su cuerpo, cada pequeño detalle en su piel.
"¿Vas a quedarte ahí mirando?" Taehyung pregunta una vez su cuerpo se encuentra completamente sumergido en aquellas aguas calientes.
Niega suavemente mientras se muerde el labio con nerviosismo, en un intento de esconder la pequeña sonrisa que amenazaba con salir. Finalmente se retira el abrigo marrón, dejándolo sobre la nieve. Se quita las capas de ropa que llevaba encima, y cuando se encuentra tan solo en ropa interior, el frío lo golpea con fuerza haciéndolo temblar.
Se sumerge entonces lo más rápido posible, el agua caliente abrazándole y haciéndole suspirar en alivio al poder volver a sentir las extremidades de su cuerpo.
"No sabía que había algo como esto aquí" Habla una vez se acostumbra al contraste de temperatura, mirando a los bonitos ojos del alfa que se veían casi grises en aquel momento.
"Está bien escondido, Nam lo encontró mientras cortejaba a Jimin."
"Es muy lindo" sonríe mirando a su alrededor. Los árboles cubiertos de nieve, el cielo gris por las nubes que lo cubrían por completo y el vapor haciendo que todo fuera un poco borroso.
"Lo es" Taehyung asiente. Aunque realmente no se refería a las aguas termales o las vistas que tenían a su alrededor.
Lo dice mientras mira a Jungkook, como si fuera lo único que merecía la pena observar.
Encuentra las caderas del rizado bajo el agua, con cuidado de no rozar la herida en su abdomen. Haciendo que el ojiverde quedara a horcajadas sobre él.
"Hey" murmura, rozando su nariz con la del chico.
"Hola" sonríe, y Taehyung podría verlo sonreír así por el resto de su vida.
Los ojos de ambos brillan, uno anhelando nadar en un mar de agua fría y otro con el deseo de perderse en un bosque entre la suave brisa.
Sonríen, y Jungkook desea de algún modo que aquel momento sea eterno.
Las narices frías de ambos se rozaban lentamente, sus respiraciones se mezclan mientras pegan sus frentes y se limitan a disfrutar de la presencia del otro en completo silencio.
"Eso de dejar nuestro pasado atrás suena demasiado bien" Jungkook dice en un susurro, con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en sus labios. "Quiero empezar de cero contigo, Tae."
No sabe muy bien el por qué, pero se encuentra a sí mismo diciendo en voz alta las palabras que rondaban su mente desde que habían llegado. Y Taehyung por su parte sonríe, su alfa revolviéndose contento ante las palabras de Jungkook.
Deja un pequeño beso en la frente del rizado, mientras comienza a dejar suaves caricias sobre su espalda. Repitiéndose mentalmente que lo estaba haciendo bien, si Jungkook quería un futuro a su lado significa que lo estaba haciendo bien.
"Nunca pensé que encontraría a alguien con quien quisiera pasar mi futuro, pero supe desde el principio que caería por ti, ratón." Dice, haciendo que Jungkook abra los ojos para mirarlo con cariño. "Quizás por eso intentaba tanto alejarte, supongo que pensé que no merecía ser querido."
Aquellas últimas palabras queman y agrietan el corazón de Jungkook, quien coloca sus manos mojadas sobre las mejillas del alfa.
Y niega suavemente, porque no consigue entender como alguien pudo meter aquellas ideas en la cabeza del alfa.
"Siento mucho que escucharas lo contrario en el pasado, pero la verdad es, que no es tan difícil quererte" Una sonrisa estalló rápidamente en los labios de Taehyung, y el corazón del rizado se recupera un poco.
"¿No?" Pregunta, mirándolo a los ojos. "¿A pesar de todo?"
Jungkook se muerde el labio inferior mientras se acerca levemente al rostro del castaño, rozando sus labios con los ajenos.
"A pesar de todo, lobito."
Y entonces, Taehyung lo besa. Con los corazones de ambos latiendo con fuerza dentro de sus pecho, con las caricias que hacen que su piel se erice y con aquella agradable sensación en sus cuerpos.
La sensación de que eran amados.
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